Puntos Clave
• Costa Rica sufre un recorte del 41% en fondos de ACNUR, afectando asistencia básica a refugiados y solicitantes de asilo.
• Nuevas reglas nacionales dificultan permisos laborales y exigen cuotas al seguro social a quienes esperan respuesta migratoria.
• Recortes de financiación en EE.UU. y eliminación de ayuda alimentaria global agravan el riesgo humanitario en Costa Rica.
La agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, conocida como ACNUR, ha lanzado una advertencia seria: la solidaridad de Costa Rica 🇨🇷 con las personas refugiadas está bajo amenaza a causa de recortes de financiación muy fuertes. Estas reducciones no solo afectan a este país, sino que también forman parte de un problema mayor que está impactando la ayuda a refugiados en todo el mundo.
Un país con larga tradición de acogida enfrenta un desafío sin precedentes

Por mucho tiempo, Costa Rica 🇨🇷 se ha ganado el respeto de la comunidad internacional por su política de puertas abiertas y su respeto por los derechos humanos de quienes buscan protección. Personas de países vecinos, sobre todo de Nicaragua 🇳🇮, han encontrado seguridad y apoyo en suelo costarricense. Sin embargo, ahora ese apoyo está en riesgo.
Según reporta ACNUR, su presupuesto para apoyar a las personas desplazadas de manera forzada en Costa Rica 🇨🇷 se ha reducido en un 41%. Esto quiere decir que, casi la mitad de los recursos disponibles para ayudar a quienes huyen de la violencia, la persecución o la pobreza extrema, se han perdido.
Esta cifra no es solo un dato más. Los recortes de financiación implican menos comida, atención médica, acceso a vivienda y asesoría legal para quienes llegan al país buscando sobrevivir. Es una situación que pone presión sobre los servicios públicos locales y deja a muchas familias refugiadas ante un futuro incierto.
El impacto de los recortes: más allá de Costa Rica
El problema que enfrenta Costa Rica 🇨🇷 no es un caso aislado. Los recortes a ACNUR afectan a nivel mundial. Para el año 2025, el presupuesto global de salud de ACNUR será 87% menor que en 2024. Es decir, casi todo el dinero que se usaba para atender temas de salud en emergencias humanitarias desaparecerá.
Esto pone en peligro la vida de cerca de 13 millones de personas desplazadas, entre ellas 6.3 millones de niños y niñas. Muchos de ellos no podrán recibir vacunas, controles médicos básicos o tratamientos contra enfermedades serias como el VIH, sobre todo en lugares donde las crisis han obligado a muchas familias a huir y dependen completamente de la ayuda internacional.
Las consecuencias van más allá de la salud individual. Al reducir servicios como el suministro de agua potable, sistemas de saneamiento y manejo de residuos, se crean condiciones que pueden generar brotes de enfermedades graves, poniendo en riesgo tanto a la población refugiada como a las comunidades que los reciben.
Las causas detrás de la crisis de financiación
Varias razones explican este fuerte recorte en la ayuda a ACNUR. Un factor clave ha sido la disminución de la ayuda externa por parte de grandes donantes, especialmente la de Estados Unidos 🇺🇸. El presupuesto presentado por la administración de President Trump para el año fiscal 2026 contempla una bajada del 47.7% en los fondos destinados a programas internacionales y del Estado en comparación con el año anterior.
Además, el gobierno ha propuesto eliminar completamente el financiamiento para el programa más grande de ayuda alimentaria internacional (P.L. 480 Título II), dejando sin fondos directos estos proyectos en un contexto donde las necesidades humanitarias siguen en aumento.
En total, solo 4 mil millones de dólares están disponibles para cubrir programas humanitarios esenciales. Esta cantidad no basta si se considera que cada vez más personas requieren asistencia debido a conflictos, cambios climáticos y crisis económicas. Como resultado, ACNUR, junto con otras organizaciones, se ve forzado a reducir operaciones o incluso dejar sin asistencia a quienes más lo necesitan.
Retos internos: cambios en las políticas de asilo de Costa Rica
La situación de las personas refugiadas en Costa Rica 🇨🇷 no solamente está en peligro por la falta de dinero. En noviembre de 2022, el presidente Rodrigo Chaves firmó un decreto que cambió el reglamento de refugio. Este nuevo reglamento introdujo barreras adicionales para quienes buscan refugio y afectan su capacidad de trabajar legalmente.
