Puntos Clave
• India presuntamente deportó a unos 40 rohinyá en mayo de 2025 vía el mar de Andamán.
• La ONU, ONG y organismos internacionales condenaron el peligro y posible violación de derechos humanos.
• La Suprema Corte india exigió pruebas, dejando intactas las deportaciones bajo escrutinio internacional.
Las recientes denuncias sobre la deportación de refugiados rohinyá en la región del mar de Andamán han puesto a las autoridades indias bajo escrutinio internacional. Según informes publicados en mayo de 2025, un grupo de unos 40 refugiados rohinyá habrían sido sacados de la capital india, en circunstancias que llaman poderosamente la atención y preocupan tanto a organismos de derechos humanos como a agencias internacionales.
¿Qué ocurrió exactamente en mayo de 2025?

El hecho supuestamente sucedió en los primeros días de mayo. Las autoridades indias detuvieron a decenas de refugiados rohinyá en la ciudad de Delhi, la mayoría con identificaciones oficiales de refugiados respaldadas por organismos internacionales. Lo grave de este caso no sólo es la detención, sino el proceso posterior: cerca de 40 de estas personas, entre las que se encontraban adolescentes, adultos mayores y hasta pacientes con cáncer, fueron vendadas de los ojos y subidas a un avión, que recorrió aproximadamente 2.400 kilómetros hacia el sureste, hasta llegar a las remotas Islas Andamán y Nicobar, un territorio insular de la India en la Bahía de Bengala.
Una vez ahí, los refugiados fueron colocados en un barco de la marina india, que los transportó por el mar de Andamán hasta las cercanías de la región de Tanintharyi en Myanmar, a unos 300 millas náuticas al este. Al llegar a aguas cercanas al país de origen de muchos de ellos, el grupo recibió chalecos salvavidas y, según los reportes, fueron obligados a lanzarse al agua y nadar hasta una isla que corresponde ya a territorio de Myanmar.
Las fuentes que relataron el hecho a los medios aseguran que todos los refugiados lograron llegar con vida al territorio birmano, aunque hasta el momento no se conoce su estado de salud ni su paradero. La realidad de este caso ha puesto el foco en el destino de los rohinyá fuera de India, más aún dado que se trataba de personas especialmente vulnerables.
La reacción internacional
La supuesta deportación de los refugiados rohinyá no pasó inadvertida. Tom Andrews, quien ocupa el importante cargo de Relator Especial de la ONU para los derechos humanos en Myanmar, condenó de forma tajante esta acción. Andrews la calificó de “totalmente escandalosa” y un acto que “atenta contra la dignidad humana”, según declaraciones recogidas por varios medios internacionales. También dijo que ya se abrió una pesquisa para examinar lo ocurrido, refiriéndose a los hechos como actos “inaceptables y de conciencia insensible”.
Andrews hizo un llamado firme al gobierno indio para que dé una explicación clara y completa sobre lo sucedido. Este tipo de observaciones por parte de organismos internacionales suelen tener un peso importante, ya que marcan las reglas mínimas que un Estado debe observar respecto a la protección que se da a personas consideradas refugiados o en situación de vulnerabilidad.
Como amplifica VisaVerge.com en su cobertura, este episodio se suma a otros incidentes en los que los refugiados rohinyá han estado expuestos a tratos injustos o inseguros, no sólo en India sino también en otros países que rodean la cuenca del mar de Andamán.
Respuesta de las autoridades indias
Desde el gobierno indio la respuesta fue cautelosa, pero con muestras de escepticismo frente a las acusaciones. En una sesión llevada a cabo en la Suprema Corte de la India el 16 de mayo de 2025, fue tema central la revisión de esta denuncia. Un panel de dos jueces, liderado por el juez Surya Kant, comentó que la historia parecía más bien “bellamente elaborada”, en palabras textuales, puesto que surge en un momento delicado que atraviesa el país. Algo que el propio juzgado señaló como un posible intento de crear confusión o presión sobre las acciones del Estado.
El tribunal no detuvo oficialmente ninguna deportación y solicitó pruebas contundentes para sostener las acusaciones, exigiendo documentación complementaria antes de emitir un pronunciamiento.
Mientras tanto, otros funcionarios indios hicieron declaraciones muy directas sobre la postura de su país frente a la inmigración. Himanta Biswa Sarma, miembro del partido gobernante BJP, expresó que devolver a migrantes de manera directa, sin proceso judicial, era una “nueva forma” de manejar el tema de los rohinyá y consideró los retornos extralegales como una “innovación”.
