Puntos Clave
• El Aeropuerto de Van Nuys no cumple con poner avisos de plomo, violando acuerdos legales y la Proposición 65.
• Niños cercanos al aeropuerto están entre los más expuestos al plomo en California, aumentando riesgos para su salud.
• El cambio a combustibles de aviación más limpios es lento por dificultades técnicas, logísticas y falta de presión regulatoria.
Muchos residentes en las áreas cerca del Aeropuerto de Van Nuys se han preocupado por su salud debido al uso de combustible de aviación tóxico a base de plomo, conocido como “100LL”, por aviones con motores de pistón. Aunque existe un acuerdo legal desde hace más de diez años que obliga a poner advertencias claras sobre este riesgo, aún no hay señales visibles en el aeropuerto informando a las personas sobre los peligros de este tipo de combustible. Esta falta de información va en contra de la Proposición 65, una ley que busca proteger a los ciudadanos de California de sustancias químicas peligrosas.
¿Por qué es importante la Proposición 65 y qué exige?

La Proposición 65, aprobada en California en 1986, trata de garantizar que la gente reciba advertencias apropiadas sobre los riesgos de estar cerca de sustancias que pueden causar cáncer, defectos de nacimiento u otros daños. Según la ley, cualquier negocio que expone a las personas a sustancias como el plomo debe poner señales visibles para que todos sepan el riesgo que corren. Además, cuando sea posible, también deben buscar soluciones más seguras, como reemplazar el producto tóxico por uno menos peligroso.
En 2014, organizaciones ciudadanas demandaron a 23 aeropuertos en California, incluido el Aeropuerto de Van Nuys, por no cumplir la Proposición 65 al no avisar sobre la exposición a plomo proveniente de los combustibles usados en los aviones pequeños. El acuerdo alcanzado obligaba a los operadores del aeropuerto a poner advertencias claras y a prepararse para cambiar el combustible de aviación tóxico a base de plomo por uno libre de plomo cuando estuviera disponible.
Sin embargo, a finales del año pasado, se presentaron nuevos documentos ante la corte que indican que todavía no se cumplen plenamente estos requisitos en el Aeropuerto de Van Nuys. Como reporta VisaVerge.com, esto significa que las personas siguen sin saber que pueden estar respirando aire contaminado sin saberlo, mientras esperan soluciones que no llegan.
Efectos en la salud de la comunidad cercana al aeropuerto
La preocupación de los vecinos no es sólo por la ley o la falta de señales. Los riesgos para la salud son reales y están bien documentados. En encuestas realizadas a 80 habitantes de la zona cercana al Aeropuerto de Van Nuys, un 65% dijeron creer que la contaminación producida por las operaciones del aeropuerto ha hecho que enfermedades como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés), e incluso cáncer sean más comunes o más graves en su comunidad.
El Aeropuerto de Van Nuys es uno de los lugares con emisiones de plomo más altas en todo California. Se ha descubierto que los niños que viven en las inmediaciones están entre los más expuestos al plomo en el estado, estando en el percentil 90 a nivel estatal. El plomo es un metal pesado muy peligroso, incluso en pequeñas cantidades, sobre todo para el cerebro y el desarrollo de los niños. Además del plomo, los habitantes reportan que el polvo negro que cae sobre sus casas contiene compuestos orgánicos volátiles, partículas finas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, y hollín, sustancias que también son conocidas por causar cáncer.
Para quienes viven, trabajan o estudian cerca del aeropuerto, este escenario supone un riesgo constante. Respiran aire contaminado que puede causar problemas a largo plazo como daños cerebrales, enfermedades pulmonares, y diferentes tipos de cáncer.
¿Quién debería controlar la contaminación en el Aeropuerto de Van Nuys?
