Puntos Clave
• El fallo en TRACON Filadelfia elevó cancelaciones en Newark de 4 a 39 diarias.
• La escasez de controladores obligó a United a eliminar 35 vuelos diarios desde Newark.
• FAA implementa mejoras técnicas, pero las demoras persistirán durante meses por falta de personal y tecnología antigua.
En las últimas semanas, viajar por el aeropuerto de Newark se ha vuelto complicado. Muchos pasajeros han enfrentado retrasos largos, cancelaciones y cambios en el horario de los vuelos. Estos problemas no son por una sola causa. Se deben a una serie de factores que involucran el control de tráfico aéreo, el equipo que usan los controladores, y la falta de personal en los centros que coordinan los vuelos.
Para entender la gravedad del asunto y cómo puede afectar a viajeros, empleados y aerolíneas, es importante revisar paso por paso lo que está pasando, qué originó el problema, quiénes están más afectados y cuáles son las soluciones posibles a corto y largo plazo.
El origen de los retrasos en el aeropuerto de Newark
El lunes de la semana pasada, un evento muy serio ocurrió en el centro de control de tráfico aéreo (TRACON) de Filadelfia. Este centro es responsable de la zona aérea que cubre el aeropuerto de Newark y varios otros aeropuertos grandes del área de Nueva York. De repente, las pantallas de los controladores se apagaron durante unos 60 a 90 segundos —un minuto y medio que generó incertidumbre total sobre la ubicación y comunicación con los aviones.
Durante ese lapso, los controladores no pudieron ver dónde estaban los aviones ni comunicarse con ellos, según datos concretos presentados por 6abc.com. Esto obligó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a detener todas las salidas de vuelos hacia el aeropuerto de Newark. La FAA explicó que hubo un fallo de equipo y de telecomunicaciones en la instalación de Filadelfia, lo que afectó de forma directa la operación en Newark.
Este incidente no fue un evento aislado. Más bien, fue el resultado de un sistema que ya tenía muchos problemas antes de este episodio.
Golpe para los controladores aéreos
El apagón repentino no solo fue un fallo de equipo; fue un momento traumático para los controladores de tráfico aéreo. Estos profesionales, que ya trabajaban bajo presión constante, de pronto se encontraron sin herramientas básicas para garantizar la seguridad de cientos de vuelos. Según reportes confiables, varios de ellos tuvieron que ausentarse bajo motivos médicos relacionados con el trauma del episodio, lo que agravó aún más la escasez de controladores que ya sufría el sistema.
Cuando faltan controladores, los pocos que quedan deben hacerse cargo de más aviones en menos tiempo, lo que aumenta el estrés y el riesgo. A corto plazo, la ausencia de varios expertos obligó a los jefes de control a reducir la cantidad de vuelos permitidos dentro y fuera del aeropuerto de Newark.
Una falta de personal ya conocida
El centro TRACON de Filadelfia ha luchado durante años con falta de personal. Antes del último fallo de equipo, la plantilla de controladores ya era insuficiente para la cantidad de vuelos diarios. Esta escasez no se puede solucionar rápidamente. La FAA lo ha dejado claro: entrenar a un nuevo controlador de tráfico aéreo es un proceso largo, porque el trabajo requiere mucha precisión y especialización. Se necesitan meses, incluso años, para que alguien pueda asumir esas responsabilidades de forma autónoma.
Además, cada vez que ocurre una emergencia como la de la semana pasada, muchos trabajadores necesitan tiempo para recuperarse del estrés o trauma, por lo que la falta de personal se vuelve un problema aún más difícil de corregir a corto plazo.
Efectos directos de la crisis en los vuelos y la experiencia del pasajero
Desde que ocurrió el fallo de equipo el 26 de abril, las consecuencias no se dejaron esperar. Los datos hablan por sí solos: las cancelaciones pasaron de un promedio de solo 4 vuelos al día en abril, a unos 39 vuelos diarios después del incidente. La puntualidad, antes de alrededor del 80%, cayó hasta poco más del 60%. El impacto más fuerte lo sintió United Airlines, que tuvo que eliminar aproximadamente 35 rutas de ida y vuelta cada día desde el aeropuerto de Newark, como lo confirma un informe de ABC News.
