Puntos Clave
• En Little Village, Chicago, la actividad comercial cayó hasta un 50% tras las medidas de Trump en enero de 2025.
• Los inmigrantes indocumentados aportaron $46.8 mil millones en impuestos federales y $29.3 mil millones en impuestos estatales y locales en 2022.
• El miedo a las redadas provoca escuelas vacías, tiendas cerradas y tensión psicológica en comunidades inmigrantes de todo el país.
Las nuevas políticas de deportaciones impulsadas por el presidente Trump han cambiado de manera muy visible la vida de muchas comunidades inmigrantes en Estados Unidos 🇺🇸. Zonas que antes estaban llenas de actividad, con negocios animados y familias interactuando en las calles, ahora parecen desiertas. Se sienten como “pueblos fantasma”. Aunque muchas personas aún no han sido deportadas, el temor a las redadas y a la separación ha hecho que la vida cambie por completo para miles de familias, comerciantes y trabajadores. Así lo confirman datos recientes y relatos recogidos en varias ciudades importantes del país.
Cambios visibles en las comunidades inmigrantes

Todo empezó poco después de que el presidente Trump asumiera el cargo en enero de 2025. Su administración prometió medidas severas, y los primeros días estuvieron marcados por operativos y anuncios sobre el aumento de las deportaciones. Aunque la cantidad real de personas deportadas es menor a lo esperado, el efecto social y psicológico ha sido inmediato.
Lugares como Jackson Heights, en Nueva York 🇺🇸, conocido por su diversidad y vida comunitaria, muestran bien esta transformación. El 60% de sus habitantes son nacidos fuera del país, pero ahora mucha gente simplemente no sale de sus casas. Marcia Guamangate, una joven de 27 años y solicitante de asilo proveniente de Ecuador 🇪🇨, contó que apenas sale por miedo a ser detenida, aunque todavía espera la respuesta a su caso.
En Chicago 🇺🇸, la situación es muy parecida. El barrio Little Village, famoso por sus tiendas y restaurantes mexicanos, ha reducido su actividad comercial hasta en un 50% solo en los primeros meses de 2025. Muchas tiendas han cerrado y la gente prefiere no salir si no es necesario. La inseguridad y la ansiedad afectan desde comerciantes hasta niños que ya no van tranquilos a la escuela ni disfrutan del parque del barrio.
El barrio Pilsen, también en Chicago 🇺🇸 y con mayoría de residentes hispanos, enfrenta la misma preocupación. Se ha reportado que agencias federales tienen a más de 2,000 personas en la mira para ser deportadas, lo que hace que el silencio y la tensión predominen en las calles.
Un caso similar se da en Highlandtown, Maryland 🇺🇸. Ahí, los negocios locales han visto cómo la clientela disminuyó bruscamente desde el 20 de enero. Manuel Garcia, dueño de una barbería, cuenta que lo que antes ganaba en tres días ahora tarda toda una semana. En Spartan Pizza, una pizzería popular de la zona, el empleado Indalecio Barranco dice que el 80% de sus clientes ha desaparecido y los fines de semana sólo atienden a dos o tres personas, cuando antes había grupos grandes y familias enteras.
Estas historias muestran cómo las políticas de Trump han cambiado la rutina de comunidades que por años fueron símbolo de esfuerzo y contribución al país. Hay miedo a ser arrestado simplemente por ir a trabajar o llevar a los hijos a la escuela.
Efectos económicos: cuando los negocios ya no pueden sostenerse
El golpe no es solo emocional, sino también económico. Los pequeños negocios de las comunidades inmigrantes son los más afectados. En Highlandtown, el simple rumor de que ICE (el servicio de inmigración) está cerca es suficiente para espantar a los clientes. Juan Nuñez, quien hasta hace poco fue presidente de la Asociación de Comerciantes de Highlandtown, describe el ambiente como uno de “caos” y “confusión”. Los dueños de negocios no saben si podrán seguir abiertos, y muchos empleados temen perder su empleo si la actividad sigue bajando.
Pero el efecto va mucho más allá de estos barrios. De acuerdo con los datos, los inmigrantes indocumentados hicieron grandes aportes económicos en 2022: pagaron $46.8 mil millones en impuestos federales y $29.3 mil millones en impuestos estatales y locales. Solo a la Seguridad Social contribuyeron con $25.7 mil millones, y al sistema Medicare con $6.4 mil millones. Si estas personas fueran deportadas masivamente como propone la administración Trump, el impacto sería muy fuerte para la economía de todo el país.
