Puntos Clave
- EE.UU. envió 299 nacionales de terceros países a Panamá entre el 12 y 15 de febrero de 2025.
- Panamá detuvo a los llegados en el Hotel Decápolis y San Vicente, luego otorgó permisos humanitarios de 30 días.
- Para mayo, el marco conjunto apoyó 48 vuelos, removió 1,969 personas y recibió cerca de $14 millones de apoyo.
Una operación de deportación sin precedentes sacudió a la región a principios de 2025, cuando Estados Unidos expulsó a 299 nacionales de terceros países hacia Panamá entre el 12 y el 15 de febrero. El programa, presentado como parte de un nuevo marco de repatriación conjunto, involucró a personas que habían cruzado la frontera entre Estados Unidos y México buscando asilo pero a las que no se les permitió presentar sus solicitudes.

Este episodio, calificado por analistas y defensores de derechos humanos como una prueba delicada de cooperación migratoria, dejó a cientos de migrantes varados entre el miedo de regresar a sus países de origen y la necesidad de encontrar un destino seguro que las autoridades panameñas les permitieran aceptar antes de que expirara un permiso temporal.
Contexto y acción reciente
El grupo entregado en Panamá provenía de países tan diversos como Afganistán, Irán, Pakistán, Rusia, China, Camerún, Somalia y Etiopía, entre otros.
Según registros oficiales y testimonios recopilados por organismos de defensa de derechos humanos:
- Los migrantes afirmaron haber solicitado asilo en varias ocasiones durante su retención en Estados Unidos.
- En muchos casos enfrentaron respuestas ambiguas o la negación explícita de sus solicitudes.
- Durante la detención en la frontera, varios fueron trasladados de forma apresurada, en condiciones frías y con la confiscación de documentos y teléfonos, sin información clara sobre su destino final.
La detención en Panamá se llevó a cabo bajo condiciones que provocaron indignación internacional. Inicialmente los migrantes fueron alojados en una instalación temporal en el centro de la ciudad y, posteriormente, en un centro de detención cercano al Darién. Imágenes y relatos mostraron a personas pidiendo ayuda desde sus habitaciones y expresando una necesidad urgente de asesoría legal y protección.
En el momento de la operación, las autoridades presentaron el marco de repatriación reforzado como una medida para gestionar flujos migratorios y evitar largas estancias en tránsito sin salida clara. Sin embargo, la narrativa oficial contrastó con el impacto humano: muchos quedaron sin contacto con familiares, sin acceso a asesoría jurídica independiente y sin un camino claro hacia la seguridad.
La falta de información y de apoyo fortaleció preocupaciones sobre la posibilidad de que las personas se vieran forzadas a aceptar retornos que podrían exponerlas a persecución en sus países de origen.
Impacto en los migrantes y comunidades
Tras la liberación, las autoridades panameñas concedieron permisos humanitarios de 30 días, con posibilidad de extensión hasta 90 días, para que los deportados abandonaran el país o buscaran otro destino. El presidente panameño en ese momento dijo que estos visados ofrecían “la flexibilidad necesaria” para que los migrantes salieran de Panamá por sus propios medios, y señaló que algunos provenían de nacionalidades “muy distantes”.
Opciones y decisiones:
- Retorno asistido
- Cerca del 60% de los deportados eligió regresar a sus países de origen a través del programa de retorno voluntario asistido coordinado por la OIM.
- La voluntariedad de estas salidas fue objeto de debate, dada la situación de confinamiento y la ausencia de redes de apoyo.
- Permanencia en Panamá o búsqueda de terceros países
- Un grupo estimado en casi 120 personas rechazó la opción de regresar.
- Muchos citaron temores de persecución, violencia o incluso muerte, considerando el retorno una amenaza real.
- Quienes decidieron quedarse afrontaron la incertidumbre y la presión de encontrar una salida segura antes del vencimiento de sus permisos temporales.
Testimonios recogidos por organizaciones de derechos humanos señalaron que retornar podría significar enfrentar peligros derivados de años de violencia o conflictos en curso. La región quedó ante una situación compleja: migrantes con estatus temporal que necesitaban protección, la cual no siempre se les ofrecía de manera clara o suficiente.
