Puntos Clave
- Auburn desactivó National Lookup tras informe de octubre de 2025 que señaló acceso de Border Patrol sin permiso.
 - La ciudad implementó auditorías mensuales de los registros exportados de Flock y protocolos de supervisión reforzados.
 - Auburn promete revocar inmediatamente y de forma permanente cualquier acceso usado para enforcement migratorio.
 
(AUBURN, WASHINGTON) Auburn respondió con rapidez a revelaciones sobre el uso de cámaras de lectura de placas de matrícula por parte de agencias federales de inmigración, específicamente la Border Patrol, accediendo a la red de cámaras Flock a través de la función “National Lookup” sin permiso. La noticia, publicada en octubre de 2025 por un informe del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington, desveló que las cámaras de Auburn, que forman parte del sistema Flock, habían sido alcanzadas por autoridades federales mediante esa función de búsqueda nacional. En respuesta, el municipio anunció medidas inmediatas: desactivó esa función y estableció protocolos de supervisión más estrictos a partir de octubre de 2025, con el objetivo de eliminar cualquier vía de acceso no autorizado y ajustar la gestión de datos a estándares más firmes de seguridad y legalidad.

La acción inmediata fue enfatizada por la policía de Auburn en una nota oficial publicada el 20 de octubre de 2025, en la que se afirma que
“Auburn Police leadership immediately acted and has since turned off that feature, effectively closing any potential backdoor that could have connected federal agencies to Auburn’s cameras.”
Esta declaración subraya una ruptura técnica con una fuente de datos que, según el informe de la UW, podía facilitar que agencias federales consultaran información de placas de matrícula a gran escala, sin que la ciudad estuviera al tanto del uso específico por parte de autoridades migratorias. El gesto técnico de apagar la función aparece como una pieza central de la respuesta, pero no fue visto aisladamente: se enmarca en una revisión de seguridad que el propio municipio entregó como parte de una agenda de restaurar la confianza pública y reforzar los límites entre datos policiales locales y funciones de migración.
En ese mismo marco, la alcaldesa de Auburn, Nancy Backus, ofreció una línea de liderazgo clara:
“The integrity of our public safety systems, and the trust our community places in them, is non-negotiable. We will continue to take every measure necessary to safeguard our data, uphold state law, and ensure our technology is used only for lawful and ethical policing purposes.”
Sus palabras, reproducidas en la prensa municipal, subrayan la demanda de que los sistemas de seguridad pública permanezcan libres de interferencias no autorizadas y que la tecnología policial se mantenga dentro de un marco de uso legítimo y ético. La declaración de Backus, junto con otras intervenciones oficiales, ha servido para elevar la conversación pública sobre la privacidad y las salvaguardas frente a usos de vigilancia que podrían cruzar líneas administrativas o legales.
Las autoridades municipales, en su comunicado, insistieron en que la ciudad no permitía, ni permitiría, un acceso directo a su sistema Flock por parte de ICE, Border Patrol u otras agencias federales de inmigración.
“We want to state clearly: this access occurred unknowingly to us. The City of Auburn has not knowingly allowed, nor will we allow, direct access to our Flock system by U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE), U.S. Border Patrol, or any other federal immigration enforcement agency.”
Estas palabras, citadas tal como figuran en las declaraciones oficiales, enfatizan que el acceso no fue autorizado ni consciente por el municipio, y que la ciudad se mantiene firme en una línea de defensa institucional frente a intervenciones externas no acordadas.
La nueva política de Auburn se articula alrededor de dos mecanismos centrales. En primer lugar, la ciudad ha instituido una revisión mensual exhaustiva de los datos de uso exportados directamente desde el sistema Flock. Si se detecta que cualquier agencia utiliza la data de Auburn para fines de enforcement migratoria, ese acceso se revoca de manera “inmediatamente y permanentemente”. En segundo lugar, se ha reforzado la supervisión para evitar accesos no autorizados en el futuro. Estas medidas se apoyan en la lógica de que el sistema de Cámaras Flock, al permitir el intercambio de datos de placas a nivel nacional, debe tener salvaguardas robustas para evitar que la vigilancia local se convierta en una herramienta de migración federal sin el consentimiento y la supervisión adecuados.
La discusión pública también ha puesto el foco en el marco más amplio de la red de vigilancia de Flock y su capacidad para facilitar accesos a nivel nacional. En Auburn, así como en otras ciudades de Washington, la experiencia ha subrayado preocupaciones sobre la privacidad y la posibilidad de que la información recopilada por policía local termine alimentando acciones de aplicación de la ley migratoria, a menudo sin el conocimiento o el consentimiento de las comunidades. En ese sentido, el informe de la UW destaca que otros municipios del estado han observado patrones de acceso similares, lo que ha generado un debate más amplio sobre la legitimidad y el control democrático de las herramientas de vigilancia compartidas entre agencias. En Auburn, las autoridades dicen haber respondido a esas preocupaciones con medidas de transparencia y control más estrictos.
El equipo de la ciudad ha insistido en que estas respuestas no son meramente técnicas, sino una cuestión de confianza cívica. Las medidas de Auburn buscan reconducir la relación entre vigilancia tecnológica y derechos civiles, en un contexto donde los sistemas de lectura de matrículas pueden facilitar, por ejemplo, la detección de patrones migratorios o la vigilancia de comunidades específicas. En el informe de la UW, se señala que la problemática no es exclusiva de Auburn; la nube nacional de datos que alimenta el sistema Flock ha permitido accesos por parte de la agencia migratoria, lo que ha provocado recelos entre defensores de la privacidad y grupos comunitarios que temen un uso indebido de la información.
