Puntos Clave
• Solicitantes de asilo ganan hasta 500 libras semanales trabajando ilegalmente como repartidores usando cuentas alquiladas.
• El 40% de los repartidores controlados por Home Office no tenía papeles en regla según inspecciones de 2023.
• Debate en Reino Unido: permitir trabajo legal a migrantes tras seis meses reduciría explotación y aumentaría recaudación fiscal.
Un reciente informe ha revelado una situación preocupante en el Reino Unido 🇬🇧 relacionada con solicitantes de asilo, trabajo ilegal y la función de los hoteles de Home Office. Cada día, un número creciente de personas que piden asilo están ganado dinero realizando trabajos de entrega de comida a pesar de que la ley se los prohíbe. Esta realidad no solo afecta a los propios migrantes, sino también al gobierno, a los empleadores y a la sociedad británica en general.
Solicitantes de asilo y el trabajo ilegal: ¿qué pasa en el Reino Unido 🇬🇧?

Según las investigaciones mencionadas por VisaVerge.com, muchos solicitantes de asilo que residen en hoteles proporcionados por Home Office logran recibir hasta 500 libras cada semana al trabajar en plataformas como Deliveroo, Just Eat y Uber Eats. Aunque no tienen permiso para trabajar legalmente, han encontrado formas de hacerlo usando cuentas alquiladas por entre 70 y 100 libras semanales, o adaptando bicicletas eléctricas para realizar entregas sin ser detectados.
Este dinero que ganan les permite cubrir necesidades personales básicas y enviar remesas a familiares y organizaciones que los ayudaron a cruzar países y llegar al Reino Unido 🇬🇧. El informe revela que una red de traficantes en Dunkerque cobra 1,370 libras por cada cruce de Canal, y muestra el trabajo de repartidor en el Reino Unido 🇬🇧 como una opción “fácil” para pagar esa deuda rápidamente.
¿Por qué trabajan ilegalmente los solicitantes de asilo?
En teoría, los solicitantes de asilo deben esperar a que el gobierno revise su caso antes de empezar a trabajar. Sin embargo, este proceso puede tardar años. Mientras tanto, reciben alojamiento (muchas veces en hoteles pagados por Home Office) y una ayuda básica, pero no les está permitido acceder al mercado laboral de manera legal.
Para sobrevivir y no depender solo de la ayuda estatal, muchos sienten la presión de aceptar trabajos informales o ilegales. Esto los vulnerabiliza frente a explotadores, les limita el acceso a derechos laborales y los pone en riesgo de ser detenidos. Además, tienen la responsabilidad de devolver el dinero que pidieron prestado para pagar a los contrabandistas, ya que sus deudas pueden superar fácilmente las 1,000 libras.
¿Qué papel tienen los hoteles de Home Office?
Los hoteles de Home Office funcionan como refugio temporal para los solicitantes de asilo mientras el gobierno decide sobre sus casos. La idea es ofrecerles una vivienda básica y segura. Sin embargo, algunos de estos lugares han sido mencionados en investigaciones porque muchos de sus ocupantes están trabajando ilegalmente. Los hoteles de Home Office se han convertido, en la práctica, en puntos de partida para redes de trabajo no autorizado. Aquí, los migrantes se conectan entre sí, comparten métodos para conseguir cuentas de reparto y buscan maneras de moverse sin llamar la atención de las autoridades.
El negocio de las cuentas de repartidor
Uno de los hallazgos más importantes del informe es el uso de cuentas alquiladas para trabajar en plataformas digitales de reparto. Como los solicitantes de asilo no tienen derecho legal a registrarse directamente en empresas como Deliveroo, Just Eat o Uber Eats, suelen “alquilar” cuentas de otras personas. Esto les permite aceptar pedidos y cobrar, aunque tengan que entregar parte de sus ganancias al propietario de la cuenta. Este sistema informal cuesta entre 70 y 100 libras por semana. A menudo, el alquiler se negocia de palabra y hay poca protección si ocurre algún problema o fraude.
También se detectó el uso de bicicletas eléctricas modificadas para hacer entregas más rápido, pero de modo que las mismas no puedan ser rastreadas por la policía o por los controles de la empresa. Todo esto muestra un clima de inseguridad legal y social, tanto para los migrantes como para quienes reciben las entregas.