Estas respuestas muestran un enfoque muy rígido y poco abierto al diálogo sobre cómo manejar la crisis humanitaria de los refugiados rohinyá en la región. La falta de apertura para que instancias internacionales revisen lo sucedido ha generado más dudas sobre la protección real de los derechos de los migrantes en el país.
¿Quiénes son los refugiados rohinyá y qué sucede en India?
Los rohinyá son un grupo étnico musulmán originario de Myanmar, país donde han sido víctimas de discriminación y violencia grave durante muchos años. Esto los ha obligado a dejar su país natal en grandes olas migratorias, buscando refugio en países vecinos como Bangladesh 🇧🇩, Malasia 🇲🇾, y la India 🇮🇳, entre otros.
Se estima que en diciembre de 2024 había unos 22.500 refugiados rohinyá registrados oficialmente en India, según Refugees International. No obstante, la cantidad real podría ser superior, ya que muchos migran sin documentación o temen acercarse a las oficinas oficiales.
India no ha firmado la Convención sobre los Refugiados de 1951, instrumento clave a nivel mundial para la protección de esta población vulnerable. Así, las autoridades indias suelen considerar a los rohinyá y a otros grupos desplazados como “inmigrantes ilegales”, y no hay un mecanismo oficial reconocido para otorgarles la categoría de refugiado.
Esto ha generado una situación de inestabilidad e inseguridad jurídica. Los rohinyá pueden ser detenidos, deportados y son objeto de acciones arbitrarias. Muchas personas terminan en centros de detención o enfrentan procesos legales sin acceder a un debido proceso, lo que aumenta el temor entre la comunidad migrante y dificulta la integración y el acceso a derechos básicos.
Antecedentes y contexto en el mar de Andamán
El mar de Andamán es una ruta peligrosa por la que han pasado miles de refugiados rohinyá, especialmente durante los grandes desplazamientos de 2017, cuando la persecución armada en Myanmar se hizo más grave. Esta zona se ha convertido en un cruce importante para quienes buscan un lugar seguro, a pesar de los enormes riesgos que entraña el cruce marítimo.
Más allá del peligro físico por el clima o la falta de recursos, los refugiados rohinyá en el mar de Andamán quedan expuestos a la posibilidad de ser rechazados o abandonados en las fronteras marítimas, donde ninguna nación asume responsabilidad inmediata por su rescate o protección.
En esta enorme extensión acuática, las autoridades indias han jugado un papel clave en controlar el paso de refugiados, pero también han sido acusadas de rechazar barcos o no brindar ayuda a personas en situación desesperada. El caso denunciado en mayo de 2025 marcaría un giro aún más preocupante, ya que implicaría no sólo el rechazo de quien llega, sino una expulsión forzada a mar abierto.
Implicaciones para los refugiados y para la región
Lo que ha ocurrido trae varias consecuencias graves que afectan tanto a la comunidad rohinyá como a la credibilidad internacional de las autoridades indias.
- Riesgo para la vida y la salud: Obligarlos a nadar hacia tierra firme en Myanmar supone un riesgo altísimo para personas que ya sufren traumas, enfermedades y estrés. En el grupo había personas ancianas, adolescentes y enfermos de cáncer. La falta de asistencia médica y la exposición al mar pueden causar tragedias.
- Derechos humanos vulnerados: El actuar de las autoridades indias, según lo denunciado, podría violar principios básicos de protección internacional para refugiados, que prohíben las expulsiones forzadas (también llamadas “refoulement”) a lugares donde están en peligro de persecución o daño.
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Precedente peligroso: El caso puede sentar un antecedente negativo para otros países que acogen a refugiados rohinyá o a otras minorías perseguidas. Si India realiza deportaciones extralegales, otros países podrían sentirse respaldados para hacer lo mismo, dejando a miles de personas desamparadas.
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Impacto regional e internacional: Las acciones de India tienen efecto en la estabilidad de la región, ya que presionan a Myanmar y a otros países vecinos para gestionar un flujo de personas que no pueden volver de manera segura. Esto complica los acuerdos bilaterales y la cooperación en temas humanitarios y de seguridad.
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Dificultad para la comunidad rohinyá: La desconfianza hacia las autoridades indias se profundiza y hace que los refugiados tengan más miedo de buscar ayuda, regularizar su situación o acercarse a instituciones públicas, afectando su acceso a educación, salud y oportunidades de trabajo.