Ahora, quienes piden asilo enfrentan más restricciones, pues las nuevas reglas dificultan la obtención de permisos de trabajo y prohíben el empleo por cuenta propia. Esto significa que muchas personas que quieren integrarse socialmente y valerse por sí mismas ya no pueden hacerlo, forzándolas a depender aún más de la ayuda humanitaria o, en el peor de los casos, a la informalidad.
Además, aquellos que llevan años esperando una respuesta de las autoridades sobre su condición de refugiado deben aportar una cuota al sistema de seguridad social de Costa Rica 🇨🇷 para no perder su permiso de trabajo. Esta contribución equivale al 10.6% de sus salarios, lo que representa una carga significativa si se considera que muchos tienen ingresos muy bajos o empleos inestables.
El peso de las deportaciones y la cooperación con Estados Unidos
Costa Rica 🇨🇷 y Estados Unidos 🇺🇸 también han firmado acuerdos sobre deportaciones directas. En febrero de 2025, dos vuelos provenientes de Estados Unidos 🇺🇸 trajeron a 200 personas, entre ellas 80 niños, que fueron alojados temporalmente en un centro de recepción de migrantes cerca de la frontera con Panamá 🇵🇦.
Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupaciones, ya que temen que estas personas no estén recibiendo la oportunidad de solicitar asilo de forma segura y ordenada. Esta preocupación se suma a las dificultades que ya enfrentan las personas desplazadas para acceder a procedimientos justos y protección efectiva.
Estrategias de ACNUR y el esfuerzo por no abandonar la protección
A pesar de todo esto, ACNUR mantiene su compromiso de ayudar a las personas que buscan protección en Costa Rica 🇨🇷. En los planes estratégicos para 2025-2027, la agencia establece como prioridad crear ambientes de mayor protección y encontrar soluciones duraderas para quienes han perdido su hogar o no tienen nacionalidad (personas apátridas).
Sin embargo, estos planes ahora se ven amenazados. La falta de recursos hace muy difícil que se puedan lograr metas como promover la integración local, mejorar el acceso a servicios básicos, y fomentar la convivencia entre comunidades de acogida y personas refugiadas.
El riesgo es que los servicios de salud, educación, y apoyo psicológico que antes ayudaban a estabilizar la vida de quienes huían de la violencia ahora serán insuficientes o desaparecerán. También está la amenaza de que los sistemas públicos, ya bajo presión, se sobrecarguen y no puedan atender ni a la población local ni a la refugiada de forma adecuada.
Efectos inmediatos y cómo lo viven las personas refugiadas
En el día a día, estos recortes se sienten de muchas formas. Una familia puede pasar días sin acceso a alimentos adecuados o verse obligada a compartir una pequeña vivienda entre varias personas. Los niños y niñas pueden tener que dejar la escuela porque sus padres no tienen empleo. Personas con enfermedades crónicas corren el riesgo de quedarse sin medicinas o atención médica.
Además, la falta de sistemas de agua y saneamiento adecuados multiplica el peligro de enfermedades, especialmente en comunidades donde la densidad poblacional aumenta debido a la llegada de más personas desplazadas.
Tal como señala la información de ACNUR, hay un retroceso en los avances logrados en temas tan sensibles como la prevención y el tratamiento del VIH en contextos humanitarios. El peligro no es solo que la calidad de vida baje, sino que se pierdan las bases de lo que hace a una sociedad digna y segura para todos.
¿Qué dice la comunidad internacional?
La alerta por los recortes de financiación no solo sale de ACNUR. Organizaciones humanitarias y gobiernos de todo el mundo han confirmado que las necesidades de las personas refugiadas superan ampliamente los recursos disponibles. Se teme que, de continuar así, más países como Costa Rica 🇨🇷 no puedan garantizar ni siquiera lo más básico a quienes buscan refugio.
El propio ACNUR comparte información constantemente sobre sus operaciones, impactos y llamados a la comunidad internacional a través de plataformas oficiales. Por ejemplo, datos ya públicos y actualizaciones sobre estrategias pueden consultarse de forma directa en la página oficial de ACNUR dedicada a Costa Rica.