Por ejemplo, se calcula que los precios de los alimentos pueden subir más del 10% en los próximos cuatro años. Sectores como la manufactura, energía y los servicios también podrían experimentar aumentos de precios de entre 6% y 12%. Esto afectaría a todos, no sólo a las comunidades inmigrantes.
Los datos demuestran que estas comunidades no solo consumen y trabajan, sino que también pagan impuestos y sostienen muchos servicios y negocios en distintas ciudades. El temor a las deportaciones y la caída en la actividad económica ya se sienten, provocando despidos y el cierre de tiendas.
El miedo como herramienta principal
Quizás lo más evidente es cómo el miedo ha cambiado la vida diaria. No basta con tener papeles en regla; mucha gente prefiere quedarse en casa porque las amenazas de redadas y deportaciones parecen afectar a todos. En Highlandtown, los residentes describen la difícil decisión entre salir a trabajar y correr el riesgo de ser arrestados, o perder su fuente de ingresos si se quedan en casa.
Angelo Solera, fundador de una organización local llamada Nuestras Raíces Inc., explicó: “La gente tiene miedo, siente que no tiene opción”. Muchos padres y madres se debaten entre el deber de cuidar a sus familias y asegurarse de que haya dinero para pagar la renta, o el temor de lo que pueda pasar si los detienen en la calle.
Para proteger a sus usuarios, varias organizaciones han tenido que reforzar las medidas de seguridad. Un ejemplo es Ayudando Latinos A Soñar, que normalmente atendía a todos sin restricciones y que ahora contrató guardias privados y construyó muros alrededor de su sede. La decisión fue tomada después de recibir tarjetas postales amenazantes que decían “Trump’s coming”. Esta situación lleva a un ambiente de sospecha y alerta permanente, donde cualquiera puede temer que una simple denuncia o rumor tenga graves consecuencias.
El miedo no afecta solo a los inmigrantes indocumentados, sino también a quienes tienen estatus legal, como estudiantes internacionales o residentes permanentes. Son muchos quienes prefieren mantenerse alejados de los espacios públicos, cambiar su rutina o dejar de buscar oportunidades por temor a ser confundidos o señalados.
Esfuerzos de deportación: lo que realmente está pasando
Aunque la retórica de la administración Trump es dura y hay anuncios de operativos masivos, la realidad es distinta. Según el análisis de los mejores datos disponibles, el número total de personas deportadas por día sigue estando por debajo de lo que se reportó durante la presidencia anterior, la de Biden. Esto ha causado cierta frustración dentro del propio gobierno, que esperaba tener cifras mucho más altas.
Las razones principales son prácticas. El proceso de encontrar, detener y deportar a personas lleva tiempo. Además, la ley otorga derechos a los inmigrantes, como la posibilidad de tener una audiencia ante un juez antes de ser expulsados. Hay límites diplomáticos, ya que otros países deben aceptar a sus ciudadanos deportados, y recursos limitados en cuanto a personal, vehículos y centros de detención.
Sin embargo, la campaña de Trump ha logrado el objetivo de generar temor e incertidumbre. Eso basta para cambiar la forma en que las comunidades inmigrantes viven y se relacionan con el resto de la sociedad. Muchos han decidido cortar lazos con organizaciones, dejar de asistir a reuniones comunitarias o pedir ayuda por temor a ser identificados.
Es importante recordar que los inmigrantes tienen derechos, incluso ante una orden de deportación. Existen organizaciones y recursos, como el portal oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), que ofrecen información clara y actualizada sobre qué hacer en caso de detención o amenazas de deportación.
Cambios a largo plazo para la sociedad
La transformación de comunidades vibrantes en “pueblos fantasma” no solo tiene efectos inmediatos, sino que puede dejar una huella duradera. Los lazos de solidaridad se ven quebrados, las empresas locales tienen menos oportunidades de crecer y los servicios públicos, desde la educación hasta la salud, pueden ver reducida su capacidad por la baja en recaudos de impuestos y la disminución de la población activa.
