Puntos Clave
• Quiet Skies finalizó el 5 de junio de 2025 tras críticas por uso político y falta de transparencia.
• El programa costaba alrededor de 200 millones de dólares al año y vigilaba hasta 50 personas.
• La TSA enfocará la seguridad en amenazas reales, reforzando libertades civiles y supervisión.
El 5 de junio de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció oficialmente la terminación del programa Quiet Skies, una iniciativa de vigilancia de pasajeros aéreos gestionada por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA). Este programa, que estuvo activo desde 2010, ha sido objeto de críticas bipartidistas debido a su uso político y falta de transparencia. La decisión de poner fin a Quiet Skies marca un cambio significativo en las políticas de seguridad aérea en Estados Unidos 🇺🇸, con implicaciones importantes para viajeros, empleados de la TSA y defensores de las libertades civiles.
¿Qué fue el programa Quiet Skies y por qué se terminó?

Quiet Skies fue creado en 2010 con el objetivo declarado de monitorear a pasajeros que mostraban patrones de viaje sospechosos, incluso si no estaban en listas oficiales de vigilancia. La idea era detectar posibles amenazas terroristas mediante la observación discreta de individuos en aeropuertos y vuelos. Sin embargo, con el tiempo, el programa fue acusado de ser “politizado” y “armado” para vigilar a opositores políticos y favorecer a personas con conexiones políticas o económicas.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, afirmó que Quiet Skies se convirtió en “un rolodex político de la Administración Biden, usado contra sus enemigos políticos y para beneficiar a sus amigos adinerados”. Esta declaración refleja la preocupación de que el programa no cumplía con su misión de seguridad, sino que se desviaba hacia objetivos partidistas.
El programa tenía un costo anual aproximado de 200 millones de dólares y permitía la vigilancia de hasta 50 personas simultáneamente, durante un máximo de tres vuelos o tres meses, lo que ocurriera primero. La vigilancia incluía observaciones detalladas sobre el comportamiento de los pasajeros, como el uso del baño, signos de nerviosismo o el uso de dispositivos electrónicos.
Contexto y antecedentes históricos
Quiet Skies fue lanzado en 2010 como una medida para detectar amenazas que no aparecían en las listas tradicionales de vigilancia. Sin embargo, no fue hasta 2018 que el programa salió a la luz pública tras investigaciones periodísticas que revelaron su naturaleza secreta y la falta de supervisión clara. Desde entonces, el programa enfrentó críticas constantes por parte de legisladores, grupos de derechos civiles y expertos en seguridad.
Entre 2018 y 2024, se realizaron múltiples investigaciones y audiencias en el Congreso, donde se cuestionó la efectividad del programa y su impacto en las libertades civiles. Denuncias de ex agentes y filtraciones indicaron que Quiet Skies no solo carecía de criterios claros para seleccionar a los pasajeros, sino que también se usaba para vigilar a figuras políticas como la ex congresista Tulsi Gabbard y al esposo de la senadora Jeanne Shaheen, lo que alimentó las acusaciones de favoritismo y abuso.
¿Cómo funcionaba Quiet Skies?
El proceso de vigilancia bajo Quiet Skies seguía varios pasos:
- Selección: Los individuos eran identificados mediante patrones de viaje, asociaciones o criterios no transparentes. No existía un listado público ni se informaba a los afectados sobre su inclusión.
- Vigilancia: Agentes encubiertos de la TSA observaban a los pasajeros en aeropuertos y vuelos, registrando detalles sobre su comportamiento.
- Duración: La vigilancia podía durar hasta tres vuelos o tres meses, salvo que se detectara un riesgo mayor.
- Evaluación y retiro: Si no se encontraba ninguna amenaza, la persona era retirada de la lista; de lo contrario, la vigilancia continuaba.
Este método generó preocupación por la invasión a la privacidad y la falta de garantías legales para los pasajeros vigilados.
Reacciones y perspectivas de los actores involucrados
Para los viajeros
La eliminación de Quiet Skies significa que los pasajeros ya no serán vigilados de forma secreta y basada en comportamientos subjetivos por agentes encubiertos, a menos que estén en listas oficiales o bajo investigación activa. Esto representa un alivio para quienes temían ser objeto de vigilancia sin justificación clara.
Para la TSA y los agentes encubiertos
El futuro del personal asignado a Quiet Skies es incierto. Algunos podrían ser reasignados a otras funciones dentro de la TSA, mientras que el programa de agentes encubiertos continuará, pero con un enfoque renovado en amenazas reales y verificables.
Para las libertades civiles
Grupos como la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU) celebran la terminación del programa, que consideraban una violación a la Primera Enmienda y a los derechos de privacidad. La falta de transparencia y la posibilidad de sesgo algorítmico habían sido puntos críticos en sus denuncias.