El papel de los países donantes y cómo afectan las decisiones globales
La reducción en la financiación para ayuda humanitaria se relaciona directamente con decisiones tomadas en países donantes. Estados Unidos 🇺🇸, históricamente uno de los principales apoyos para ACNUR, está recortando programas internacionales y congelando partidas asignadas a la atención de emergencias. Esto se traduce en menos recursos para la asistencia en el terreno, despidos de personal de ayuda y cierres temporales o permanentes de servicios que salvan vidas.
Según análisis de VisaVerge.com, la falta de dinero está forzando ajustes drásticos en los modelos de asistencia global. Países con trayectorias de apoyo ejemplar, como Costa Rica 🇨🇷, ahora enfrentan preguntas difíciles: ¿cómo equilibrar el deber humanitario con las propias necesidades internas?, ¿qué hacer cuando la presión internacional no se traduce en apoyo económico suficiente?, ¿cómo evitar que la protección de las personas refugiadas retroceda después de tanto esfuerzo y cooperación internacional?
Estas preguntas no solo afectan a los gobiernos y agencias, sino que también tienen un impacto directo y doloroso en cientos de miles de vidas.
Mirando hacia el futuro: los riesgos de la crisis y posibles caminos
Si no hay una respuesta coordinada y nuevos recursos en el corto plazo, los retrocesos en derechos y condiciones mínimas para la población refugiada pueden ser difíciles de revertir. Los vínculos entre las agencias internacionales, los países donantes y los gobiernos locales serán clave para evitar un mayor deterioro de la situación humanitaria.
Para los propios refugiados y solicitantes de asilo en Costa Rica 🇨🇷, el futuro inmediato se ve complicado. Deben enfrentar obstáculos adicionales en el empleo, aportar cantidades que no están al alcance de todos al sistema social costarricense, y vivir con la incertidumbre de si podrán seguir en el país de forma segura y legal.
La comunidad internacional, liderada por ACNUR, insiste en que los recortes de financiación no solo ponen en juego proyectos y ayudas. Lo que está en riesgo es la vida y la dignidad de las personas desplazadas, además del prestigio y la capacidad de los países solidarios, como Costa Rica 🇨🇷, de seguir siendo ejemplo de humanidad.
Reflexión final
El llamado de ACNUR no puede pasar desapercibido. Costa Rica 🇨🇷, pese a sus mejores intenciones y su tradición de hospitalidad, necesita el apoyo consistente de la comunidad internacional para no dejar abandonados a miles de refugiados y solicitantes de asilo.
La crisis de financiación es real, como lo demuestran los porcentajes y cifras sobre recortes y necesidades insatisfechas. Pero también es cierto que, con voluntad política, cooperación y una respuesta global, se puede evitar que los países anfitriones caigan bajo el peso de la soledad. El reto es grande y el momento de actuar es ahora, antes de que las dificultades se vuelvan irreversibles para quienes menos tienen.
Para más información sobre los retos y estrategias de protección en Costa Rica 🇨🇷, puedes consultar las publicaciones oficiales de ACNUR Costa Rica.
Aprende Hoy
ACNUR → Agencia de Naciones Unidas encargada de la protección y asistencia a refugiados y desplazados internacionales en situaciones de crisis.
Apátridas → Personas que no son reconocidas como ciudadanas por ningún país, quedando sin derechos legales ni protección estatal.
Permiso de trabajo → Autorización legal necesaria para que personas extranjeras puedan desempeñar empleos en Costa Rica, sujeta a nuevas restricciones.
Decreto presidencial → Norma legal firmada por el presidente que introduce cambios importantes en políticas o reglamentos, como en las leyes de asilo.
Recortes de financiación → Reducción significativa de los recursos económicos destinados a programas de ayuda humanitaria y servicios sociales.
Este Artículo en Resumen
Costa Rica enfrenta el mayor reto humanitario de su historia. Los recortes de financiación de ACNUR y Estados Unidos amenazan la atención médica, trabajo y vivienda de personas refugiadas. Las nuevas reglas nacionales agravan la situación, mientras miles dependen de una ayuda cada vez más limitada. El tiempo de actuar es ahora.
— Por VisaVerge.com
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