La situación se volvió tan difícil que, en algunos días, los vuelos que llegaban a Newark sufrieron retrasos promedio de hasta cuatro horas. Muchos pasajeros se encontraron esperando noticias en la sala de embarque o recibiendo notificaciones de cancelación de último minuto. Las molestias y frustraciones fueron inevitables para miles de viajeros.
Principales factores del caos:
- Fallo de equipo en el centro TRACON de Filadelfia.
- Falta crónica de personal en el sistema de control de tráfico aéreo.
- Ausencias por trauma tras el apagón del sistema.
- Condiciones climáticas adversas y trabajos de construcción en las pistas de aterrizaje, que complicaron aún más la operación.
United Airlines, la compañía más grande que opera en el aeropuerto de Newark, tomó medidas rápidas. Anunció incluso la eliminación de numerosos vuelos diarios para aliviar la sobrecarga del sistema. Y, para ayudar a los pasajeros, ofreció cambios de vuelo flexibles sin cargos extra.
“Esta instalación de control de tráfico aéreo ha estado crónicamente sin personal durante años … ahora está claro —y la FAA nos lo dice— que el aeropuerto de Newark no puede manejar la cantidad de aviones programados … en las próximas semanas y meses.” – Scott Kirby, CEO de United
La declaración de Kirby resume el problema mayor: hay más vuelos programados de los que el sistema puede manejar con seguridad, especialmente bajo las condiciones actuales.
Tecnología obsoleta y más problemas detrás del escenario
El fallo de equipo que originó este problema no es nuevo para la FAA. Según la propia organización, los sistemas usados para manejar el tráfico aéreo en la región de Nueva York son antiguos y propensos a fallos. La dependencia reconoce que varias partes de su tecnología requieren modernización urgente.
Mientras tanto, la FAA ya está trabajando en dos frentes:
- Mejorar la infraestructura de telecomunicaciones, para que las conexiones entre los centros de control sean más confiables.
- Actualizar los sistemas automatizados, lo que les dará mayor capacidad de respuesta ante posibles futuras fallas.
Sin embargo, estos arreglos toman meses, a veces años. Hasta entonces, Newark seguirá enfrentando el riesgo de nuevos retrasos y cancelaciones si se presenta otro fallo de equipo o si la falta de personal aumenta.
Los trabajos de construcción en las pistas de aterrizaje y el clima cambiante de la zona de Nueva York son otros factores que, si bien no son la causa principal, han sumado a la crisis.
Impacto en los viajeros y actores principales
Quien más sufre las consecuencias es el viajero común. Aquellos que usan Newark para vuelos internacionales o simplemente para conexiones dentro de Estados Unidos 🇺🇸 han tenido que acostumbrarse a itinerarios cambiantes y periodos de espera más largos. Muchas personas con planes de inmigración, negocios o estudios dependen de que sus vuelos lleguen y salgan a tiempo. Estos retrasos pueden afectar entrevistas de visa, plazos legales y oportunidades laborales.
- Para las aerolíneas: deben reorganizar sus horarios, perder ingresos por cancelaciones y enfrentar quejas y reclamos de los usuarios.
- Para inmigrantes y viajeros internacionales: existe el riesgo de perder conexiones, citas migratorias, o llegar fuera de término para compromisos importantes en otros estados o países.
- Para estudiantes y trabajadores extranjeros: atrasos en sus vuelos pueden significar perder días vitales al empezar clases o trabajos, afectando permisos legales según la fecha de llegada.
Las compañías han tenido que emitir comunicados para mantener informados a sus clientes y, en ocasiones, ofrecer disculpas públicas. United, por ejemplo, también ofreció exenciones temporales a las tarifas de cambio de vuelo y un trato más flexible para los afectados por los retrasos.
Medidas inmediatas y planes a largo plazo
¿Qué se está haciendo para resolver el caos actual y evitar que se repita? El enfoque es doble: reaccionar para reducir el daño inmediato y tomar pasos hacia una solución duradera.
Pasos inmediatos:
- Las aerolíneas, especialmente United, han reducido la cantidad de vuelos programados para no sobrecargar el control de tráfico aéreo en Newark.
- Se han otorgado exenciones para que pasajeros puedan cambiar vuelos sin pagar multas.
- Las autoridades de la FAA comunicaron que están trabajando para reparar y reforzar los sistemas afectados por el fallo de equipo.
Soluciones a largo plazo:
- Actualizar la tecnología anticuada del control de tráfico aéreo, un plan que ya se está implementando pero que demanda inversión y tiempo.