Diferentes perspectivas y debates
El incidente ha abierto un debate grande dentro y fuera de India. Mientras organismos internacionales acusan de violaciones a los derechos humanos y alertan sobre un trato injusto, las propias autoridades indias insisten en que los inmigrantes rohinyá representan un desafío para la seguridad interna y la estabilidad social. Sostienen que la deportación directa es un método para proteger sus fronteras y sus intereses.
Por otro lado, las organizaciones de derechos humanos advierten sobre los peligros de criminalizar la migración forzada, especialmente cuando las personas huyen de persecuciones documentadas, como es el caso de los refugiados rohinyá expulsados al mar de Andamán.
El papel del sistema judicial indio también está en la mira. La decisión de la Suprema Corte de no frenar inmediatamente las deportaciones y de exigir “pruebas contundentes” deja sensación de falta de urgencia, lo que puede interpretarse como un respaldo tácito a la postura gubernamental, al menos mientras no haya hechos oficiales comprobados.
Panorama futuro y qué buscan los grupos de defensa
Frente a este escenario dificultoso, organismos internacionales piden a la India cumplir con los estándares mínimos de protección, aun sin ser parte de la Convención de 1951. Eso implica abstenerse de devolver personas a lugares donde enfrenten amenazas serias a su vida o integridad física, además de ofrecer mecanismos claros y seguros para la evaluación individual de cada caso.
Todo esto puede consultarse en portales oficiales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, donde se explican las responsabilidades mínimas y el marco legal que orienta la protección a refugiados y desplazados.
VisaVerge.com’s investigación revela que el vacío legal al no existir una ley formal de refugiados en India deja a miles de personas en un limbo jurídico, expuestas a políticas cambiantes y a decisiones administrativas que pueden poner en peligro sus vidas, como se vio en el caso del mar de Andamán.
Mientras continúan las investigaciones de la ONU y se espera una respuesta formal de las autoridades indias, numerosos grupos de ayuda piden una moratoria inmediata a cualquier acción que implique un riesgo para los refugiados rohinyá. También subrayan la importancia de que India desarrolle procesos transparentes, accesibles y humanos para que los migrantes puedan regularizar su situación sin temor a detenciones o deportaciones sumarias.
En resumen
El episodio del mar de Andamán y la presunta deportación forzada de refugiados rohinyá ha encendido las alarmas sobre los métodos empleados por las autoridades indias para tratar la migración vulnerable. Los hechos reportados muestran un patrón preocupante de actuaciones extralegales, que podrían vulnerar la dignidad y los derechos más básicos de personas ya perseguidas en sus lugares de origen.
La comunidad internacional, incluidas agencias de derechos humanos y sistemas de protección de la ONU, seguirá de cerca este caso, tanto por lo que supone para la vida de los afectados como por el ejemplo que puede dar a otros países de la región. Para los miles de rohinyá aún en territorio indio, el futuro cercano dependerá en gran parte de la capacidad de la sociedad internacional para presionar a favor de soluciones seguras y justas, así como de la voluntad política de las autoridades para priorizar la vida y dignidad por encima de la seguridad nacional.
Sin cambios claros en el enfoque legal y humanitario, la incertidumbre seguirá siendo una realidad diaria para los refugiados rohinyá dentro y fuera de la India. Por eso, es clave que se mantenga la atención pública y la vigilancia internacional hasta que se garantice la protección real de quienes huyen de la violencia y buscan un futuro mejor más allá del mar de Andamán.
Aprende Hoy
Refoulement → Expulsión forzosa de refugiados a países donde podrían sufrir persecución o daños, prohibida por el derecho internacional.
Rohinyá → Minoría musulmana de Myanmar, apátrida y perseguida, que busca refugio en varios países debido a violencia crónica.
Mar de Andamán → Zona marítima entre India, Myanmar y Tailandia, ruta peligrosa utilizada por refugiados en movimiento.
Suprema Corte India → Máximo tribunal de justicia en India, decide sobre derechos fundamentales y grandes controversias, incluso migratorias.
Relator Especial de la ONU → Experto independiente designado por Naciones Unidas para investigar y monitorear derechos humanos en países o temas específicos.
Este Artículo en Resumen
En mayo de 2025, autoridades indias habrían deportado a 40 refugiados rohinyá forzándolos a lanzarse al mar de Andamán. La noticia generó repudio internacional y reabre el debate sobre el trato legal a refugiados, las garantías mínimas, y los caminos abiertos para proteger a quienes huyen de la violencia.
— Por VisaVerge.com