El debate: ¿permitir o no el trabajo a los solicitantes de asilo?
El tema de permitir que los solicitantes de asilo trabajen después de cierto tiempo ha dividido opiniones en la sociedad británica. Algunos creen que, si se levanta la prohibición y pueden trabajar legalmente después de seis meses, se lograrían varias cosas positivas:
- Se recaudaría más dinero en impuestos, ya que actualmente se calcula que si la mitad de quienes llevan esperando mucho tiempo pudieran trabajar, el Estado recibiría 280 millones de libras más cada año y ahorraría en ayudas sociales.
- Se reduciría el trabajo ilegal y la explotación. Al poder tener un empleo legal, los migrantes no estarían tan expuestos a malos tratos, a trabajar por menos salario o en condiciones inseguras.
No obstante, hay voces en el Parlamento y en la opinión pública que rechazan esta idea. Los críticos afirman que facilitar el trabajo a los solicitantes de asilo podría atraer a más migrantes al Reino Unido 🇬🇧. Temen que esto aumente la presión sobre el mercado laboral y haga que los contrabandistas sigan promoviendo el país como un destino atractivo donde se pueden encontrar “ganancias fáciles” en poco tiempo, especialmente en el sector de entregas. También advierten que, si no hay control, las redes de trata de personas saldrían beneficiadas y crecería la competencia desleal con trabajadores locales.
La situación económica y humana detrás del trabajo ilegal
Las razones que llevan a los solicitantes de asilo a aceptar trabajo ilegal son en su mayoría económicas. Muchos llegan después de largos viajes, pagando a traficantes y acumulando deudas. Cuando se instalan en Reino Unido 🇬🇧, sus gastos y deudas continúan. Pero el tiempo que pasan esperando una respuesta sobre su caso puede ser impredecible y suele durar más de lo esperado.
El ingreso semanal de hasta 500 libras significa la diferencia entre depender de la caridad o tener un pequeño control sobre sus vidas. Por eso, a pesar del miedo a ser descubiertos o sancionados, deciden aceptar el riesgo.
Al mismo tiempo, este fenómeno crea una economía paralela, donde las reglas no son claras y donde la seguridad laboral se debilita para todos. Los empleadores informales y quienes alquilan cuentas de plataformas digitales se aprovechan de la falta de controles. Esto genera malestar social y abre nuevas discusiones sobre la ley de migración y el mercado laboral.
Los efectos a largo plazo para el gobierno y la sociedad
Permitir o no el trabajo legal para los solicitantes de asilo tiene consecuencias directas en las arcas del gobierno y en el bienestar de la sociedad. Si los migrantes pueden trabajar legalmente y cotizar impuestos, se reduce la presión sobre los servicios sociales y el Estado obtiene más ingresos.
Por el contrario, si continúan trabajando de manera ilegal, el gobierno pierde recursos y se multiplica el riesgo de que existan redes clandestinas y explotación. Esto sin contar el impacto sobre la confianza en las instituciones y la sensación de inseguridad que puede percibir la población local.
Los controles y las dificultades del Home Office
El Home Office realiza controles periódicos para combatir el trabajo ilegal. Pero el informe indica que, durante inspecciones en 2023, se encontró que el 40% de los repartidores controlados no tenía papeles en regla. Esta cifra sugiere que las plataformas de comida a domicilio son un punto débil para la política migratoria.
El trabajo de vigilancia se ha complicado con la aparición de plataformas digitales. Estas compañías suelen tener cientos de repartidores, subcontratan funciones y, muchas veces, no verifican en profundidad los antecedentes de quienes efectivamente hacen las entregas. Las unidades especiales del gobierno intentan identificar a los empleadores que incumplen, pero la magnitud del problema los sobrepasa.
¿Qué pueden hacer los responsables políticos?
La situación ha sido objeto de debate en el Parlamento británico, donde se discuten posibles soluciones:
- Regularizar el trabajo después de seis meses: Algunos proponen dar la posibilidad de trabajar legalmente después de medio año para reducir la explotación y aumentar los ingresos fiscales.
- Reforzar los controles digitales: Instar a las empresas tecnológicas a vigilar mejor las altas y bajas de sus trabajadores y exigir documentos válidos.
- Cooperar con países vecinos: Trabajar junto con países como Francia 🇫🇷 para combatir el tráfico ilegal y reducir la presión migratoria en el Canal de la Mancha.
