Puntos Clave
• El 27 de mayo de 2025, Trump pidió al Tribunal Supremo permitir deportaciones sin debido proceso.
• Ocho hombres con antecedentes penales esperan decisión en una base militar en Yibuti.
• La orden judicial exige aviso escrito y asesoría legal antes de deportar a Sudán del Sur.
El 27 de mayo de 2025, la administración Trump presentó una petición de emergencia ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos 🇺🇸 para revertir una orden judicial federal que limita la capacidad del gobierno para deportar migrantes a terceros países, en particular a Sudán del Sur. Esta acción busca facilitar la deportación de migrantes, muchos con antecedentes penales, sin otorgarles las protecciones de debido proceso que actualmente exige la justicia. La disputa legal pone en el centro el equilibrio entre la aplicación estricta de las leyes migratorias y el respeto a los derechos humanos y legales de los migrantes.
Contexto y antecedentes del caso

Desde principios de 2025, la administración Trump ha impulsado una política que permite al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) deportar a migrantes a países terceros, es decir, países que no son ni su país de origen ni su país de residencia legal. Esta política busca acelerar la expulsión de personas que el gobierno considera peligrosas o indeseables, evitando las complicaciones diplomáticas y legales que surgen al intentar devolverlos a sus países de origen.
Sin embargo, esta práctica ha generado controversia y enfrentamientos legales. En abril de 2025, el juez federal Brian Murphy, del Distrito de Massachusetts, emitió una orden preliminar que exige al gobierno cumplir con ciertos requisitos antes de deportar a un migrante a un tercer país. Entre estos requisitos están:
- Notificación escrita al migrante sobre el país al que será deportado.
- Un plazo mínimo de 10 días para que el migrante pueda expresar preocupaciones sobre su seguridad, incluyendo el riesgo de tortura o persecución.
- Un período de 15 días para que el migrante pueda impugnar cualquier decisión adversa tomada por un oficial de inmigración antes de ser removido.
Esta orden busca garantizar que los migrantes tengan una oportunidad real de defenderse y evitar ser enviados a lugares donde podrían enfrentar graves peligros.
La disputa legal y la petición ante el Tribunal Supremo
La administración Trump considera que estas protecciones dificultan la expulsión rápida de migrantes con antecedentes penales y crean problemas diplomáticos y logísticos. Por ello, el 27 de mayo de 2025, presentó una petición de emergencia ante el Tribunal Supremo para que se anule la orden del juez Murphy y se permita deportar sin las restricciones actuales.
El gobierno argumenta que la orden judicial causa “daños significativos e irreparables” a su capacidad para remover a extranjeros criminales y genera un “caos diplomático y logístico”. Por su parte, el juez Murphy ha acusado a la administración de “fabricar caos” al no cumplir con las órdenes judiciales y ha insistido en la importancia de respetar el debido proceso, incluso para personas con antecedentes penales.
Actualmente, los migrantes afectados están detenidos en una instalación militar estadounidense en Yibuti, a la espera de que el Tribunal Supremo decida sobre la petición de emergencia.
Casos específicos y cronología reciente
Un caso emblemático ocurrió el 19 de mayo de 2025, cuando ocho hombres, todos con condenas penales previas, fueron informados con menos de 16 horas de anticipación que serían deportados inicialmente a Sudáfrica y luego, ese mismo día, a Sudán del Sur. La mayoría recibió la notificación durante horas en las que no estaban despiertos, lo que impidió que pudieran preparar una defensa o expresar temores sobre su seguridad.
Esta acción violó la orden del juez Murphy y provocó una fuerte reacción de la justicia y de grupos defensores de los derechos de los migrantes.
Implicaciones para los migrantes
La orden judicial busca proteger a los migrantes de ser enviados a países donde podrían enfrentar tortura, persecución o violencia extrema. Sudán del Sur, en particular, es un país considerado altamente inestable debido a conflictos armados, secuestros y altos niveles de criminalidad. El propio gobierno estadounidense desaconseja viajar a esa nación por razones de seguridad.
Para los migrantes, esto significa que deben recibir:
- Notificación clara y por escrito sobre el país de destino.
- Tiempo suficiente para expresar preocupaciones sobre su seguridad.
- Acceso a asesoría legal para preparar su defensa.
- Oportunidad para impugnar decisiones que puedan poner en riesgo su integridad.
Estas garantías son esenciales para evitar violaciones a la Convención contra la Tortura, un tratado internacional que prohíbe devolver a personas a lugares donde corran riesgo de ser torturadas.
Impacto en la política migratoria y relaciones internacionales
La administración Trump sostiene que las protecciones judiciales ralentizan la expulsión de personas que no tienen derecho a permanecer en Estados Unidos 🇺🇸 y complican las relaciones con países terceros. Algunos países, como El Salvador, Costa Rica y Panamá, han aceptado recibir deportados, pero otros, como Sudán del Sur, representan un desafío debido a su inestabilidad.
