Puntos Clave
• En marzo de 2025, se deportaron 238 migrantes venezolanos al penal de máxima seguridad CECOT.
• Solo el 22% de los deportados tenía antecedentes penales, la mayoría no violentos.
• La Administración Trump enfoca sus deportaciones en personas transgénero, aumentando riesgos en prisiones salvadoreñas.
La Administración Trump y su enfoque en la deportación de personas transgénero hacia prisiones en El Salvador
Desde su regreso al poder, la Administración Trump ha implementado políticas migratorias que han generado controversia a nivel nacional e internacional. Una de las medidas más preocupantes es el enfoque específico en deportar a personas transgénero hacia prisiones en El Salvador 🇸🇻, un país con un sistema penitenciario conocido por sus condiciones severas y violaciones a los derechos humanos. Este análisis detalla la situación actual, los acuerdos entre Estados Unidos 🇺🇸 y El Salvador, el impacto en la comunidad transgénero, y las implicaciones legales y humanitarias de estas acciones.

Acuerdo de deportación y operaciones actuales
La Administración Trump ha establecido un acuerdo con El Salvador para enviar deportados a un centro penitenciario de máxima seguridad conocido como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Este centro, el más grande de América, tiene capacidad para hasta 40,000 presos y está financiado parcialmente por Estados Unidos con un pago de 6 millones de dólares para mantener detenidos a migrantes venezolanos y otros considerados miembros de pandillas[8].
En marzo de 2025, se deportaron 238 migrantes venezolanos desde Estados Unidos hacia CECOT[1]. Según una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, muchos de los deportados sin antecedentes penales en Estados Unidos son catalogados como “terroristas, abusadores de derechos humanos, pandilleros y más”, aunque no tengan antecedentes criminales en el país[1]. Sin embargo, un análisis reveló que solo el 22% de los hombres en la lista de deportación tenían antecedentes penales, y la mayoría de los delitos eran no violentos[1].
Este acuerdo ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones en las prisiones salvadoreñas y la falta de garantías legales para los deportados.
Enfoque en personas transgénero
Un desarrollo alarmante es el enfoque explícito en deportar a personas transgénero. En una reunión en la Casa Blanca en abril de 2025, el presidente Trump y el presidente salvadoreño Nayib Bukele criticaron públicamente a las personas transgénero, especialmente a las mujeres trans en el deporte[3]. Esta retórica coincide con acciones políticas que afectan directamente a la comunidad transgénero.
El 25 de abril de 2025, la Administración Trump solicitó a la Corte Suprema que permita la aplicación de una prohibición a personas transgénero en las fuerzas armadas, mientras continúan los litigios sobre esta medida[2]. Esta prohibición se basa en una orden ejecutiva firmada al inicio del mandato de Trump, que argumenta que la identidad sexual de los miembros trans “conflictuaría con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado” y que afecta la preparación militar[2].
Marco legal y justificación
Para acelerar las deportaciones, la Administración Trump ha invocado la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma de 1798 que no se había usado desde la Segunda Guerra Mundial[1]. Esta ley permite al presidente deportar a extranjeros sin audiencias migratorias durante tiempos de guerra o invasión[1]. Durante su campaña, Trump mencionó usar esta ley para deportar a miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua, pero su aplicación ha sido mucho más amplia[1].
Estas acciones han enfrentado fuertes desafíos legales. En abril de 2025, varios tribunales federales emitieron fallos en contra de la administración en casos relacionados con inmigración, elecciones y programas de diversidad e inclusión[2]. Los abogados de la administración han solicitado a tribunales superiores y a la Corte Suprema que reviertan estas decisiones desfavorables[2].
Condiciones en las prisiones de El Salvador
Las prisiones salvadoreñas, incluyendo CECOT, enfrentan graves problemas de derechos humanos. Organizaciones como Human Rights Watch han documentado torturas, malos tratos, detenciones en aislamiento, violaciones al debido proceso y condiciones inhumanas, como falta de acceso a atención médica y alimentación adecuada[4]. Estas situaciones se agravan en el contexto del estado de emergencia declarado en El Salvador desde marzo de 2022, que suspendió derechos constitucionales básicos[4].
Algunos abusos documentados incluyen:
- Detenidos obligados a arrodillarse desnudos durante horas[4]
- Guardias que sumergen repetidamente a presos en barriles con agua helada, cubriendo sus cabezas[4]
- “Celdas de castigo” oscuras donde los presos deben dormir de pie por el hacinamiento y sin acceso regular a agua potable[4]
Desde la instauración del estado de emergencia, más de 350 personas han muerto en las cárceles salvadoreñas, según grupos locales de derechos humanos[4]. El sistema penitenciario está sobrepoblado, con aproximadamente 109,000 personas detenidas en instalaciones diseñadas para 70,000[4][6].
Impacto en solicitantes de asilo LGBTQ+
El caso de Andry Hernández Romero, un maquillador gay que huyó de Venezuela buscando asilo en Estados Unidos, ilustra el impacto humano de estas políticas. Hernández Romero fue detenido mientras esperaba su cita para solicitar asilo cerca de San Diego y fue deportado a CECOT[1]. Su abogado denunció que desapareció sin aviso y que no fue llevado a su audiencia judicial[1]. Familiares y abogados han perdido contacto con muchos deportados desde su llegada a El Salvador[1].
