Puntos Clave
- Entre 2022 y 2024, hogares en refugios aumentaron 43%, con solicitantes de asilo representando el 60% del incremento.
- La escasez de 7.3 millones viviendas asequibles afecta solicitantes, quienes pierden apoyo si rechazan reubicaciones.
- Refugios saturados y órdenes estrictas generan riesgo de falta de vivienda en grandes ciudades como Nueva York.
Los solicitantes de asilo en Estados Unidos 🇺🇸 enfrentan un riesgo creciente de quedarse sin hogar si se niegan a ser reubicados en otros refugios o ciudades, una situación que refleja cambios recientes en políticas migratorias, la escasez de viviendas asequibles y la presión sobre los sistemas de alojamiento de emergencia. Esta problemática no solo afecta a los solicitantes de asilo, sino que también pone en evidencia las limitaciones estructurales y legales que enfrentan las autoridades y las comunidades receptoras para garantizar un alojamiento digno y seguro.

Situación actual y datos clave (2024-2025)
Entre 2022 y 2024, Estados Unidos 🇺🇸 experimentó un aumento del 43% en el número de personas que viven en refugios para personas sin hogar, rompiendo una tendencia a la baja que se había mantenido durante 16 años. Según investigaciones recientes, los solicitantes de asilo representan aproximadamente el 60% del incremento en la población alojada en estos refugios durante este periodo, concentrándose principalmente en ciudades como Nueva York, Chicago, Massachusetts y Denver. Este aumento ha saturado los sistemas de refugios de emergencia, y muchos solicitantes que rechazan ser trasladados a refugios o localidades designadas corren el riesgo de perder el acceso a cualquier tipo de apoyo habitacional, quedando en situación de calle.
El mercado de vivienda en Estados Unidos 🇺🇸 enfrenta una grave escasez, con un déficit estimado de 7.3 millones de viviendas asequibles en 2025. Esta falta de viviendas dificulta aún más la capacidad para alojar a poblaciones vulnerables, incluidos los solicitantes de asilo. Los programas federales de vivienda, aunque existentes, están insuficientemente financiados y solo cubren aproximadamente a uno de cada cuatro solicitantes elegibles, dejando a muchos recién llegados sin opciones estables para vivir.
En respuesta a esta crisis, algunas autoridades locales han implementado programas para trasladar a los solicitantes de asilo a otras ciudades o estados mediante transporte organizado. Sin embargo, muchos migrantes prefieren permanecer en los grandes centros urbanos donde tienen redes de apoyo o acceso a servicios, lo que genera tensiones y un aumento en la cantidad de personas sin hogar cuando rechazan la reubicación. Además, los desalojos han regresado a niveles iguales o superiores a los previos a la pandemia en muchas ciudades, agravando la vulnerabilidad de quienes no pueden asegurar una vivienda asequible.
En Europa, se observan tendencias similares. La falta de apoyo habitacional y las leyes migratorias restrictivas han convertido la falta de vivienda en parte del proceso de asilo. El Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea, implementado recientemente, ha reforzado los controles fronterizos y la detención, reduciendo las garantías y el apoyo para los solicitantes de asilo, lo que incrementa el riesgo de que terminen sin hogar. Por ejemplo, en Bélgica, Amnistía Internacional reportó en abril de 2025 que miles de solicitantes de asilo son rechazados en los centros de recepción y se ven obligados a vivir en ocupaciones ilegales o en la calle, una situación atribuida más a la voluntad política que a la falta de recursos.
Implicaciones de las políticas y efectos prácticos
Una de las consecuencias más directas de estas políticas es que los solicitantes de asilo que se niegan a ser trasladados a refugios o localidades designadas enfrentan la retirada del apoyo habitacional, lo que los expone a la falta de vivienda. Esta medida se basa en la condición de que la asistencia para vivienda está ligada al cumplimiento de las órdenes de reubicación.
Los refugios de emergencia en las grandes ciudades están saturados, lo que genera condiciones de vida precarias y limita la capacidad para alojar a todos los solicitantes, especialmente a quienes no aceptan ser trasladados. Esta saturación afecta la calidad de los servicios y la seguridad de los residentes.
Organizaciones de derechos humanos han criticado estas políticas por violar el derecho de los solicitantes de asilo a una vivienda adecuada y protección. La criminalización de la negativa a reubicarse y la falta de aplicación de leyes justas de vivienda aumentan la vulnerabilidad de estas personas.
En Estados Unidos 🇺🇸, los programas del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) atienden a muchos recién llegados, pero la falta de fondos limita su alcance. Defensores de los derechos de los inquilinos y activistas por la vivienda exigen un aumento en la financiación, la aplicación estricta de leyes que protejan a los solicitantes de asilo y reformas para evitar desalojos injustos.
Proceso paso a paso para solicitantes de asilo en relación con la vivienda (contexto de EE. UU. 🇺🇸)
- Llegada y alojamiento inicial: Los solicitantes de asilo suelen ser ubicados en refugios de emergencia o viviendas temporales al llegar.
- Órdenes de reubicación: Las autoridades locales o federales pueden ordenar el traslado de los solicitantes a refugios o ciudades específicas para manejar la capacidad.
- Requisito de cumplimiento: Para mantener el apoyo habitacional, los solicitantes deben cumplir con las órdenes de traslado.
