Puntos Clave
- La administración reportó ventas de 1,3 mil millones de dólares en los primeros nueve días del programa de Tarjeta de Oro.
- Los solicitantes individuales deben entregar un regalo de 1 millón de dólares al Tesoro para obtener la residencia permanente.
- El programa utiliza el Formulario I-140G para tramitar peticiones mediante las categorías de inmigración EB-1 y EB-2.
(UNITED STATES) — El presidente Donald Trump afirmó el 19 de diciembre de 2025, durante un evento en la Casa Blanca, que el programa de Tarjeta de Oro Trump ha generado ventas que superan el mil millones de dólares, con la administración señalando que las ventas han alcanzado 1,3 mil millones. Describió la tarjeta como

“essentially the green card on steroids,”
señalando que los fondos van directamente al Tesoro de los Estados Unidos para reducir la deuda nacional.
Trump hizo la afirmación sobre ventas apenas nueve días después del lanzamiento del programa, en un contexto en que vinculó el flujo de fondos a un objetivo de deuda menor. En un video publicado en YouTube el 19 de diciembre de 2025, el exmandatario calificó la Tarjeta de Oro como una vía de acceso rápido a la residencia legal permanente, al tiempo que criticaba a otros inmigrantes. No hay verificación independiente de esas cifras en las fuentes consultadas, y el procesamiento se describe como de “semanas” tras abonar la tarifa, con posibles demoras de hasta un año para algunos países.
El programa nace de la Orden Ejecutiva 14351, firmada por el presidente Donald Trump el 19 de septiembre de 2025, que ordena a los Departamentos de Comercio, Estado y Seguridad Nacional crear la Tarjeta de Oro en un plazo de 90 días para dar prioridad a los inmigrantes que aporten “gift[s] significativos a la Nación.” Las applications se abrieron el 10 de diciembre de 2025, a través de TrumpCard.gov, con la agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) emitiendo el Formulario I-140G (Petición de Inmigrante para el Programa de Tarjeta de Oro) alrededor del 11 de diciembre de 2025, según los documentos oficiales del proceso.
El programa presenta varias opciones y tarifas, cada una sujeta a una verificación de seguridad por parte de DHS y a entrevistas, además de evidencias de beneficio para Estados Unidos. A diferencia de EB-5, no se exige creación de empleo. Según los materiales difundidos por el gobierno, el programa contempla tres variantes principales: la Tarjeta de Oro Individual, la Tarjeta de Oro Corporativa y la Tarjeta de Oro Platinum, esta última en lista de espera y no launchada al momento de la información disponible. En todos los casos, se exige una revisión de antecedentes y una evaluación de beneficios para la nación, sin un requisito explícito de creación de empleo.
La Tarjeta de Oro Individual tiene una tarifa de procesamiento de 15.000 dólares por persona, más un regalo de 1 millón de dólares para el Gobierno de Estados Unidos tras el visto bueno del proceso, con la concesión de la residencia permanente expedita vía EB-1 (habilidad extraordinaria) o EB-2 (interés nacional); la aplicación cubre a la persona y sus dependientes. La Tarjeta de Oro Corporativa, por su parte, implica una tarifa de 15.000 dólares más un regalo de 2 millones de dólares y permite a las empresas acelerar la residencia para sus empleados, con condiciones de transferencia por una comisión del 5% y revisión de antecedentes; también contempla una cuota anual de mantenimiento del 1%. La Tarjeta de Oro Platinum, que estaría sujeta a lista de espera, requeriría un pago de 15.000 dólares más un regalo de 5 millones de dólares, permitiendo hasta 270 días de residencia anual en EE. UU. sin gravamen fiscal sobre ingresos originados fuera del país; esta modalidad exigiría que no exista responsabilidad fiscal previa en EE. UU. por ingresos extranjeros. Todas las opciones exigen verificación de seguridad de DHS, entrevistas y evidencia de beneficios para la nación, y, a diferencia de EB-5, no se exige una creación de empleo.
Commerce Secretary Howard Lutnick afirmó que los solicitantes deben ser
“perfect, people in America”
y que serían elegibles para la ciudadanía tras cinco años. Estas declaraciones fueron citadas por los comunicados oficiales y materiales explicativos difundidos por las autoridades competentes. Lutnick, cuyo papel en este marco ha sido destacado por el gobierno, sostuvo que las condiciones están diseñadas para acelerar procesos de residencia para quienes cumplan con los criterios de alto potencial de aporte al país. El gobierno añadió que no se requieren, en todos los casos, resultados de empleo concretos para justificar el beneficio migratorio, aunque sí se exige capacidad para demostrar beneficios para Estados Unidos y la necesidad de pasar por un proceso de verificación exhaustivo.
En el contexto de la discusión pública, Trump presentó las cifras de ventas como un indicador de la demanda y de la justificación presupuestaria de la iniciativa, enfatizando el vínculo entre las inversiones de los solicitantes y la reducción de la deuda nacional. La narrativa oficial subraya que las operaciones del programa generan ingresos que, según sostienen los defensores de la medida, podrían fortalecer la posición fiscal del país a corto y mediano plazo. No obstante, la comparación entre la rapidez de la residencia y el aporte de capital ha generado debate entre analistas y críticos, que señalan que la prioridad parece estar en la capacidad de inversión de los solicitantes.