El escrutinio público, facilitado por el informe de derechos humanos y seguido por las respuestas oficiales, ha llevado a Auburn a reforzar su permanecía legal y ética en el uso de la tecnología de vigilancia. El cambio de política implica, entre otras cosas, una revisión mensual de las exportaciones de datos y una cláusula de revocación instantánea para cualquier agencia que use datos de Auburn con fines migratorios. Con este paquete de medidas, el municipio busca no solo corregir una brecha, sino también sentar un precedente que pudiera influir en otras jurisdicciones que emplean sistemas como Cámaras Flock para la recopilación de datos a nivel nacional.
El examen de la experiencia de Auburn también ha puesto de relieve el rol de la Universidad de Washington y de otras instituciones en la supervisión de políticas públicas que tocan la privacidad, la seguridad y la relación entre seguridad local y migración federal. Si bien no se citan nombres de residentes individuales en los comunicados oficiales o en el informe de derechos humanos, el tono del debate es claro: la vigilancia compartida, cuando carece de salvaguardas adecuadas, puede erosionar la confianza de las comunidades en la policía y en las instituciones gubernamentales. En Auburn, la respuesta no solo se centró en desactivar una función concreta, sino en replantear el marco de gobernanza de la tecnología policial para evitar futuros incidentes que podrían socavar el tejido comunitario.
Entre las lecciones que surgen de esta crisis local está la necesidad de transparencia continua y de mecanismos de rendición de cuentas que obliguen a las agencias a justificar el acceso a datos sensibles. Los funcionarios municipales han argumentado que el objetivo inmediato es
“garantizar cumplimiento con la ley estatal y estándares éticos para los sistemas de vigilancia policial”
y que la intervención de la ciudad se orienta a clarificar que la tecnología se utiliza únicamente para fines de seguridad pública y no para la aplicación de políticas migratorias federales. En un marco más amplio, la experiencia de Auburn podría influir en otras ciudades que operan sistemas similares de lectura de placas y que dependen de redes nacionales para la interoperabilidad entre agencias. En Auburn, la prioridad es ahora asegurar que la tecnología que protege a la comunidad se utilice con la máxima integridad y responsabilidad, sin abrir la puerta a usos que vulneren los derechos de los residentes.
Cámaras Flock, National Lookup y Auburn se han convertido en palabras que, para muchos, simbolizan un nudo técnico y ético al mismo tiempo: la promesa de una seguridad más eficiente frente a un conjunto creciente de riesgos, y la preocupación por la erosión de la privacidad cuando la vigilancia cruza fronteras administrativas. Con las nuevas políticas en marcha, Auburn pretende no solo corregir una vulnerabilidad, sino también enviar un mensaje claro a quienes operan sistemas de vigilancia a través de redes nacionales: que la seguridad debe respetar la ley, la confianza de la ciudadanía y la dignidad de las personas. A la espera de más evaluaciones y de la revisión continua de los procesos, el caso de Auburn podría convertirse en un punto de referencia para discusiones futuras sobre el equilibrio entre seguridad y derechos civiles en el uso de tecnologías policiales compartidas.
Para aquellos interesados en el marco de actuación y las decisiones oficiales, el municipio mantiene actualizada la documentación pública y las declaraciones emitidas por la Alcaldía y la Policía. Las autoridades señalan que, en la práctica, la prioridad es restablecer la confianza de la comunidad y garantizar que las decisiones técnicas se toman con total transparencia y supervisión. En este sentido, la conversación sobre posibles reformas o ajustes en la red de vigilancia podría extenderse a otras ciudades que usan Cámaras Flock y participan de la misma arquitectura de datos. Mientras tanto, Auburn mira hacia adelante con un conjunto de salvaguardas más robustas, con la certeza de que la tecnología, cuando se usa de forma responsable, puede fortalecer la seguridad local sin sacrificar la confianza ciudadana ni los principios de equidad y justicia. Para los lectores que buscan información oficial adicional sobre las acciones de Auburn, el municipio mantiene disponible un compendio de comunicados y actualizaciones en su página oficial, que puede consultarse para entender mejor cómo se implementarán las nuevas políticas y cómo se supervisarán en el futuro.
[Para información oficial sobre las acciones de Auburn y las políticas de supervisión de datos, consulte la página oficial de la ciudad.]
Aprende Hoy
Cámaras Flock → Dispositivos que leen matrículas automáticamente y almacenan datos de vehículos en una base de datos para uso policial.
National Lookup → Función de Flock que permite consultar datos de matrículas entre jurisdicciones a nivel nacional.
Border Patrol → Agencia federal de patrullaje fronterizo dentro de U.S. Customs and Border Protection responsable de zonas fronterizas.
Auditoría mensual → Revisión periódica de los registros exportados para identificar qué agencias accedieron a los datos y con qué propósito.
Este Artículo en Resumen
Un informe de octubre de 2025 indicó que Border Patrol accedió a la red Flock de Auburn mediante National Lookup sin que la ciudad lo supiera. Auburn desactivó esa función, reforzó protocolos de supervisión y estableció auditorías mensuales de los registros exportados. Las autoridades prometen revocar de inmediato y de forma permanente cualquier acceso utilizado para enforcement migratorio. Las medidas buscan cerrar la vía identificada, cumplir la ley estatal y restaurar la confianza pública en el uso local de la vigilancia.
— Por VisaVerge.com
					