Para el gobierno y legisladores
La secretaria Noem y varios legisladores, incluyendo al senador Rand Paul y al representante Mark Green, han pedido una investigación completa sobre el uso político del programa. Se espera que el Congreso supervise de cerca las reformas para evitar futuros abusos.
Implicaciones políticas y sociales
La terminación de Quiet Skies llega en un momento de fuerte debate sobre el equilibrio entre seguridad y derechos civiles. La administración Trump, que regresó al poder, ha prometido restaurar la “integridad, privacidad y aplicación igualitaria de la ley para todos los estadounidenses”. Esto implica un cambio hacia políticas de seguridad más transparentes y respetuosas de las libertades individuales.
Además, la revelación de que figuras políticas, periodistas y hasta miembros de familias reales extranjeras estaban exentos de ciertas medidas de seguridad ha generado desconfianza y cuestionamientos sobre la equidad del sistema.
¿Qué sigue después de Quiet Skies?
El DHS ha asegurado que, aunque Quiet Skies termina, otras funciones de seguridad y revisión continuarán para proteger la aviación. Se espera que la TSA enfoque sus recursos en amenazas concretas y verificables, evitando programas que puedan ser usados con fines políticos.
La secretaria Noem y otros líderes han solicitado una investigación exhaustiva para esclarecer cómo se usó el programa y garantizar que no se repitan abusos. Además, grupos de derechos civiles presionarán para que se implementen salvaguardas que protejan a los ciudadanos de vigilancia injustificada.
Recursos oficiales y cómo obtener más información
Para quienes deseen conocer más sobre las políticas de seguridad aérea o presentar quejas relacionadas con vigilancia indebida, pueden consultar las siguientes fuentes oficiales:
- Departamento de Seguridad Nacional: www.dhs.gov
- Administración de Seguridad en el Transporte: www.tsa.gov
- Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes: homeland.house.gov
- Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado: www.hsgac.senate.gov
Además, el DHS cuenta con una Oficina para los Derechos Civiles y las Libertades Civiles donde se pueden presentar denuncias relacionadas con vigilancia o discriminación.
Análisis final y conclusiones
La eliminación del programa Quiet Skies representa un paso importante para restaurar la confianza en las políticas de seguridad aérea en Estados Unidos 🇺🇸. Aunque la seguridad sigue siendo una prioridad, el uso de programas secretos y sin supervisión clara puede socavar los derechos fundamentales y generar desconfianza pública.
Este caso muestra cómo las políticas de seguridad pueden desviarse de su propósito original y ser usadas con fines políticos, afectando a ciudadanos comunes y figuras públicas por igual. La transparencia, la supervisión y el respeto a las libertades civiles son esenciales para mantener un sistema justo y efectivo.
Según análisis de VisaVerge.com, la terminación de Quiet Skies podría servir como un ejemplo para otros países que buscan equilibrar la seguridad con los derechos individuales, evitando programas que puedan ser explotados políticamente.
Resumen de datos clave del programa Quiet Skies
Aspecto | Detalles |
---|---|
Inicio | 2010 |
Fin | 5 de junio de 2025 |
Costo anual | Aproximadamente 200 millones de dólares |
Duración vigilancia | Hasta 3 vuelos o 3 meses por persona |
Número de personas vigiladas | Hasta 50 simultáneamente (según reportes históricos) |
Críticas principales | Uso político, falta de transparencia, violación de derechos civiles |
Apoyo histórico | Algunos funcionarios de seguridad |
Críticas | Grupos de derechos civiles, legisladores bipartidistas |
Estado actual | Terminado |
En conclusión, la decisión del Departamento de Seguridad Nacional de poner fin al programa Quiet Skies responde a preocupaciones legítimas sobre la privacidad, la equidad y la eficacia en la seguridad aérea. Los próximos meses serán clave para definir cómo se reformarán las políticas de vigilancia y qué medidas se implementarán para proteger tanto la seguridad como los derechos de los viajeros en Estados Unidos 🇺🇸.
Aprende Hoy
Quiet Skies → Programa de la TSA que vigilaba en secreto a pasajeros desde 2010 hasta 2025 por comportamientos sospechosos.
Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) → Agencia estadounidense responsable de la seguridad y supervisión en aeropuertos.
Vigilancia → Observación cercana y discreta de actividades de personas para detectar amenazas o riesgos.
Lista de vigilancia → Registro oficial de personas consideradas con riesgos para la seguridad y sujetas a control especial.
Uso político → Utilización de programas de seguridad para atacar a opositores políticos en vez de amenazas reales.
Este Artículo en Resumen
El Departamento de Seguridad Nacional terminó el programa Quiet Skies el 5 de junio de 2025. Esta iniciativa vigilaba pasajeros sospechosos, pero enfrentó críticas por abuso político y violaciones a la privacidad. Su fin marca un cambio hacia la seguridad aérea basada en amenazas reales y respeto a derechos civiles.
— Por VisaVerge.com