- Contratar y formar a nuevos controladores de tráfico aéreo, para que el sistema no dependa de tan pocos empleados. Esto es fundamental, pero la formación puede tardar años en completarse.
- Mejorar la infraestructura física y de comunicaciones, logrando una operación menos vulnerable a fallos repentinos.
Como se indica en la página oficial de la FAA, la administración tiene información clara sobre iniciativas y actualizaciones del sistema que pueden interesar a quienes desean saber más sobre los planes actuales y futuros para garantizar la seguridad y eficiencia del tráfico aéreo.
Debates en torno al manejo de la crisis
No todos están conformes con la rapidez de la reacción. Algunos pasajeros y expertos en aviación opinan que se debió invertir antes en tecnología y reclutar más empleados, ya que estos problemas se conocían desde antes del incidente reciente. Muchas voces dentro del sector aún piden mayor transparencia y calendarios claros sobre cuándo finalizarán las obras y la llegada del nuevo equipo.
Sin embargo, otros argumentan que eventos como el fallo de equipo del TRACON pueden ocurrir en cualquier sistema complejo, y que la FAA ha respondido en la medida de sus capacidades. La discusión está abierta y los usuarios siguen buscando respuestas claras sobre cuándo podrán volver a viajar sin interrupciones mayores en Newark.
Contexto histórico del aeropuerto de Newark
Vale la pena recordar que el aeropuerto de Newark es uno de los más antiguos y transitados en Estados Unidos 🇺🇸. Desde hace décadas, sirve como punto de entrada y salida para millones de personas anualmente, incluyendo migrantes, turistas y ejecutivos. Por su cercanía a Nueva York y Nueva Jersey, cualquier crisis en Newark tiene efecto en toda la región y puede afectar vuelos internacionales de conexión.
El control de tráfico aéreo en esta área es uno de los más complicados del mundo debido al gran volumen de vuelos y al poco espacio aéreo disponible. Por eso, cualquier obstáculo —como el reciente fallo de equipo o la falta de controladores capacitados— genera un efecto dominó que toca a miles de individuos y empresas.
Conclusión: ¿Qué sigue para Newark y sus usuarios?
Mientras se realizan cambios para evitar incidentes similares en el futuro, los pasajeros deben prepararse para posibles demoras al usar el aeropuerto de Newark. Es aconsejable:
- Revisar con frecuencia el estado de su vuelo.
- Aprovechar las exenciones que ofrecen las aerolíneas para cambios gratuitos.
- Mantenerse informados a través de fuentes oficiales confiables.
De acuerdo con lo que reporta VisaVerge.com, la situación en el aeropuerto de Newark es un llamado de atención sobre la importancia de invertir en personal y tecnología moderna para el sistema aéreo estadounidense. Solo así será posible ofrecer un servicio seguro y estable a quienes usan el aeropuerto, ya sea para fines de inmigración, negocios, turismo o estudios.
Por el momento, mientras los actores clave trabajan en reparaciones y actualizaciones, quienes planean viajar deben armarse de paciencia y buscar alternativas o cambios en su itinerario si se ven afectados por la combinación de escasez de personal, fallo de equipo y los límites del actual control de tráfico aéreo. Estar atentos y preparados hará la diferencia hasta que se logren las mejoras que tanto necesita todo el sistema.
Aprende Hoy
TRACON → Centro de Control Radar Terminal; guía aviones que se aproximan o salen de aeropuertos de una región específica.
FAA → Administración Federal de Aviación; agencia estadounidense encargada de regular la aviación civil.
Controlador aéreo → Profesional especializado que dirige el tráfico aéreo, gestionando salidas y llegadas para garantizar la seguridad.
Fallo de equipo → Interrupción o avería técnica que afecta el funcionamiento normal de los sistemas de control y comunicación.
Exención de cambio → Política que permite reprogramar vuelos sin penalidades durante interrupciones, como demoras o cancelaciones.
Este Artículo en Resumen
Los recientes retrasos en el aeropuerto de Newark se deben a un fallo crítico de equipo y la falta de controladores. United Airlines redujo drásticamente vuelos, mientras la FAA trabaja en modernizar sistemas. Se recomienda a los pasajeros prepararse para demoras durante meses y consultar políticas flexibles para reprogramar sus viajes.
— Por VisaVerge.com
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