Este caso refleja la vulnerabilidad de personas LGBTQ+ que huyen de persecución y enfrentan riesgos adicionales al ser deportados a prisiones con condiciones extremas.
Desafíos legales y desarrollos recientes
El acuerdo de deportación con El Salvador enfrenta bloqueos judiciales en Estados Unidos. A finales de mayo de 2025, varios vuelos de deportación fueron detenidos por órdenes judiciales[7]. Sin embargo, la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, visitó CECOT en marzo de 2025 y afirmó que la administración seguirá trabajando con Bukele para aumentar el número de deportados enviados a El Salvador[7].
El presidente Bukele tenía prevista una visita a la Casa Blanca en abril de 2025 para discutir la ampliación del uso de CECOT para deportados desde Estados Unidos[8]. Funcionarios de la administración Trump, como Tom Homan, han declarado que el plan de deportación masiva comenzará con “los peores de los peores”, priorizando a personas con condenas y amenazas a la seguridad nacional[1].
Preocupaciones de derechos humanos y respuesta internacional
Organizaciones internacionales han expresado serias preocupaciones sobre estas deportaciones. Amnistía Internacional señaló que las reformas en El Salvador que entraron en vigor en febrero de 2025 “institucionalizan la privación de libertad como única respuesta estatal, incluso para niños, violando estándares internacionales de derechos humanos”[5].
Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, advirtió que “las autoridades exponen a niños y adolescentes a condiciones inhumanas que pueden constituir tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes”[5]. Estas preocupaciones se extienden a todas las poblaciones vulnerables, incluyendo a personas transgénero que enfrentan riesgos particulares en detención.
Defensores de derechos humanos piden el fin del estado de excepción en El Salvador y una revisión urgente de la situación humanitaria de los detenidos[7]. Insisten en la liberación de personas sin vínculos con pandillas, menores de edad, mujeres y personas mayores por razones humanitarias[7].
Implicaciones para migrantes, empleadores y comunidades
Estas políticas afectan a varios grupos:
- Migrantes y solicitantes de asilo: La amenaza de deportación a prisiones con condiciones extremas genera miedo y desconfianza hacia el sistema migratorio estadounidense, especialmente entre personas transgénero y LGBTQ+ que buscan protección.
- Familias y comunidades: La separación forzada y la incertidumbre sobre el paradero de deportados afectan emocionalmente a familias y comunidades migrantes.
- Empleadores: Las deportaciones masivas pueden generar escasez de mano de obra en sectores que dependen de trabajadores migrantes, afectando la economía local.
- Organizaciones de derechos humanos: Se enfrentan al reto de documentar abusos, brindar apoyo legal y presionar por cambios en políticas migratorias y penitenciarias.
Próximos pasos y recomendaciones para afectados
Para quienes están en proceso migratorio o enfrentan riesgo de deportación, se recomienda:
- Mantener contacto constante con abogados especializados en inmigración y derechos humanos.
- Documentar cualquier abuso o violación de derechos durante detenciones o procesos migratorios.
- Buscar apoyo en organizaciones que defienden los derechos de personas transgénero y migrantes.
- Estar atentos a cambios legales y decisiones judiciales que puedan afectar su situación.
Para más información oficial sobre procesos migratorios y derechos, se puede consultar la página del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos: https://www.dhs.gov/es.
Conclusión
La política de la Administración Trump de deportar personas transgénero a prisiones en El Salvador representa un giro preocupante en las políticas migratorias de Estados Unidos 🇺🇸. A pesar de los desafíos legales y la condena internacional, la administración parece decidida a continuar con estas deportaciones, mientras que las condiciones en las prisiones salvadoreñas y el estado de emergencia agravan los riesgos para los deportados.
La cooperación entre los presidentes Trump y Bukele fortalece estas medidas, dejando a las personas transgénero y a otros migrantes en una situación vulnerable, atrapados entre políticas restrictivas y violaciones documentadas a los derechos humanos. La vigilancia continua, la presión internacional y el apoyo legal son esenciales para proteger a estas poblaciones y garantizar que se respeten sus derechos fundamentales.
Según análisis de VisaVerge.com, estas políticas no solo afectan a los deportados, sino que también reflejan una tendencia más amplia de la Administración Trump hacia medidas migratorias cada vez más duras y selectivas, con impactos profundos en comunidades vulnerables y en la imagen internacional de Estados Unidos 🇺🇸.
Este panorama exige atención y acción tanto de autoridades como de la sociedad civil para evitar que estas políticas causen daños irreparables a personas que buscan seguridad y una vida digna.
Aprende Hoy
Ley de Enemigos Extranjeros → Norma de 1798 que permite deportar sin audiencia a extranjeros en tiempos de guerra o invasión.
CECOT → Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador, prisión de máxima seguridad con condiciones duras.
Deportación → Expulsión oficial de un extranjero por parte del gobierno de un país.
Persona Transgénero → Individuo cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer.
Estado de Emergencia → Declaración gubernamental que suspende derechos normales por crisis, afectando prisiones y libertades.
Este Artículo en Resumen
La Administración Trump ha implementado deportaciones de personas transgénero a prisiones salvadoreñas con condiciones severas, generando preocupaciones legales, críticas internacionales y denuncias de violaciones a derechos humanos para estos grupos vulnerables.
— Por VisaVerge.com