Puntos Clave
• En 2022, inmigrantes indocumentados pagaron $25.7 mil millones a la Seguridad Social vía impuestos sobre la nómina.
• Casi nunca pueden recibir beneficios de Seguridad Social bajo la legislación actual de Estados Unidos.
• Sus aportes generan un superávit positivo y refuerzan el fondo de la Seguridad Social estadounidense.
Los inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos juegan un papel importante en el sistema de Seguridad Social. Aunque la idea de que las personas que no tienen estatus legal viven al margen de la economía formal es común, la realidad es muy diferente. De manera constante, los inmigrantes indocumentados pagan impuestos sobre la nómina y suman miles de millones de dólares al fondo de la Seguridad Social cada año. Sin embargo, en casi todos los casos, no pueden recibir pagos por jubilación u otros beneficios de ese fondo, debido a las leyes actuales. A continuación, se detalla el impacto y la importancia de estas contribuciones con palabras sencillas y ejemplos claros.
Resumen principal

Las investigaciones muestran que los inmigrantes indocumentados contribuyen muchos más fondos al sistema de Seguridad Social de los que podrían recibir jamás. En un solo año, estos trabajadores pagaron casi $26 mil millones en impuestos sobre la nómina que fueron directamente al fondo de la Seguridad Social. Pero, como no reúnen los requisitos legales, es extremadamente raro que consigan recibir un solo dólar de ese sistema. Así, el sistema recibe mucho dinero gracias a ellos, pero prácticamente no paga nada de vuelta.
Quiénes pagan y cómo
Muchos inmigrantes indocumentados trabajan con números de Seguridad Social “prestados” o inventados, ya que la ley no les permite solicitar un número propio. A pesar de esto, sus empleadores retienen de sus cheques las mismas cantidades que a cualquier otro trabajador. Por lo tanto, quienes trabajan sin permiso legal pagan un porcentaje de su salario igual que quien nació en el país o que tiene permiso de residencia. Este dinero se toma automáticamente de su sueldo y se envía al Servicio de Impuestos Internos (IRS) y a la Administración del Seguro Social.
En el año 2022, los inmigrantes indocumentados pagaron aproximadamente $25.7 mil millones en impuestos sobre la nómina a la Seguridad Social. Este dato aparece en una investigación publicada por el Instituto de Impuestos y Política Económica (ITEP). Este monto es similar al que se venía registrando en años anteriores y representa una parte considerable del financiamiento anual del sistema.
Las reglas para recibir beneficios
La Seguridad Social tiene reglas estrictas: para recibir una pensión por jubilación, incapacidad o por fallecimiento de un familiar, hace falta comprobar presencia legal y contar con un historial de trabajo bajo un número verdadero y autorizado de Seguridad Social. La ley exige que se hayan pagado impuestos bajo el mismo nombre y número, de manera legal, durante al menos 10 años (o lo equivalente en créditos). Sin embargo, la gran mayoría de inmigrantes indocumentados jamás cumplen estos requisitos, ya que no pueden tener un número de Seguridad Social válido ni reunir “créditos” oficiales a su propio nombre.
Solo una pequeña minoría podría obtener algún beneficio si, en algún momento futuro, accede a legalizar su situación y demuestra que los años trabajados con un número incorrecto también cuentan. Sin embargo, este escenario se da muy rara vez, normalmente solo cuando las leyes migratorias permiten regularizar a ciertos grupos bajo situaciones extraordinarias.
El destino del dinero aportado
Como los inmigrantes indocumentados no pueden reclamar su dinero de vuelta, el dinero que aportan se queda en el sistema. La Administración del Seguro Social etiqueta estos fondos como “no reclamados”. De acuerdo con el estudio de la Brookings Institution, esto fortalece la salud financiera del fondo, al menos en el corto y mediano plazo, ya que hay más entradas de dinero que salidas. Más de un tercio del total de impuestos que pagan los inmigrantes indocumentados en general, va a programas de seguros sociales como la Seguridad Social, a pesar de que estas personas no pueden usarlos.
Una cita del Instituto de Impuestos y Política Económica (ITEP) señala: “Los inmigrantes indocumentados pagan sumas considerables para financiar la infraestructura pública… Más de un tercio de todo lo que pagan en impuestos termina apoyando programas de seguros sociales que ellos mismos no podrán usar debido a su estatus migratorio”.
