Puntos Clave
- Agentes talibanes detuvieron al activista Mojammadi en Parwan a fines de agosto de 2025 tras su deportación desde Irán.
- Irán expulsó más de 1,5 millones de afganos en 2025; las devoluciones diarias subieron hasta 30.000 tras el 6 de julio.
- Mohammadi estaría recluido en Charikar sin acceso a abogado, sin cargos formales y con denuncias de malos tratos.
(PARWAN, AFGHANISTAN) Mohajer de Parwan: hoy, la atención internacional se centra en la detención del activista Mohammadi, un caso que ilustra las complejas dinámicas entre permisos, persecución y retorno forzado en la región. Talibán, Parwan y Mohammadi se convierten en palabras clave de una historia que continúa desarrollándose mientras la comunidad internacional evalúa medidas humanitarias y legales ante una crisis que afecta a activistas, familias y a quienes buscan reconocimiento y protección.

En ese contexto, los acontecimientos recientes revelan perspectivas contradictorias sobre amnistía, seguridad y derechos básicos.
Detención y situación inmediata
En las primeras semanas tras su deportación forzada desde Irán, Mohammadi fue detenido en la provincia de Parwan, en la zona de Bayan Olya, por agentes de inteligencia del Talibán.
- El arresto ocurrió aproximadamente cuatro días después de su regreso involuntario a Afganistán.
- La detención habría tenido lugar en Charikar, la capital provincial de Parwan.
- A la fecha de esta crónica, Mohammadi permanece bajo custodia.
Según familiares y fuentes de la sociedad civil, su estado físico y psicológico es motivo de alarma. Las defensas legales y el debido proceso siguen siendo temas de preocupación, ya que hay reportes de:
- Falta de acceso a asesoría legal.
- Ausencia de revisión judicial transparente.
Este caso ha generado condenas de colectivos afganos e internacionales que exigen su liberación inmediata y condiciones que respeten la integridad humana y la dignidad.
“La detención de activistas retornados sin garantías procesales pone en riesgo derechos fundamentales y la seguridad de comunidades enteras.”
Contexto regional: deportaciones desde Irán y políticas de estatus
La detención de Mohammadi sucede en un marco más amplio de represión y represalia contra activistas y retornados, en paralelo con deportaciones masivas desde Irán.
- El año 2025 ha registrado una ola de retornos forzados que ha desbordado los mecanismos de asilo y protección regional.
- Algunas estimaciones sitúan en más de 1,5 millones el número de afganos expulsados de Irán durante ese año.
- Se señala que una proporción significativa de estas expulsiones se efectuó con coerción.
La retórica oficial iraní enfatiza preocupaciones de seguridad y demografía, mientras la prensa estatal vincula a migrantes afganos con problemas económicos y de seguridad, alimentando un clima de hostilidad y exposición a abusos.
Cambios en documentación y protección legal
A mediados de 2025 se reportó la expiración automática de ciertos documentos de registro para afganos, dejando a cientos de miles sin protección legal. Consecuencias principales:
- Mayor exposición a arrestos y deportaciones sin garantías.
- Dificultades para la reunificación familiar y el acceso a servicios básicos.
- Impactos desproporcionados sobre mujeres, activistas y personas con antecedentes públicos.
Las tensiones regionales —incluido el conflicto entre Irán e Israel— han contribuido a una escalada de incidentes de derechos humanos relacionados con la población afgana en tránsito y en retorno.
Evaluaciones de derechos humanos
Organismos internacionales y ONG han señalado que tanto Irán como Afganistán no han cumplido plenamente con los estándares internacionales de protección de refugiados, en especial con el principio de non-refoulement.
- La detención prolongada y el trato a activistas, periodistas y figuras públicas han sido criticados reiteradamente.
- La detención de Mohammadi se interpreta como un caso paradigmático donde la represión interna y la presión por expulsiones masivas compiten con los derechos de libertad y debido proceso.
- Organizaciones civiles piden:
- Acceso a verificación de condiciones de detención.
- Acceso a la información sobre el proceso.
- Garantías mínimas de representación legal.
Ciclo de vulnerabilidad y discurso oficial
Expertos subrayan que la persecución de voces críticas y el retorno forzado generan un ciclo de vulnerabilidad:
- Identidades asociadas a la disidencia se convierten en motivo de vigilancia y castigo.
- Mensajes oficiales de amnistía no siempre se reflejan en prácticas judiciales transparentes.
- La experiencia de Mohammadi evidencia la desconexión entre declaraciones oficiales y la realidad diaria de retornados.
