Puntos Clave
• El gobierno canceló el alojamiento de solicitantes de asilo en la Fábrica de Coolock el 16 de mayo de 2025.
• La reducción a la mitad de solicitudes de asilo permite al Estado analizar nuevas instalaciones IPAS con mayor cautela.
• Protestas, incendios y demoras en permisos provocaron el abandono definitivo del proyecto de centro para protección internacional.
El gobierno de Irlanda ha decidido cancelar oficialmente los planes para albergar a solicitantes de asilo en la antigua Fábrica de Coolock, ubicada en el norte de Dublín. Este cambio se hizo público el 16 de mayo de 2025, y representa una decisión importante por parte de las autoridades irlandesas, ya que durante casi dos años el sitio permaneció bajo consideración como posible centro de alojamiento para quienes buscan protección internacional. La cancelación de este proyecto refleja los desafíos que enfrenta el país para equilibrar la acogida de personas necesitadas de protección con las preocupaciones de la comunidad local y la presión sobre los servicios disponibles.
El origen del proyecto y el papel de la Fábrica de Coolock

La Fábrica de Coolock, antes conocida como la sede de Crown Paints, se propuso como posible solución al problema de alojamiento de solicitantes de asilo ante el crecimiento de las llegadas a Irlanda. Desde el verano de 2023, un grupo proveedor había trabajado en un plan para transformar la fábrica en un centro del Servicio Internacional de Alojamiento de Protección, un organismo encargado de organizar la acogida y residencia de personas que buscan refugio en el país.
Este tipo de instalaciones, conocidas bajo las siglas IPAS (por International Protection Accommodation Service), se dedican a atender necesidades básicas de alojamiento, salud y bienestar de quienes están en proceso de obtener asilo o protección internacional.
El motivo para elegir la Fábrica de Coolock era amplio: el edificio ofrecía un gran espacio ya sin uso para fines industriales, situado en una zona con acceso a servicios y transporte. Las autoridades nacionales, a través del Departamento de Justicia, evaluaron la propuesta basándose en diferentes criterios, que incluyen el potencial del edificio, su ubicación, los costos asociados para el Estado, la facilidad para cumplir las normas exigidas, la localización en la comunidad y su acceso a recursos básicos, así como el efecto que la llegada de nuevos residentes podría tener en la zona.
Sin embargo, varias dificultades surgieron desde el inicio. Además de los problemas comunes de adaptación de edificaciones viejas a un nuevo propósito, la oposición local se convirtió en un obstáculo fundamental para la viabilidad del proyecto.
Oposición, protestas y ambiente de violencia
La iniciativa de utilizar la Fábrica de Coolock para albergar a solicitantes de asilo generó una fuerte oposición en la comunidad vecina. Se organizaron manifestaciones casi continuas en los alrededores de la fábrica. Los desacuerdos entre manifestantes y la policía de Irlanda (denominada gardaí) alcanzaron niveles preocupantes, llegando incluso a estallar episodios de violencia. Se reportaron varios incendios en el mismo lugar de la fábrica después del anuncio de la propuesta, algunos vinculados a los disturbios y tensiones sociales que rodearon la noticia.
Durante meses, la presencia de protestas mantenía en situación tensa tanto a las autoridades como a los posibles beneficiarios del centro. Los habitantes del área expresaron su preocupación por la llegada de un nuevo grupo de residentes, en su mayoría personas extranjeras sin apoyo familiar local. Algunos temían un aumento en la presión sobre los servicios públicos, la seguridad y la posible alteración de la vida cotidiana en Coolock. Al mismo tiempo, varios grupos y representantes políticos denunciaron actos de xenofobia y recordaron la importancia del respeto y la solidaridad hacia quienes buscan refugio.
El prolongado desarrollo de la propuesta
Las razones principales para la cancelación del proyecto, según la carta oficial enviada por el Departamento de Justicia a los representantes públicos locales, se centran en la “naturaleza prolongada de las etapas de desarrollo y planificación” del plan. En otras palabras, el procedimiento para convertir la Fábrica de Coolock en un centro del Servicio Internacional de Alojamiento de Protección se enfrentó a tantas demoras, obstáculos legales, técnicos y de aceptación social, que el gobierno decidió no considerar más esta opción.