El miedo constante también afecta la salud mental de las familias, especialmente los niños. Algunos estudios señalan que la ansiedad por la posibilidad de separación de los padres, o el no saber si volverán tras ir a trabajar, ha incrementado los niveles de estrés y problemas emocionales en jóvenes y adolescentes. El sentido de pertenencia y la confianza en el futuro se ven dañados, llevando a una menor integración y más divisiones en la sociedad.
Por otro lado, otros sectores de la opinión pública apoyan estas medidas, argumentando que se trata de hacer cumplir la ley y proteger a los ciudadanos. Sin embargo, muchos expertos, organizaciones y económicos advierten que una política basada en el temor y la división termina afectando la estabilidad y el desarrollo de todo Estados Unidos 🇺🇸.
La respuesta de las comunidades inmigrantes
Pese al ambiente hostil, las comunidades inmigrantes han buscado estrategias para protegerse y sobrellevar la situación. Han surgido redes de apoyo, como cadenas de aviso en caso de operativos, y grupos que ofrecen asesoría legal gratuita. También se organizan manifestaciones pacíficas para pedir políticas más humanas y recordar la importancia del aporte que los inmigrantes hacen al país.
Las iglesias, escuelas y centros comunitarios han reforzado su papel de refugio frente a la incertidumbre. Algunos negocios estuvieron cerrados durante varios días como protesta o para proteger a sus empleados. Y, sobre todo, hay un llamado a informarse sobre sus derechos, por ejemplo consultando recursos oficiales y de organismos que luchan por los derechos civiles.
Más allá de los números: el impacto real
Aunque los reportes y anuncios oficiales suelen enfocarse en cifras, el efecto más grande se siente en lo humano. Cada familia separada, cada negocio cerrado y cada niño con miedo son pruebas de un país que, frente a tensiones y desafíos, debe decidir si apuesta por la inclusión o la desconfianza.
Como reportó VisaVerge.com, estas políticas de deportaciones han mostrado que el ambiente de miedo y la caída en la economía pueden tener incluso más influencia que las propias cifras de personas deportadas. La vida diaria, el ánimo y el sentido de comunidad están en riesgo en lugares donde antes la diversidad y el trabajo duro eran motivo de orgullo.
Resumen y próximos pasos
La administración Trump ha puesto en marcha una de las campañas más notorias de deportaciones, buscando demostrar firmeza frente a la inmigración irregular. Sin embargo, los efectos reales van mucho más allá de la simple aplicación de la ley: han cambiado la cara de muchas ciudades, afectando la convivencia, el comercio y la vida de millones de personas. Aunque los operativos no han alcanzado los números esperados, el miedo y la incertidumbre ya alteraron profundamente a las comunidades inmigrantes.
Para quienes viven en estas áreas, la mejor herramienta es la información y el apoyo mutuo. Usar recursos oficiales, como el sitio web del USCIS, puede ayudar a conocer derechos y posibles caminos legales en caso de enfrentarse a procesos de deportación.
La historia sigue abierta y dependerá de cómo cada comunidad, tanto inmigrante como no inmigrante, busque soluciones para no dejarse dominar por el miedo, sino fortalecer la solidaridad y buscar un futuro donde todos tengan la oportunidad de contribuir y vivir en paz.
Aprende Hoy
Deportación Masiva → Expulsión a gran escala de inmigrantes por parte del gobierno, generalmente con operativos y cambios notorios en comunidades completas.
Solicitante de Asilo → Persona que busca protección en otro país por persecución en el suyo, esperando respuesta legal a su petición.
Inmigrante Indocumentado → Persona que reside en Estados Unidos sin autorización legal o visa válida; también llamado migrante irregular.
Efecto Paralizante → Situación en la que el temor lleva a la gente a evitar actividades normales como trabajar o ir a la escuela.
USCIS → Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos, la agencia que regula migración y ofrece información sobre derechos de inmigrantes.
Este Artículo en Resumen
La ola de deportaciones impulsada por Trump en 2025 ha vaciado barrios inmigrantes, paralizado comercios y aumentado el miedo cotidiano. Aunque las expulsiones masivas son menores a lo esperado, los efectos emocionales y económicos se sienten en escuelas, negocios y familias. La incertidumbre y la ruptura comunitaria se han vuelto protagonistas diarios.
— Por VisaVerge.com
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