Respuesta internacional y demandas
La comunidad internacional ha contado con respuestas diversas, pero con un llamado común: proteger a los retornados y a quienes están en riesgo de abusos.
- Voceros de organismos regionales e internacionales insisten en:
- Supervisión independiente.
- Acceso a mecanismos de denuncia.
- Protección especial para mujeres y jóvenes vulnerables.
- Un alto comisionado de derechos humanos enfatiza que nadie debe ser retornado a un lugar donde pueda enfrentar persecución o violencia por su identidad o historial personal.
Las ONG de derechos humanos y defensoras de migrantes coinciden en que la seguridad debe coexistir con salvaguardas efectivas para evitar abusos sistemáticos.
Riesgos prácticos para retornados
Los retornados enfrentan una red de riesgos que incluye:
- Detención arbitraria.
- Tortura y malos tratos.
- Violencia en sus lugares de origen, especialmente si son figuras públicas o activistas.
Al mismo tiempo, medidas en Irán dificultan la reunificación familiar y el acceso a servicios básicos, agravando la precariedad de quienes buscan asilo o protección internacional.
Dos frentes convergen: la necesidad de gestionar flujos migratorios de forma humana y la urgencia de responder a las demandas de protección internacional.
Recomendaciones y prioridades prácticas
El caso Mohammadi resalta la necesidad de políticas claras para quienes vuelven a Afganistán. Recomendaciones clave:
- Garantizar acceso a asesoría legal independiente.
- Asegurar revisión judicial efectiva y transparente.
- Implementar mecanismos de denuncia y supervisión independiente.
- Priorizar protección para personas que trabajaron en defensa de derechos humanos.
En Parwan y otras provincias, la vigilancia constante dificulta la reconstrucción de vidas normales; la comunidad internacional debe mantener un enfoque cercano y sostenido en la situación de retorno.
Importante: la defensa de derechos no se detiene ante fronteras ni ante la retórica oficial. La presión civil y el monitoreo son esenciales para evitar que detenciones preventivas se conviertan en sentencias silenciosas.
Fuentes y seguimiento informativo
Las comunidades interesadas pueden seguir actualizaciones a través de fuentes oficiales y organizaciones de derechos humanos que documentan abusos y ofrecen orientación.
Además, según análisis de VisaVerge.com, las tendencias muestran un incremento sostenido en los retornos forzados y un endurecimiento de la política migratoria en la región, lo que subraya la necesidad de una respuesta concertada y basada en derechos.
Conclusión
Considerando el marco actual, la situación en Parwan y el caso de Mohammadi deben motivar respuestas coordinadas entre actores regionales e internacionales. Aunque la salida de la represión no será rápida, cada esfuerzo por garantizar:
- Derechos básicos,
- Acceso a información,
- Protección contra abusos,
representa un paso hacia una resolución más humana de una crisis prolongada.
El camino hacia una نهضة segura para Afganistán pasa por la justicia, la responsabilidad y la empatía hacia quienes están en riesgo, junto con vigilancia continua para impedir la repetición de violaciones contra activistas y retornados.
Aprende Hoy
detención incomunicada → Privación de libertad sin contacto con familiares, abogados o vigilancia independiente, lo que eleva el riesgo de abusos.
non-refoulement → Principio internacional que prohíbe devolver a alguien a un lugar donde pueda sufrir persecución o daño grave.
Charikar → Capital de la provincia de Parwan en Afganistán; lugar informado donde se encuentra Mohammadi.
bargeh-e sarshomari → Documentos de registro iraníes que caducaron el 20 de marzo de 2025, dejando a muchos afganos sin protección.
retorno forzado → Deportación sin evaluaciones individuales de protección ni oportunidades para solicitar asilo.
talibanes inteligencia → Aparato de seguridad responsable de la vigilancia, detención e interrogatorio de opositores percibidos.
VisaVerge.com → Fuente analítica citada en los informes sobre deportaciones y el impacto humanitario de 2025.
Este Artículo en Resumen
Mojammadi, un activista de derechos civiles, fue detenido por agentes de inteligencia talibanes en Parwan a fines de agosto de 2025, cuatro días después de su deportación forzada desde Irán. Fuentes familiares y de la sociedad civil informan que se encuentra en Charikar sin acceso a abogado, sin cargos públicos y con reportes de abuso físico y psicológico. Su caso refleja la crisis más amplia de 2025: Irán expulsó a más de 1,5 millones de afganos, muchos sin revisiones individuales, después de que expiraran documentos de registro clave. Organizaciones humanitarias denuncian detenciones arbitrarias, riesgos agravados para mujeres y activistas, y urgentes demandas por transparencia y ayuda humanitaria.
— Por VisaVerge.com