De acuerdo con análisis de VisaVerge.com, el proceso para establecer centros de alojamiento para solicitantes de asilo en Irlanda suele ser lento y aparece limitado por un marco regulatorio rígido, así como por la necesidad de consultar tanto a las comunidades locales como a las distintas fuerzas políticas. Los requerimientos de los proyectos IPAS van más allá de simplemente disponer de un espacio físico. Hay exigencias relacionadas con la privacidad, el acceso a servicios esenciales, la calidad del alojamiento y la promoción de la integración social.
Evaluando todas las ofertas de alojamiento
Las autoridades subrayaron que todas las ofertas de sitios para alojar a solicitantes de asilo pasan por una evaluación detallada. Entre los elementos que considera el gobierno figuran:
- El estado físico y potencial de la estructura.
- Si el costo resulta razonable para el Estado.
- Las cuestiones de planeación, incluyendo los permisos necesarios y las obras para cumplir los estándares mínimos requeridos.
- Las condiciones del entorno: ubicación, nivel de integración social y acceso a recursos comunitarios.
- La cercanía y facilidad de acceso a servicios educativos, sanitarios y de transporte.
- El bienestar, la salud mental y física de los residentes previstos.
- La urgencia y escala de las necesidades actuales del sector de protección internacional.
En un primer momento, la Fábrica de Coolock figuraba como una de las soluciones posibles para responder a la presión por plazas de alojamiento generada por el aumento de personas solicitantes de asilo en los últimos años. Sin embargo, las complicaciones y la creciente hostilidad local resultaron determinantes para apartar esta alternativa.
Descenso en las cifras de solicitantes de asilo
Esta decisión de abandonar el uso del sitio de Coolock coincide con una noticia relevante: el número de personas solicitando asilo en Irlanda se ha reducido a la mitad en el último año, según los últimos datos. Esta baja en la demanda influye directamente sobre la perspectiva del gobierno respecto a los centros IPAS y permite adoptar lo que han descrito como un enfoque más “pragmático”. En un escenario de cifras en descenso, el apuro por habilitar nuevos centros disminuye y el Estado puede ser más selectivo en la aprobación de nuevos alojamientos.
Impacto en los grupos afectados
Para los solicitantes de asilo, la cancelación de la propuesta en la Fábrica de Coolock significa una opción menos para encontrar residencia temporal durante la tramitación de sus casos. El proceso de solicitud puede tomar varios meses, y contar con un techo digno resulta fundamental para su seguridad y dignidad.
Al mismo tiempo, para la comunidad local de Coolock, esta decisión podría interpretarse como una respuesta a sus demandas de mayor consulta y diálogo antes de llevar adelante cambios importantes en la localidad. Sin embargo, también deja abierto el debate sobre la mejor forma de equilibrar el deber de solidaridad internacional con el respeto a la voz y preocupaciones de las comunidades receptoras.
En el plano nacional, esta situación refleja los retos que enfrenta Irlanda al fijar su política migratoria y de protección internacional. Existen tensiones entre la obligación moral y legal de recibir a quienes huyen de la violencia y la persecución, y las necesidades de asegurar la cohesión y aceptación social en las áreas donde se ubican los centros de acogida.
Críticas al manejo gubernamental del asunto
La gestión gubernamental del proyecto de la Fábrica de Coolock fue objeto de numerosas críticas. Algunos representantes políticos y grupos comunitarios han solicitado una investigación sobre lo que describen como la “caótica” administración del caso. Acusan a las autoridades de no haber actuado con la debida diligencia para anticipar y desactivar los conflictos locales, señalando falta de claridad en la comunicación y una mala coordinación entre organismos responsables.
Según información del Irish Times y otros medios, la falta de una hoja de ruta clara fue uno de los principales problemas. Otros señalan que los planes de alojamiento para solicitantes de asilo requieren mayor trabajo con las comunidades desde el principio y un enfoque transparente para construir confianza.
Contexto histórico y comparación con otros centros
Cabe recordar que el tema del alojamiento de solicitantes de asilo ha ocupado espacio en la agenda pública de Irlanda durante más de una década. A lo largo de estos años, el país ha ido modificando sus políticas para alejarse de modelos polémicos como el sistema de “Direct Provision”, que limitaba la autonomía de sus residentes.
