Puntos Clave
- Jose Ceballos, alcalde de Coldwater y residente permanente, fue acusado el 5 de noviembre de 2025 con seis cargos graves.
- Fiscalía alega que votó en 2022, 2023 y 2024; riesgo de más de cinco años de cárcel y $200,000 en multas.
- Ceballos ganó reelección el 4 de noviembre de 2025 con casi 83% pero no será juramentado en enero 2026 sin ciudadanía.
(COLDWATER, KANSAS) El alcalde de Coldwater, Kansas, Jose Ceballos, fue acusado el 5 de noviembre de 2025 de seis cargos graves de fraude electoral y perjurio por supuestamente votar en las elecciones de 2022, 2023 y 2024 a pesar de no ser ciudadano estadounidense, siendo residente permanente legal en Estados Unidos. Las acusaciones, presentadas por el fiscal general de Kansas, Kris Kobach, y el secretario de Estado de Kansas, Scott Schwab, señalan que Ceballos participó activamente en el proceso democrático a pesar de no cumplir con el requisito fundamental de ciudadanía para votar, un detalle que ha colocado a Coldwater en el centro de un debate que va mucho más allá de una simple acusación penal.

Kobach afirmó en un comunicado que
“In Kansas, it is against the law to vote if you are not a U.S. citizen. We allege that Mr. Ceballos did it multiple times.”
Estas palabras, pronunciadas en una rueda de prensa en la que participaron también Schwab y representantes de las fuerzas de seguridad, subrayan la gravedad de las acusaciones y la intención de las autoridades de enfatizar que, en su lectura de la ley, la ciudadanía es un requisito innegociable para ejercer el derecho al voto. Además, Kobach añadió:
“In large part, our system right now is based on trust, trust that when the person signs the registration or signs the poll books saying that he is a qualified elector or that he is a United States citizen, that the person is telling the truth. In this case, we allege that Mr. Ceballos violated that trust.”
Estas declaraciones, que sitúan el caso en un marco de confianza ciudadana y vigilancia, destacan la expectativa de que cada votante cumpla con los criterios constitucionales y legales para participar en las urnas.
La investigación, que se ha desarrollado con la participación de agentes especiales Nate Humble y Matt Simpson, y que está siendo dirigida por la Fiscalía de Kansas, se ha sustentado en un hallazgo algorítmico y documental derivado de un nuevo registro federal de no ciudadanos, una herramienta que, según las autoridades, permite identificar a personas que podrían estar inscritas en el censo electoral sin haber obtenido la ciudadanía. Schwab subrayó que
“If a person who is not a U.S. citizen actually ends up on the ballot for an office, then a US citizen lost the opportunity to obtain that office.”
La afirmación remarca la lógica de que la presencia de un no ciudadano en la boleta electoral desplaza a un votante elegible y, por extensión, podría afectar la composición de las autoridades elegidas.
Los cargos presentados contra Ceballos, un político que previamente sirvió como concejal de la ciudad antes de ser elegido alcalde, son seis en total: tres por votar sin estar cualificado y tres por perjurio electoral. Si se le declara culpable, podría enfrentar más de cinco años de prisión y multas que podrían alcanzar los 200.000 dólares. Estas cifras, junto con el recuento de las supuestas votaciones, ofrecen una proyección de la magnitud potencial del caso y de su impacto en el escrutinio público de Kansas. En el momento de los hechos, Ceballos fue reelegido alcalde de Coldwater el 4 de noviembre de 2025, con casi el 83% de los votos, un resultado que resalta la complejidad de la situación: el cargo público permanece en la actualidad en manos del propio Ceballos, pero su juramento para un nuevo mandato en enero podría verse afectado si la ciudadanía no se demuestra antes de esa fecha.
El propio Kobach subrayó que
“The only way you can discover that a non-citizen is on the voter rolls is if some sort of external information comes to light which indicates that that person is not a U.S. citizen.”
En este sentido, la investigación no parte de un hallazgo casual, sino de un cruce de informaciones que, de conseguirse de forma independiente, podría activar medidas judiciales y administrativas de mayor alcance. La investigación se ha llevado a cabo sin que se hayan publicado declaraciones directas de Ceballos ni de votantes afectados, y la ciudad de Coldwater se ha limitado a señalar que permitirá que el proceso legal siga su curso antes de emitir comentarios adicionales.
La dimensión local del caso ha rebasado, sin duda, la esfera judicial. Coldwater, un municipio pequeño, ha visto cómo un hecho de estas características puede agudizar el debate sobre la integridad de los padrones electorales y la necesidad de mecanismos de verificación más eficaces. Aunque Kansas permitió históricamente que la ciudadanía fuera verificada de forma descentralizada, la situación actual de la ley ha estado marcada por un proceso de revisión y por algunas restricciones heredadas de acciones anteriores a nivel federal. En 2018, un tribunal federal anuló una ley de Kansas que exigía prueba de ciudadanía para votar, lo que ha contribuido a la actual configuración en la que la verificación de la ciudadanía para ocupaciones electivas se apoya mayormente en la autorreconocimiento y en las potestades de gobierno local, lo que, según las autoridades, aumenta la responsabilidad de cada votante y de cada candidato para no comprometer la integridad del proceso.