Comparación entre diferentes grupos
Al comparar las aportaciones de distintos grupos de la sociedad al sistema, los datos muestran claras diferencias. A continuación, se explica cómo funciona para cada grupo principal:
Grupo | ¿Paga al sistema? | ¿Recibe beneficios? | Efecto neto para la Seguridad Social |
---|---|---|---|
Nacidos en EE. UU. | Sí | Sí | Más o menos equilibrado |
Residentes permanentes legales | Sí | Sí | Un poco más positivo que el promedio |
Inmigrantes indocumentados | Sí | No (con mínimas excepciones) | Superávit fuertemente positivo |
Los trabajadores nacidos en el país y los residentes legales pagan y reciben, por lo general, cifras parecidas al cabo de su vida laboral, ya que tienen acceso completo al programa. A veces, los residentes legales reciben un poco menos porque pueden haber trabajado menos años en el país o haber ganado menos dinero promedio. Sin embargo, los inmigrantes indocumentados pagan durante años pero, salvo casos muy raros, nunca reciben ese dinero de vuelta.
¿Quién se queda con el dinero?
El fondo de Seguridad Social en Estados Unidos 🇺🇸 enfrenta retos importantes, ya que cada vez hay más jubilados y menos trabajadores jóvenes. Los aportes de los inmigrantes indocumentados ayudan a retrasar el momento en que el fondo podría quedarse sin dinero suficiente para cubrir las pensiones. Según el análisis de la Bipartisan Policy Center, esta entrada de dinero, sin casi salidas por pagos de beneficios, es positiva para la solidez financiera del sistema.
Un dato relevante es que, de acuerdo con VisaVerge.com, estas contribuciones ayudan a compensar el desequilibrio demográfico que existe en la actualidad en Estados Unidos 🇺🇸, donde la población está envejeciendo y la relación entre trabajadores activos y jubilados disminuye poco a poco.
Apoyo financiero injusto
Aunque los inmigrantes indocumentados pagan impuestos sobre la nómina como cualquier otro trabajador, esos pagos no les abren la puerta a ningún beneficio social. La situación puede verse como injusta porque, además de trabajar y contribuir, ellos colaboran a sostener programas públicos sin derecho a recibir ayuda directa. Sus impuestos ayudan a pagar escuelas, carreteras y servicios de los que sí se benefician todos los residentes legales y ciudadanos.
La paradoja de la “caja sin llave”
Todos los años, millones de trabajadores indocumentados ven deducido de su salario el monto correspondiente para la Seguridad Social. Sin embargo, esa “caja fuerte” sirve para guardar el dinero de sus aportes, pero ellos mismos no tienen la “llave” para abrirla y reclamar un pago en su jubilación.
Por ejemplo, si un inmigrante indocumentado gana $30,000 al año, de su salario se descuentan varios cientos o miles de dólares que se destinan a la Seguridad Social y al sistema de Medicare. Aunque pague todo el tiempo que trabaja, las reglas nunca le permiten retirar ese dinero ni utilizarlo para su bienestar en la vejez.
Gráfica explicativa
Imagina una gráfica de barras en la que se compara lo que diferentes grupos aportan y reciben del sistema:
- La barra para “nacidos en EE. UU.” muestra cantidades similares para lo pagado y lo recibido.
- La barra para “residentes legales” muestra un pago un poco mayor que el recibido.
- Para “inmigrantes indocumentados”, la barra del dinero que pagan es muy alta, pero la barra de beneficios recibidos es casi cero.
Esta visualización resalta que, para el último grupo, el aporte es enorme, pero el retorno es nulo.
Tendencias históricas
Mirando lo que ha ocurrido en los últimos años, se observa que la contribución de los inmigrantes indocumentados al sistema ha permanecido estable o ha aumentado levemente, en función de las condiciones económicas y del mercado laboral. A medida que el acceso a trabajos formales sigue siendo posible para una parte de esta población, el flujo de impuestos sobre la nómina hacia Seguridad Social continúa aportando cifras grandes cada año. No existe evidencia de que estos trabajadores hayan recibido pagos indebidos o hayan agotado recursos, como a veces se afirma equivocadamente.
Factores que afectan las cifras
Varias razones explican los montos altos de contribuciones:
- Muchas empresas piden a los empleados un número de Seguridad Social, así que algunos inmigrantes indocumentados usan números ajenos o inventados para conseguir empleo y poder trabajar.
- El temor a perder el empleo o a ser reportado a las autoridades hace que la mayoría acepte la deducción de impuestos aunque nunca vaya a recuperar ese dinero.