El crecimiento de los flujos migratorios y la variedad de orígenes de quienes buscan protección obligan a ajustar las estrategias constantemente. El gobierno ha invertido en la mejora de instalaciones y la ampliación de servicios, pero el caso de la Fábrica de Coolock pone de relieve cómo cada nuevo proyecto puede encontrar resistencias y obstáculos inesperados.
Problemas de aceptación y modelos alternativos
Un punto delicado es la preocupación de las comunidades locales sobre el impacto de los nuevos centros en el vecindario. Temores referentes a seguridad, presión sobre las escuelas, los servicios de salud o el transporte público han sido recurrentes en casos similares.
Frente a estas inquietudes, organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos insisten en la importancia de informar y trabajar de la mano con la ciudadanía. Argumentan que una planificación transparente y una comunicación constante ayudan a disminuir los prejuicios y favorecen la integración de los solicitantes de asilo.
¿Qué sigue después de la cancelación?
Tras este giro en los planes para la Fábrica de Coolock, el gobierno irlandés debe seguir buscando soluciones para alojar y proteger dignamente a quienes llegan al país en busca de asilo. La reducción reciente en el número de solicitantes puede dar tiempo a planificar alternativas más consensuadas.
Las autoridades han reiterado su compromiso con el cumplimiento de las obligaciones legales internacionales en materia de derechos humanos y migración. Expresan que el Estado continuará evaluando propuestas para nuevos centros del Servicio Internacional de Alojamiento de Protección, pero buscarán hacerlo con mayor atención a las etapas de consulta ciudadana y transparencia.
Para las personas interesadas en la política nacional de asilo o en los procesos de alojamiento gestionados por el Servicio Internacional de Alojamiento de Protección, pueden obtener información directa a través de la página oficial del gobierno irlandés sobre protección internacional.
Conclusiones y puntos para el futuro
El caso de la Fábrica de Coolock es un buen ejemplo de los complejos retos que enfrentan las naciones como Irlanda 🇮🇪, que deben equilibrar la acogida a quienes huyen de situaciones graves con la gestión responsable ante sus ciudadanos. El proyecto fallido recuerda la importancia de la participación comunitaria, la planificación detallada y la atención a los riesgos sociales.
Sin una estrategia clara de comunicación y diálogo, incluso los planes mejor intencionados pueden terminar en conflicto y rechazo. Irlanda 🇮🇪 debe seguir adaptando sus modelos de acogida a un contexto cambiante, mientras protege los derechos de los solicitantes de asilo y apoya a sus comunidades.
La experiencia de Coolock invita a repensar cómo se planifican y ejecutan estos proyectos. Las próximas propuestas en este ámbito probablemente serán observadas con mayor escrutinio, mientras el país avanza hacia modelos de integración más justos y sostenibles.
Para todos los interesados, seguir el desarrollo de la política nacional respecto al Servicio Internacional de Alojamiento de Protección y la situación de los solicitantes de asilo será fundamental en los próximos años. La lección más clara es que la colaboración y la transparencia pueden marcar la diferencia para evitar tensiones como las que se vivieron alrededor de la Fábrica de Coolock.
Aprende Hoy
Solicitantes de asilo → Personas que piden protección internacional por temer persecución en su país de origen o residencia.
Servicio Internacional de Alojamiento de Protección (IPAS) → Organismo público responsable de coordinar alojamiento y servicios para quienes buscan asilo en Irlanda.
Permiso de planeamiento → Autorización oficial para modificar un edificio o instalar un centro, tras análisis de impacto y consultas.
Gardaí → Policía nacional de Irlanda, encargada del orden público y seguridad, especialmente presente durante protestas.
Integración social → Proceso mediante el cual personas recién llegadas se incorporan a la vida, servicios y cultura de la sociedad receptora.
Este Artículo en Resumen
Las autoridades irlandesas descartaron transformar la Fábrica de Coolock en un centro IPAS para solicitantes de asilo, debido a demoras, disturbios y baja en demandas. La caída en solicitudes de asilo les permite planificar con más cautela, priorizando transparencia, consenso local y soluciones sostenibles para alojamiento y protección internacional en Irlanda.
— Por VisaVerge.com
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