En un marco más amplio, las declaraciones de Kobach sobre la participación de no ciudadanos en el voto están ancladas en un tono que busca presentar el fenómeno como una amenaza real, algo que, según su visión,
“happens. Every time a noncitizen votes, it effectively cancels out a U.S. citizen’s vote.”
Estas palabras, repetidas por la maquinaria de comunicación del fiscal, buscan sostener la narrativa de que la ciudadanía es el pilar del sistema democrático y que cualquier violación de esa regla es una responsabilidad que debe ser perseguida con rigor legal.
Por su parte, Schwab añadió un comentario contundente que ya ha generado discusión entre observadores y analistas:
“If a person who is not a U.S. citizen actually ends up on the ballot for an office, then a US citizen lost the opportunity to obtain that office.”
Esta declaración, presentada en el mismo marco informativo, resalta la preocupación de que la presencia de no ciudadanos en los procesos electivos no sólo afecta la equidad de una elección, sino también las oportunidades de los ciudadanos para ocupar cargos públicos.
La valoración de la ciudadanía y el estatus de residencia de Ceballos, que está casado con la descripción de un político local que, hasta ahora, ha ejercido su función, es central para entender el significado del caso. La ciudad de Coldwater, a través de sus autoridades, ha dejado claro que permitirá que el proceso legal transcurra sin comentarios extra hasta que las autoridades emitan una resolución definitiva. Pero, desde un punto de vista práctico, la historia ya está teniendo un efecto visible: el hecho de que un alcalde reelegido esté ahora en el centro de una acusación de no ser ciudadano y de votar en varias elecciones ha generado una conversación ciudadana y mediática sobre la legitimidad de las votaciones, la verificación de la ciudadanía y el papel de las agencias electorales en la detección de posibles irregularidades.
Este caso, que comenzó con una detección que, según las autoridades, no habría sido posible sin el cruce de herramientas digitales modernas, plantea preguntas sobre el alcance de las búsquedas y las garantías para evitar errores que podrían afectar directamente a la soberanía de la ciudadanía. La seguridad de que cada votante es elegible para votar depende, en gran medida, de la confianza que el sistema público tiene en la verdad de las declaraciones de los electores. Las autoridades, en este sentido, sostienen una visión de que esas declaraciones deben ser verificadas a partir de fuentes externas y no sólo de la memoria de los votantes, un matiz que podría hacer que futuras investigaciones tengan un peso distinto en el escrutinio de los padrones.
En el plano práctico, el caso de Jose Ceballos ha puesto sobre la mesa una conversación que, a la luz de las declaraciones de Kobach y Schwab, podría tener impactos a largo plazo en la forma en que Kansas maneja la ciudadanía y el voto de los residentes permanentes legales. Los fiscales señalan que, de ser encontrados culpables, las consecuencias serán severas, y el marco legal existente en Kansas para oficiales electos exige que estos individuos estén en pleno derecho de votar. Entre las complicaciones, la posibilidad de que Ceballos no sea juramentado para un nuevo mandato en enero de 2026, a menos que adquiera la ciudadanía, añade una tensión adicional a la vida política local, así como a la gobernabilidad de la ciudad que lo eligió.
El caso también destaca un choque entre la necesidad de salvaguardar la integridad electoral y las complejidades que surgen en comunidades con dinámicas migratorias variables. Coldwater, que ha visto a su alcalde reelegirse con un amplio respaldo, podría sentirse escogido entre la presión de un escrutinio más intenso y la necesidad de demostrar que sus procesos son transparentes y conformes a la ley. Aunque la ciudad no ha emitido un comentario definitivo, sí ha dejado claro que respetará el proceso legal y que aguardará las resoluciones judiciales para cualquier postura pública adicional.
Este episodio, que sitúa a Jose Ceballos en el centro de un debate nacional sobre la verificación de la ciudadanía, llega en un momento en el que la protección de los procesos electorales se mantiene en el centro de la conversación pública. A medida que se desarrolle el caso, la atención se centrará en si las autoridades pueden demostrar que Ceballos votó sin estar cualificado y, por extensión, si se puede afirmar que cometió perjurio electoral en múltiples ocasiones. Las autoridades, por su parte, insistirán en la necesidad de salvaguardar la verdad electoral y demostrar que el voto de cada ciudadano debe ser protegido frente a cualquier intento de desvirtuarlo por la votación de no ciudadanos.
En paralelo, el debate sobre la política de ciudadanía y votación en Kansas continúa. El hecho de que la ley nacional haya sufrido un revisionismo y que solo cuatro estados mantengan políticas de prueba de ciudadanía refuerza la percepción de que la verificación de la ciudadanía no es uniforme en todo el país. En este contexto, el caso de Coldwater podría convertirse en un punto de referencia para futuros debates legislativos, así como para la forma en que las autoridades electorales abordan la detección y la prevención de posibles irregularidades en el padrón.