El problema es que no existe una sola oficina u organismo que se encargue completamente de controlar la contaminación generada por los aviones en el aeropuerto. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) establece estándares de calidad del aire para todo el país, pero su aplicación directa en los aeropuertos es complicada. En California, existen organismos como la Junta de Recursos del Aire y el Distrito de Manejo de la Calidad del Aire del Suroeste, pero tampoco tienen autoridad para controlar las emisiones específicas de los aviones. La Administración Federal de Aviación (FAA), que es la que decide por dónde vuelan los aviones, tampoco puede imponer reglas estrictas sobre el tipo de combustible o sus emisiones en este caso.
Esta fragmentación hace que nadie pueda decir exactamente quién debe exigir que se cumplan las reglas en lugares como el Aeropuerto de Van Nuys. Por eso, la situación se sigue prolongando y los vecinos continúan en riesgo, mientras se espera que haya avances o se designen responsabilidades claras.
Si quieres ver información oficial sobre cómo la EPA maneja estos estándares de calidad de aire, puedes consultar la página de la EPA sobre la Ley del Aire Limpio.
Consumo de combustible y esfuerzos para cambiar a opciones más seguras
En 2021, se vendieron alrededor de 330,000 galones de combustible de aviación tóxico a base de plomo en el Aeropuerto de Van Nuys. Esa cantidad de combustible significa toneladas de emisiones de plomo al aire cada año, afectando especialmente a las personas que viven cerca y a los niños que juegan al aire libre en los barrios cercanos.
A mediados de 2022, algunas autoridades locales comenzaron a buscar formas más rápidas de dejar de usar combustible con plomo y pasarse a combustibles más sostenibles, como el combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) o versiones libres de plomo. Sin embargo, el cambio no es sencillo ni rápido. Aunque ya existen combustibles alternativos, no todos los motores de avión pueden usarlos sin hacer modificaciones. Esto hace que la adopción de opciones más limpias avance lentamente y que, por ahora, la mayoría de los aviones siga usando el mismo tipo de combustible peligroso de siempre.
Los expertos y vecinos esperan que, una vez que existan opciones más fáciles de implementar y aceptadas para todos los motores, el cambio se acelere. Mientras tanto, sigue siendo importante informar a la comunidad de los riesgos y presionar para que se cumplan las reglas.
¿Qué significa esto para los inmigrantes y las familias trabajadoras de la zona?
Muchas de las familias afectadas en los alrededores del Aeropuerto de Van Nuys son inmigrantes o provienen de comunidades trabajadoras. Para ellas, mudarse a otra zona más limpia no es una opción inmediata. Este hecho hace que estén más expuestas durante más tiempo a los daños que causa la contaminación por combustible de aviación tóxico a base de plomo.
Grupos defensores señalan que mantener a estas comunidades desinformadas y sin aviso sobre los peligros representa un caso claro de injusticia ambiental. No solo tienen que soportar la contaminación, sino que tampoco cuentan con la información suficiente para reducir los riesgos o tomar medidas para cuidar su salud.
Esta realidad refuerza la importancia de hacer cumplir la Proposición 65. Si la ley se aplicara como corresponde, toda persona que viviera, trabajara o estudiara cerca del aeropuerto tendría acceso a la información y podría pedir soluciones más seguras.
Perspectivas legales y próximos pasos
A pesar de los acuerdos legales y de la insistencia de la comunidad y organizaciones de salud, lo cierto es que en el Aeropuerto de Van Nuys todavía no hay advertencias públicas bien visibles. Las nuevas acciones legales llevadas ante la corte el año pasado buscan obligar a que se cumpla lo acordado: señales claras de advertencia y, cuando sea posible, dejar de usar el peligroso combustible de aviación tóxico a base de plomo.
La transición a combustibles seguros sigue siendo lenta, pero podría acelerarse si se desarrollan versiones alternativas compatibles con la mayoría de motores existentes. Además, que las autoridades logren coordinarse podría ayudar a que se tomen acciones más firmes para proteger la salud de los habitantes.
Por ahora, la falta de advertencias en el Aeropuerto de Van Nuys sigue siendo un ejemplo claro de retraso en el cumplimiento de la Proposición 65. Esto afecta especialmente a los más vulnerables, como los niños y las familias migrantes, que no siempre pueden mudarse fácilmente o acceder a centros de salud especializados. La situación resalta la necesidad de vigilancia, presión social y clarificación de responsabilidades entre las diferentes autoridades, para que el bienestar de las comunidades esté por encima de los intereses comerciales.