Implicaciones legales y políticas
El episodio puso a prueba la cooperación entre Estados Unidos y Panamá, evidenciando la necesidad de marcos claros que:
- Protejan los derechos fundamentales de las personas
- Respeten consideraciones de seguridad nacional
El acuerdo de repatriación conjunta, ampliado desde su firma inicial en 2024, recibió tanto apoyo como críticas:
- Aplaudido por agencias que lo ven como una forma de gestionar flujos migratorios de manera más predecible.
- Cuestionado por grupos defensores de derechos humanos por riesgos de devolución forzada y acceso limitado a vías legales de solicitud de asilo.
Según análisis de VisaVerge.com, la situación subraya el dilema que enfrentan muchos países al intentar equilibrar control migratorio con la obligación de tratar a las personas con dignidad y respeto. La cobertura del caso en Panamá abrió debates sobre la compatibilidad de estas políticas con las normas internacionales de protección de refugiados y derechos humanos.
Puntos clave señalados por expertos:
- Necesidad de rutas legales claras para quienes huyen de persecución.
- Importancia de que las autoridades ofrezcan orientación jurídica y opciones de protección adecuadas.
Lugar de detención y condiciones en Panamá
En Panamá, los migrantes quedaron bajo vigilancia de las autoridades migratorias y las condiciones de detención se describieron como rígidas durante varias semanas.
Problemas reportados:
- Atención de salud limitada.
- Acceso restringido a servicios jurídicos.
- Apoyo psicosocial insuficiente en las primeras etapas.
El plazo de 30 a 90 días para abandonar el país aumentó la incertidumbre para quienes no tenían redes de apoyo ni contactos en otros países, lo que incrementó la presión para aceptar retornos o buscar refugio en terceros estados.
Contexto histórico y visión de futuro
La situación en Panamá forma parte de un espectro mayor de respuestas estatales ante:
- Un aumento de solicitudes de asilo.
- La necesidad de gestionar salidas seguras cuando los países de origen representan riesgos.
- La limitada viabilidad de deportación en ciertos casos.
La narrativa internacional enfatiza que la cooperación entre países puede ser útil para gestionar flujos, pero debe incluir salvaguardias claras para:
- Evitar la refoulement (devolución a peligro).
- Garantizar información veraz y acceso oportuno a recursos legales para solicitantes.
Qué sigue para los migrantes
A octubre de 2025:
- Alrededor de la mitad de los 299 deportados habían retornado a sus países a través de la OIM.
- Muchos aún permanecían en Panamá en un estado de incertidumbre, buscando un tercer país dispuesto a acogerlos.
Factores que dificultan la obtención de protección internacional:
- Nacionalidad de los solicitantes (regiones con conflictos prolongados o instituciones débiles).
- Acceso restringido al asilo en Panamá y tasas de aprobación generalmente bajas.
Las autoridades migratorias, organismos internacionales y ONG trabajan para explicar opciones disponibles, entre ellas:
- Programas de reasentamiento
- Acuerdos bilaterales que faciliten rutas de protección
- Apoyo jurídico y logístico ofrecido por la OIM
Mientras tanto, las personas en situación de vulnerabilidad siguen buscando soluciones prácticas que minimicen el daño humano y garanticen un trato justo.
Contexto legal y referencias para lectores
Para entender cómo funcionan las políticas de asilo y repatriación en este tipo de operaciones, es crucial revisar los marcos legales de cada país involucrado.
- En Estados Unidos, la negación de asilo suele estar sujeta a procesos de revisión administrativa y judicial, con canales de apelación y reconsideración en ciertos casos.
- En Panamá, las regulaciones migratorias determinan cuándo se concede un permiso temporal y qué opciones existen para buscar refugio fuera del país.
- La OIM proporciona guías sobre opciones de retorno voluntario asistido y ayuda para la reubicación.
Recursos útiles mencionados en el texto:
- El portal de Migración de Panamá: [Servicio Nacional de Migración de Panamá] — ofrece detalles sobre políticas, permisos y procedimientos.
- Análisis de contexto: [VisaVerge.com] — destaca la necesidad de rutas legales claras.
- Programas de retorno y apoyos operativos: Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Para quienes buscan información oficial y actualizada, el portal [Servicio Nacional de Migración de Panamá] proporciona recursos para entender las condiciones de los permisos humanitarios y las rutas de salida disponibles.