La decisión del Tribunal Supremo tendrá un impacto significativo en la política migratoria estadounidense, ya que podría establecer un precedente sobre hasta qué punto el gobierno puede limitar las protecciones legales para acelerar las deportaciones.
Procedimientos actuales bajo la orden judicial
Actualmente, para deportar a un migrante a un tercer país, el gobierno debe seguir estos pasos:
- Notificación escrita: Informar al migrante sobre el país al que será enviado.
- Período para objeciones: Permitir al migrante al menos 10 días para expresar temores sobre tortura o persecución.
- Audiencia para impugnaciones: Brindar 15 días para que el migrante pueda disputar cualquier decisión negativa.
- Acceso a asesoría legal: Garantizar que el migrante pueda consultar con un abogado.
- Suspensión de la deportación: No proceder con la expulsión hasta que se completen estos pasos.
Este proceso busca equilibrar la necesidad de aplicar la ley con el respeto a los derechos humanos.
Opiniones de expertos y actores clave
- President Trump ha criticado a los jueces federales, acusándolos de bloquear sus políticas migratorias y dificultar la expulsión de personas peligrosas.
- D. John Sauer, Procurador General, ha defendido ante el Tribunal Supremo que las restricciones judiciales causan problemas graves para la aplicación de la ley y la diplomacia.
- Juez Brian Murphy ha enfatizado la importancia del debido proceso y ha señalado que la administración no ha cumplido con las órdenes judiciales.
- Expertos legales recuerdan que Estados Unidos 🇺🇸 está obligado por tratados internacionales a no deportar a personas a países donde puedan ser torturadas.
- Defensores de migrantes denuncian que la política de la administración viola derechos fundamentales y pone en riesgo la vida de las personas.
Perspectivas y posibles consecuencias
La decisión del Tribunal Supremo podría:
- Permitir que el gobierno acelere deportaciones sin notificar ni dar oportunidad de defensa a los migrantes.
- Reducir las protecciones legales para personas con antecedentes penales o que no pueden regresar a sus países de origen.
- Afectar la reputación internacional de Estados Unidos 🇺🇸 en materia de derechos humanos.
- Generar tensiones diplomáticas con países terceros, especialmente aquellos con situaciones de seguridad precarias como Sudán del Sur.
Recursos oficiales y ayuda legal
Para quienes buscan información o asistencia legal sobre deportaciones y derechos migratorios, se recomienda consultar:
- Departamento de Justicia de EE.UU.: justice.gov
- Departamento de Seguridad Nacional: dhs.gov
- Servicios de Ciudadanía e Inmigración: uscis.gov
- Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA): aila.org
- Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes: immigrantjustice.org
Además, el formulario oficial para solicitar revisión o apelación en casos de deportación es el Formulario EOIR-26, disponible en la página del Departamento de Justicia: Formulario EOIR-26.
Conclusión
La petición de la administración Trump ante el Tribunal Supremo para facilitar la deportación de migrantes a terceros países como Sudán del Sur sin las protecciones de debido proceso representa un punto crítico en la política migratoria estadounidense. La batalla legal refleja tensiones entre la necesidad del gobierno de controlar la inmigración y las obligaciones legales y morales de proteger a personas vulnerables.
Como reporta VisaVerge.com, esta disputa no solo afecta a los migrantes directamente involucrados, sino que también podría redefinir los límites del poder ejecutivo en materia migratoria y la interpretación de los derechos de los no ciudadanos en Estados Unidos 🇺🇸. La decisión del Tribunal Supremo será clave para determinar el futuro de estas deportaciones y el respeto a los derechos humanos en el sistema migratorio estadounidense.
Los migrantes, abogados, y defensores deben estar atentos a las próximas resoluciones judiciales y continuar buscando asesoría legal para proteger sus derechos en este proceso complejo y cambiante.
Aprende Hoy
Debido Proceso → Protecciones legales que garantizan notificación y derecho a impugnar antes de la deportación.
Tercer País → Nación que no es ni país de origen ni residencia legal del migrante para deportación.
Auto Preliminar → Orden judicial temporal que detiene deportaciones hasta resolver asuntos legales.
Convención contra la Tortura → Tratado internacional que prohíbe deportar a países con riesgo de tortura.
Petición de Emergencia → Solicitud rápida al Tribunal Supremo para anular órdenes judiciales inferiores.
Este Artículo en Resumen
La administración Trump busca que el Tribunal Supremo permita deportar migrantes a terceros países sin debido proceso. El caso enfrenta derechos humanos con controles migratorios, centrado en deportaciones a Sudán del Sur, donde la justicia exige garantías para proteger a los migrantes y cumplir tratados internacionales.
— Por VisaVerge.com