- La falta de una reforma migratoria que abra canales legales para la regularización impide que quienes ya han contribuido con gran parte de su salario reclamen beneficios más adelante.
Diferencias con otros impuestos
Además de los impuestos sobre la nómina, los inmigrantes indocumentados también pagan otros impuestos indirectos y directos, como ventas o alquileres. Según estudios del California Budget & Policy Center, en ese estado solo, los inmigrantes indocumentados aportan casi $8.5 mil millones en impuestos al año al conjunto de servicios públicos, incluyendo educación y salud. Sin embargo, para la Seguridad Social, el efecto es todavía más claro: sus pagos ayudan a sostener el sistema, pero ellos no lo usan.
Limitaciones de los datos
Las estimaciones varían porque las aportaciones no siempre quedan registradas con precisión. Algunas veces, los números usados no corresponden con un trabajador real, lo que dificulta rastrear exactamente cuánto aporta cada persona y si alguna vez podrían calificar para un beneficio. Además, si bien los informes son claros en cuanto al aporte bruto, el efecto a largo plazo puede cambiar si las leyes sobre regularización cambian en el futuro, permitiendo que más inmigrantes puedan reclamar algún día.
El contexto social y político
El debate sobre la inmigración indocumentada suele centrarse en la carga que supuestamente estos trabajadores generan. Sin embargo, los datos muestran que, lejos de ser una carga, los inmigrantes indocumentados ayudan a sostener y reforzar programas públicos. Sus aportes al sistema de Seguridad Social retrasan, aunque sea por años, el momento en que podría faltar el dinero para cubrir las pensiones existentes.
También es importante ver la contribución más allá de lo monetario. Muchos inmigrantes indocumentados realizan trabajos esenciales en agricultura, construcción, servicios y cuidado, apoyando así el funcionamiento general de la economía estadounidense.
Pronóstico y futuro
Reflejar la importancia del peso económico de los inmigrantes indocumentados pone en cuestión muchos mitos. Expertos predicen que, si las leyes no cambian, el superávit neto creado por sus aportes seguirá creciendo cada año. Si en algún momento se abriera una vía para la regularización, una pequeña porción de estos trabajadores podría empezar a recibir beneficios, pero aun en ese caso, el efecto neto seguiría siendo positivo para el sistema, debido a los muchos años de pagos previos que no se habrían reclamado.
Pasos a considerar y recursos útiles
Cualquier persona interesada en cómo funciona el sistema de Seguridad Social con respecto a los inmigrantes —sean indocumentados, residentes legales o ciudadanos— puede encontrar información oficial y actualizada en el sitio web de la Administración del Seguro Social. Esta fuente ayuda a entender los requisitos para pedir beneficios, los derechos de cada persona y las últimas modificaciones de la ley.
En conclusión
Los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos 🇺🇸 sostienen el sistema de Seguridad Social con su trabajo y sus impuestos sobre la nómina, pero sus contribuciones rara vez se convierten en beneficios personales. El aporte “invisible” de este grupo mejora la salud financiera del fondo público más grande y vital del país y respalda la jubilación de millones, a pesar de no recibir reconocimiento ni retribución directa. Las cifras y los expertos coinciden en que el efecto neto es claramente positivo: pagan mucho y reciben muy poco o nada a cambio. De este modo, los inmigrantes indocumentados no son beneficiarios, sino contribuyentes silenciosos del bienestar común. Si el debate migratorio se centra en los números y los hechos, esta realidad no puede pasarse por alto.
Aprende Hoy
Inmigrantes indocumentados → Personas que viven en Estados Unidos sin estatus legal ni autorización de trabajo registrada.
Seguridad Social → Programa federal que otorga pensiones y beneficios por jubilación, incapacidad o fallecimiento mediante fondos recaudados.
Impuestos sobre la nómina → Deducciones automáticas del salario de los trabajadores para financiar Seguridad Social y Medicare.
Fondos no reclamados → Dinero pagado al sistema que no es devuelto a quien aportó, por no cumplir requisitos legales.
Créditos laborales → Registro de años y salarios trabajados que determinan el derecho a recibir beneficios de Seguridad Social.
Este Artículo en Resumen
Los inmigrantes indocumentados aportan miles de millones a la Seguridad Social mediante impuestos sobre la nómina, pero no pueden acceder a los beneficios. En 2022, sus contribuciones sumaron $25.7 mil millones, fortaleciendo el fondo para todos. Su contribución “invisible” sostiene el sistema, aunque rara vez reciben un retorno directo.
— Por VisaVerge.com
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