- Consecuencias de la negativa: Rechazar la reubicación puede llevar a la pérdida del acceso a refugios y asistencia, aumentando el riesgo de quedarse sin hogar.
- Posibilidad de quedarse sin hogar: Sin acceso a refugios ni viviendas asequibles, los solicitantes pueden terminar viviendo en la calle o en asentamientos informales.
- Apoyo legal y social: Algunas ONG y organizaciones de ayuda legal brindan asistencia, aunque los recursos son limitados.
Análisis y perspectivas de expertos
Investigadores como Bruce D. Meyer y colaboradores señalan que el aumento de personas sin hogar está impulsado en gran medida por los solicitantes de asilo, desafiando la idea de que solo factores económicos locales explican esta tendencia. Amnistía Internacional denuncia las violaciones a los derechos humanos que implican negar la recepción y forzar la falta de vivienda, como ocurre en Bélgica.
Defensores de la vivienda insisten en la necesidad de ampliar la oferta de viviendas asequibles, hacer cumplir las leyes de vivienda justa y proteger a los inquilinos para evitar desalojos que afectan especialmente a los solicitantes de asilo. Por otro lado, críticos de las políticas actuales advierten que las medidas punitivas contra quienes rechazan la reubicación aumentan la precariedad y dificultan la integración de estas personas.
Contexto histórico y antecedentes
La falta de vivienda entre solicitantes de asilo ha ido en aumento desde mediados de la década de 2010, impulsada por mayores flujos migratorios y la insuficiencia de infraestructura habitacional. La pandemia de COVID-19 frenó temporalmente los desalojos y el aumento de personas sin hogar gracias a moratorias y ayudas económicas, pero estas protecciones terminaron en su mayoría para 2024, provocando un repunte rápido en la falta de vivienda.
Las políticas migratorias en Estados Unidos 🇺🇸 y Europa han puesto cada vez más énfasis en el control fronterizo y la devolución de migrantes, a menudo a costa de la vivienda y el apoyo social.
Perspectivas futuras y desarrollos pendientes
En Estados Unidos 🇺🇸, hay esfuerzos en marcha para aumentar la financiación del HUD y expandir programas de vivienda asequible para recién llegados en 2025 y años siguientes. Algunas ciudades y estados exploran enfoques más humanos, como refugios con menos barreras y modelos de “housing first” (priorizar la vivienda antes que otros servicios), aunque su aplicación generalizada sigue siendo limitada.
En Europa, el enfoque del Pacto de Migración y Asilo en control fronterizo y retornos probablemente continuará, lo que podría aumentar los riesgos de falta de vivienda si no se implementan políticas de inclusión social. Grupos de derechos humanos están impulsando acciones legales para desafiar políticas que obligan a los solicitantes a vivir sin hogar.
Recursos oficiales y contactos útiles
- Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) de EE. UU. 🇺🇸: Información sobre programas de asistencia habitacional para solicitantes de asilo y otros grupos vulnerables. HUD – Housing Assistance
- Amnistía Internacional Bélgica: Informes y campañas sobre derechos de los solicitantes de asilo.
- Coalición para las Personas sin Hogar (EE. UU.): Recursos y defensa para soluciones a la falta de vivienda.
- Federación Europea de Organizaciones Nacionales que Trabajan con Personas sin Hogar (FEANTSA): Actualizaciones sobre políticas de migración y falta de vivienda en Europa.
Conclusión y recomendaciones prácticas
La creciente crisis de personas sin hogar entre los solicitantes de asilo en Estados Unidos 🇺🇸 y Europa refleja un problema complejo que combina políticas migratorias restrictivas, falta de vivienda asequible y sistemas de refugios saturados. Para evitar que más personas queden en la calle, es fundamental que las autoridades:
- Aumenten la financiación de programas de vivienda asequible y refugios de emergencia.
- Implementen políticas que no condicionen el acceso a la vivienda a la aceptación de reubicaciones forzosas.
- Fortalezcan la protección legal para evitar desalojos injustos y garantizar el derecho a una vivienda digna.
- Promuevan modelos de alojamiento que prioricen la estabilidad y la integración social de los solicitantes de asilo.
Como reporta VisaVerge.com, la situación actual exige un enfoque equilibrado que combine control migratorio con respeto a los derechos humanos y soluciones habitacionales efectivas. Solo así se podrá reducir el riesgo de que los solicitantes de asilo se conviertan en personas sin hogar, protegiendo su dignidad y facilitando su integración en las comunidades receptoras.
Aprende Hoy
Solicitantes de asilo → Personas que buscan protección en otro país por temor a persecución o daño en su país de origen.
Órdenes de reubicación → Directivas oficiales que requieren mover a solicitantes a refugios o localidades designadas para gestionar la capacidad.
Vivienda asequible → Viviendas con precios accesibles para personas de bajos ingresos o en situación vulnerable.
HUD → Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE. UU., encargado de programas federales de vivienda.
Modelos Housing First → Enfoques que priorizan la vivienda estable antes de ofrecer otros servicios sociales y de apoyo.
Este Artículo en Resumen
Solicitantes de asilo en EE. UU. enfrentan riesgo de quedarse sin hogar si rechazan reubicaciones, en medio de escasez grave de vivienda y refugios saturados. Desde 2024, políticas estrictas aumentan precariedad, afectando integración y acceso a vivienda estable.
— Por VisaVerge.com