Conclusión
La deportación a Panamá en febrero de 2025 dejó una marca duradera en la conversación sobre migración regional. Si bien la cooperación entre Estados puede facilitar la gestión de flujos, la experiencia refuerza la necesidad de salvaguardias robustas que protejan a las personas, especialmente a los nacionales de terceros países atrapados entre políticas de seguridad y la urgencia de buscar protección.
Los próximos meses serán decisivos para definir cómo se equilibra la responsabilidad de los Estados con la dignidad y la seguridad de quienes buscan refugio, y para clarificar qué rutas seguras quedan disponibles cuando las fronteras se cierran o se vuelven ineficaces.
Notas finales para lectores y comunidades
- Manténgase atento a las actualizaciones oficiales de migración y de organismos internacionales, que pueden ofrecer guías prácticas.
- Si conoce a alguien afectado, fomente el acceso a asesoría legal independiente y recursos comunitarios.
- Las voces de las personas migrantes deben guiar reformas futuras: las políticas deben proteger la vida y la seguridad, y acompañarse de procesos claros y humanos.
Referencias y recursos
- Para información oficial sobre políticas migratorias en Panamá, consulte el portal [Servicio Nacional de Migración de Panamá], que ofrece guías sobre permisos, procedimientos y salvaguardias para migrantes en situaciones de vulnerabilidad.
- Análisis complementario y contexto regional pueden encontrarse en informes y coberturas de medios especializados. Según análisis de [VisaVerge.com], la experiencia subraya la necesidad de rutas legales claras para las personas que huyen de persecuciones y violencia.
- Las rutas de salida y los programas de retorno voluntario asistido están descritos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que coordina procesos de reubicación y ofrece apoyo jurídico y logístico.
Observaciones finales
La historia de esta deportación, la negación de asilo y las dinámicas entre nacionales de terceros países subraya la complejidad humana de las políticas de migración. Las autoridades, al gestionar riesgos y recursos, deben recordar que cada migrante llega con una historia de miedo, esperanza y necesidad de protección.
En un marco de derechos humanos y dignidad, las soluciones duraderas exigirán claridad, transparencia y una voluntad compartida de buscar salidas que preserven la vida y la seguridad de las personas, más allá de las fronteras nacionales.
Aprende Hoy
nacionales de terceros países → Personas que no son ni ciudadanas del país remitente ni del país donde buscan entrar o protección.
marco de repatriación conjunta → Acuerdo bilateral entre EE.UU. y Panamá para que Panamá reciba a extranjeros que EE.UU. no puede devolver directamente a sus países de origen.
OIM (Organización Internacional para las Migraciones) → Agencia que facilita el retorno voluntario asistido y brinda apoyo operativo a migrantes.
permiso humanitario → Estatus temporal que autoriza la permanencia por razones humanitarias o prácticas durante un tiempo limitado.
refoulement → Devolución forzada de refugiados a un país donde enfrentan peligro, prohibida por las normas internacionales.
San Vicente → Centro migratorio panameño cercano al Darién donde estuvieron las personas tras la detención inicial en la ciudad.
retorno voluntario asistido → Programa que ayuda a personas migrantes a regresar a su país de origen con apoyo logístico y financiero.
Este Artículo en Resumen
Entre el 12 y el 15 de febrero de 2025, Estados Unidos trasladó a 299 nacionales de terceros países a Panamá en tres vuelos chárter después de negarles la posibilidad de presentar solicitudes de asilo en la frontera con México. La acción se realizó bajo un marco de repatriación conjunto actualizado el 2 de febrero de 2025, diseñado para ayudar a Panamá a recibir personas que EE.UU. considera difíciles de devolver a sus países de origen. Los migrantes denunciaron condiciones duras en custodia estadounidense, confiscación de teléfonos y falta de información sobre su destino. Panamá los detuvo temporalmente en el Hotel Decápolis y luego en San Vicente, tras lo cual se emitieron permisos humanitarios de 30 días con posible extensión a 90. Unos 179 optaron por el retorno asistido por la OIM y cerca de 120 rechazaron regresar por temor a persecución. El episodio generó desafíos legales, preguntas diplomáticas y llamados a garantizar acceso a asesoría legal y traducción.
— Por VisaVerge.com