La historia de Jose Ceballos, que ha sido objeto de un escrutinio que combina lo político y lo legal, invita a una reflexión más amplia sobre los límites de la participación ciudadana y la responsabilidad de quienes ocupan cargos electos. La ciudadanía, y no sólo la residencia, se convierte en un elemento central de la legitimidad de la autoridad local, y, al mismo tiempo, en un recordatorio de que el voto es un derecho que debe ejercerse con pleno apego a la ley.
Para los vecinos de Coldwater, la pregunta no es sólo si Ceballos será condenado o absuelto, sino qué mensaje enviará este proceso sobre la integridad de las elecciones y la confianza en el sistema democrático. Mientras tanto, el alcalde seguirá en su puesto por ahora, y la ciudad, a la espera de resolver el futuro inmediato, se mantiene a la expectativa de las próximas actuaciones judiciales. En cualquier caso, el caso de Jose Ceballos ya ha dejado una marca indeleble en Coldwater y en la conversación nacional sobre fraude electoral y ciudadanía, recordando a todos que cada voto es más que un acto individual; es parte de un sistema que exige prueba, verdad y responsabilidad.
Para quienes deseen comprender mejor los fundamentos de la ciudadanía y sus implicaciones en el voto, pueden consultar recursos oficiales que detallan los requisitos de ciudadanía y los procesos de naturalización en el sitio del gobierno de Estados Unidos, que ofrecen guía sobre los caminos hacia la ciudadanía y la elegibilidad para votar. En particular, las personas interesadas en la ciudadanía pueden revisar información relevante en el portal de Citizenship and Immigration Services (USCIS), donde se explican los criterios y procedimientos para adquirir la ciudadanía estadounidense.
La noticia llega en un momento en que el debate sobre fraude electoral y verificación de la ciudadanía continúa evolucionando, no solo en Kansas sino en el conjunto del país. Para Coldwater, el caso de Jose Ceballos, alcalde reelegido por casi el 83% de los votos, ha transformado la realidad local en una crónica de actualidad que podría resonar más allá de sus límites municipales. Con la investigación aún en curso y las autoridades encargadas de presentar pruebas bien fundamentadas, la ciudad esperará, como toda democracia, la claridad que da el debido proceso. Y mientras tanto, la pregunta persiste: ¿qué significa, en la práctica, vivir en un país en el que la ciudadanía es, ante todo, una condición para votar, y cómo se garantiza que esa condición se cumpla sin afectar la equidad de la representación?
Para el público, las palabras de Kobach, Schwab y los demás oficiales serán, en los próximos meses, una guía de lectura de la tensión entre la seguridad electoral y las libertades individuales. En Coldwater y en el estado, la ciudadanía y la elegibilidad de voto siguen siendo temas que importan, porque, al final, el voto es el hilo que teje la democracia, y la claridad de las reglas es el hilo que sostiene la validez de cada elección. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, Jose Ceballos, el alcalde de Coldwater, permanece en su cargo por el momento, con la ciudadanía a la espera de la resolución que determine si sus derechos como votante y su capacidad para servir como líder de su comunidad se ven afectadas por estas acusaciones, o si el proceso desmontará una acusación que, por ahora, solo está en el terreno de la justicia y la evidencia. Y así, entre citaciones, declaraciones oficiales y pruebas que deben ser presentadas ante un tribunal, Kansas y Coldwater avanzan en una historia que continúa desarrollándose, una historia que no sólo habla de una persona o de un municipio, sino de la forma en que una democracia lidia con las preguntas delicadas sobre quién vota y por qué.
Nota: para lectores interesados en la legalidad de la ciudadanía y el derecho al voto, se recomienda consultar recursos oficiales, incluyendo información sobre ciudadanía y naturalización en el sitio de USCIS: Ciudadanía y naturalización. Este enlace ofrece orientación sobre los requisitos y procesos para obtener la ciudadanía estadounidense, un tema central en el marco de este caso y en debates más amplios sobre fraude electoral y verificación de la ciudadanía.
Aprende Hoy
Residente permanente legal → Persona no ciudadana autorizada para vivir permanentemente en EE. UU.; no equivale a ciudadano estadounidense.
Perjurio electoral → Declarar falsamente bajo juramento en documentos relacionados con elecciones, delito penal sujeto a sanciones.
Padrones electorales → Listas oficiales de votantes registrados que usan las autoridades para verificar la elegibilidad para votar.
Prueba de ciudadanía → Documentación que demostraría la condición de ciudadano; Kansas no puede exigirla tras una decisión federal de 2018.
Este Artículo en Resumen
El 5 de noviembre de 2025, el fiscal general de Kansas acusó al alcalde Jose Ceballos de Coldwater de seis cargos por presunto voto de no ciudadano y perjurio en 2022–2024. Reelegido el 4 de noviembre con casi 83%, Ceballos sigue en el cargo pero no podrá juramentarse en enero de 2026 sin ciudadanía. La investigación comenzó tras una coincidencia en una base federal y subraya límites de verificación basados en la autorreclamación.
— Por VisaVerge.com