- Ofrecer más apoyo a los migrantes: Ampliar la ayuda a quienes residen temporalmente en hoteles de Home Office para que no dependan del trabajo ilegal.
Hasta ahora, el avance es lento. Los intereses enfrentados, la falta de acuerdo político y la presión económica dificultan la toma de decisiones efectivas.
El papel de la opinión pública
La percepción que tenga la sociedad sobre los solicitantes de asilo afecta ampliamente las políticas que se aprueban. Los medios de comunicación han mostrado historias de migrantes que logran enviar dinero a sus familias o saldar las deudas con traficantes trabajando para plataformas digitales.
No obstante, también hay reportes sobre el malestar de repartidores británicos que ven sus ingresos bajar debido a la competencia de quienes trabajan de modo informal. Así, se crea una narrativa polarizada: para unos, el migrante es alguien que lucha por sobrevivir; para otros, es una amenaza al trabajo legal y a la seguridad social.
El dilema ético y legal
El dilema central es claro: ¿hay que endurecer la ley y castigar el trabajo ilegal, o repensar las normas dejando que los solicitantes de asilo trabajen de modo legal? Hasta ahora, cada enfoque tiene pros y contras.
La ley busca evitar una entrada descontrolada de migrantes y proteger los intereses locales, pero su dureza ha empujado a muchos a la ilegalidad. Por otro lado, levantar la prohibición de trabajar podría tener ventajas económicas pero también riesgos y consecuencias sociales inesperadas.
¿Dónde buscar información confiable?
Para las personas que quieran saber más sobre los derechos de los solicitantes de asilo, los procedimientos de solicitud y las leyes sobre el trabajo en Reino Unido 🇬🇧, es recomendable visitar la página oficial del gobierno, GOV.UK.
Este sitio ofrece detalles sobre el proceso legal, los derechos que tiene cada persona y los procedimientos oficiales relacionados con el asilo.
Conclusión: Un futuro incierto
La realidad para los solicitantes de asilo, el trabajo ilegal y el uso de los hoteles de Home Office es compleja y difícil de controlar con las leyes actuales. El miedo a la explotación, el deseo de integrarse, las deudas con traficantes y las oportunidades en la economía digital se mezclan creando una red de incertidumbre para todos los involucrados.
Mientras las soluciones políticas se retrasan y los controles se vuelven más difíciles, la vida cotidiana de miles de personas sigue marcada por la búsqueda de estabilidad en un país que aún debate su rol en la protección a migrantes. Quienes buscan ayuda, quienes ofrecen trabajo ilegal y quienes intentan hacer cumplir la ley son todos parte de un equilibrio precario, esperando un cambio que permita proteger tanto los derechos humanos como el orden social y económico.
Si necesitas más información sobre los procedimientos y políticas relacionados con la inmigración, asegúrate de consultar fuentes oficiales o plataformas de confianza como VisaVerge.com, que suelen ofrecer actualizaciones y análisis claros sobre estos temas.
Mantente atento a los debates parlamentarios y a las medidas que tomen las autoridades, porque cualquier cambio puede afectar seriamente la vida y la seguridad de aquellas personas que buscan un nuevo comienzo en el Reino Unido 🇬🇧.
Aprende Hoy
Solicitante de asilo → Persona que pide protección internacional mientras espera resolución sobre su reconocimiento como refugiado.
Trabajo ilegal → Actividad laboral realizada sin autorización legal, a menudo sujeta a explotación y penalizaciones.
Hoteles de Home Office → Alojamiento temporal ofrecido por el gobierno británico a migrantes mientras se resuelve su solicitud.
Cuentas alquiladas → Uso de perfiles digitales ajenos pagando una tarifa para poder trabajar en plataformas de entrega.
Trata de personas → Red de tráfico ilícito que explota a migrantes, frecuentemente vinculada a deudas y explotación laboral.
Este Artículo en Resumen
En Reino Unido, miles de solicitantes de asilo sobreviven trabajando ilegalmente en plataformas de reparto tras largas esperas en hoteles del Home Office. El uso de cuentas alquiladas para repartir comida, las deudas con traficantes y la falta de alternativas alimentan el debate sobre cambios legales y protección de derechos.
— Por VisaVerge.com
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