¿Qué pueden hacer los vecinos ante este escenario?
Mientras tanto, los habitantes cercanos pueden tomar algunas medidas para protegerse, aunque lo ideal sería contar con una respuesta más fuerte por parte del aeropuerto y las autoridades. Algunos consejos incluyen:
- Evitar, en la medida de lo posible, actividades al aire libre durante los horarios de mayor tráfico aéreo.
- Mantener puertas y ventanas cerradas para reducir la entrada de polvo y partículas contaminadas.
- Solicitar a las escuelas y centros comunitarios que exijan respuestas y medidas de protección.
- Participar en juntas vecinales o en coaliciones que buscan soluciones y que denuncian la falta de advertencias.
- Consultar a profesionales de salud sobre chequeos de plomo, especialmente si hay niños en casa.
Reflexiones finales
El caso del Aeropuerto de Van Nuys nos muestra cómo una mezcla de desinformación, problemas legales y fragmentación de responsabilidades puede dejar a comunidades enteras expuestas a contaminantes peligrosos durante muchos años. Aunque existe desde hace tiempo la obligación de avisar a las personas sobre los riesgos asociados con el combustible de aviación tóxico a base de plomo, esto no se ha hecho adecuadamente.
La Proposición 65 representa una herramienta importante para la defensa de la salud pública, pero su efectividad depende de que se cumpla sin excepciones. Las comunidades, sobre todo las de inmigrantes y familias trabajadoras, deben ser informadas y contar con la posibilidad de exigir cambios reales. Hasta que haya señales claras, combustibles seguros y una mayor coordinación entre autoridades, la lucha por respirar aire limpio y seguro en el área del Aeropuerto de Van Nuys continúa.
Para conocer más a fondo cómo otras comunidades enfrentan problemas parecidos, o qué derechos tienen frente a la exposición al plomo y otros tóxicos, puedes consultar la información actualizada en [VisaVerge.com]. Esto te ayudará a entender tus opciones y mantenerte informado sobre cualquier avance importante en este tema.
En resumen, la situación en el Aeropuerto de Van Nuys deja en evidencia que aún falta mucho por hacer. La aplicación adecuada de la Proposición 65, la transición real hacia combustibles más limpios y una comunicación clara a la comunidad son pasos urgentes que no pueden esperar más.
Aprende Hoy
Proposición 65 → Ley de California que exige advertir al público sobre sustancias químicas que pueden causar cáncer o daños reproductivos.
100LL → Gasolina de aviación con plomo usada en aviones pequeños; llamada ‘low lead’, es tóxica y persistente en aeropuertos.
Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) → Químicos tóxicos en el aire, causantes de problemas de salud, presentes en polvo y emisiones aeroportuarias.
Responsabilidad regulatoria → Dificultad para definir qué organismo controla la contaminación, provocando retrasos en la protección comunitaria.
Injusticia ambiental → Situación donde comunidades vulnerables sufren mayor exposición a riesgos ambientales y falta de protección adecuada.
Este Artículo en Resumen
A pesar de obligaciones legales, el Aeropuerto de Van Nuys no advierte a sus vecinos sobre la exposición al plomo. Las familias enfrentan contaminación continua y lentitud en la adopción de combustibles más seguros. Necesitan advertencias visibles, presión reglamentaria y soluciones urgentes para proteger su derecho a un entorno saludable y seguro.
— Por VisaVerge.com
Leer más:
• ReFuelEU Aviación exige uso de Combustible de Aviación Sostenible en la Unión Europea
• China eleva exportaciones de combustible de aviación en marzo de 2025
• Falta de combustible de aviación sostenible puede elevar tarifas aéreas
• Gobierno del Reino Unido presenta legislación para impulsar combustibles sostenibles
• Metafuels abrirá planta en Rotterdam para combustible de aviación sostenible