Criticismo y posibles desafíos legales
Críticos del programa argumentan que la propuesta prioriza la riqueza por encima del mérito y podrían favorecer a solicitantes de países con grandes rezagos en sus listas de espera, como India o China, aunque los sustantivos legales y administrativos precisados por las autoridades buscan evitar la intrusión de políticas que modifiquen límites de visa sin nuevas plazas. Entre los argumentos opositores, se destaca que el esquema podría dificultar la equidad en el acceso a la residencia y erosionar principios que guían otros programas de inmigración basados en categorías y necesidades demostrables para el país.
El diseño del programa se enfrenta a una batería de preguntas sobre su viabilidad a largo plazo y su impacto en el sistema de visas de carga más amplio. Si se mantuvieron o no ciertas inversiones, la necesidad de una revisión adicional de prioridades migratorias, y la respuesta de otros actores políticos serán elementos a vigilar en las próximas semanas. En paralelo, la narrativa de Trump sobre ciertos grupos de inmigrantes contrasta con su retórica anterior, incluida su preferencia por inmigrantes de países como Noruega o Suecia frente a otros que describió con términos duramente críticos. Las autoridades señalan que existen salvaguardas para evitar abusos y que la verificación de antecedentes y la evaluación de beneficio para EE. UU. son componentes esenciales del proceso.
En el terreno jurídico, no está claro si la Tarjeta de Oro roza con marcos legales ya existentes para visas de diversidad, empleo o inversión, y si las autoridades contemplan rutas legales para impugnaciones o revisiones ante los tribunales. Se anticipan posibles litigios que podrían cuestionar cambios en límites de visa o la forma en que se contabilizan las categorías existentes, incluso sin la creación de nuevos cupos. En ese sentido, las discusiones públicas a partir de esta semana han destacado la tensión entre la necesidad de atraer inversión y talento y la exigencia de salvaguardas para garantizar que el programa no socave objetivos de política migratoria de base más amplia.
El siguiente tramo de la historia estará ligado a la evolución de la implementación. Si la cifra de ventas reportada por Trump se mantiene o se revisa a la baja o la alza, dependerá de la adopción por parte de empresas y entidades interesadas, así como de la capacidad de las autoridades para gestionar la avalancha de solicitudes. En el frente legal, la respuesta judicial y las eventuales apelaciones delinearán el marco de operación de las diferentes variantes de la Tarjeta de Oro y su ajuste a la normativa migratoria estadounidense.
A la luz de los datos disponibles, los actores involucrados destacan que el proceso de evaluación de cada solicitante, de la mano con una revisión de antecedentes y un posible examen de ingresos y beneficios para el país, forma parte de un sistema de control que busca, en palabras de Lutnick, equilibrar la rapidez de la residencia con la seguridad y la integridad del sistema. Mientras tanto, el público sigue observando con atención el impacto de una iniciativa que, según una versión de la narrativa oficial, pretende canalizar capital para la nación y, a la vez, acelerar la llegada de personas que podrían aportar a una economía en constante crecimiento.
En última instancia, la historia de la Tarjeta de Oro Trump parece estar en una fase de definición, con cifras que se vuelven parte de un relato político, legal y económico que aún puede mutar en función de las decisiones administrativas, las evaluaciones de impacto y las respuestas del Congreso y de la comunidad inmigrante. Y, en medio de las cifras y las promesas, la pregunta persiste: ¿qué efectos reales tendrá el programa en la vida de quienes buscan residir y trabajar en Estados Unidos, y qué costo social y fiscal implicará para el país a medida que se sientan las bases de una política de inmigración que, en su forma actual, se presenta como una vía para invertir en el futuro nacional?
Aprende Hoy
Tarjeta de Oro Trump → Un programa de inmigración especializado que ofrece residencia permanente legal expedita a cambio de contribuciones financieras sustanciales al gobierno de los Estados Unidos.
Orden Ejecutiva 14351 → La directiva presidencial firmada en septiembre de 2025 que ordenó la creación del programa de Tarjeta de Oro en un plazo de 90 días.
Formulario I-140G → El formulario específico de USCIS utilizado para la Petición de Inmigrante para el Programa de Tarjeta de Oro para procesar solicitantes de alto patrimonio.
EB-1/EB-2 → Categorías de visas existentes basadas en el empleo para habilidades extraordinarias o interés nacional que se utilizan para el procesamiento de la Tarjeta de Oro.
Este Artículo en Resumen
La administración Trump reporta 1,3 mil millones de dólares en ingresos por el programa ‘Tarjeta de Oro’, que acelera residencias para quienes donen al menos 1 millón de dólares al Tesoro. Lanzado en diciembre de 2025, el programa utiliza las categorías EB-1 y EB-2. Los críticos argumentan que favorece a solicitantes ricos de países con retrasos, como India y China, planteando dudas sobre la legalidad de los límites de visas.
— Por VisaVerge.com
