Puntos Clave
• Los acuerdos 287(g) crecieron de 456 a 579 antes de mayo de 2025, 444 firmados tras la investidura.
• Órdenes ejecutivas de Trump presionan a jurisdicciones santuario, fortalecen ayuda y protección para la policía local.
• ICE reportó 66,463 detenciones y 65,682 expulsiones en 100 días; tres cuartas partes con antecedentes penales.
En los primeros 100 días del segundo mandato del presidente Trump, la administración Trump ha cambiado la manera en que se aplican las leyes de inmigración en Estados Unidos 🇺🇸. Su política se basa en involucrar de forma más directa a la policía local y estatal en labores que antes eran tarea exclusiva de agencias federales, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Este cambio se ha hecho de manera rápida y amplia, lo que ha generado debate, preocupación y apoyo en diferentes sectores del país.
El crecimiento de los acuerdos 287(g): un cambio notable

Uno de los ejes principales en la nueva estrategia es la expansión de los llamados acuerdos 287(g). Estos acuerdos, según datos de ICE, han crecido a un ritmo nunca antes visto. Solo hacia mediados de abril de 2025, ya existían 456 acuerdos activos entre ICE y agencias policiales locales, más del triple en comparación con diciembre de 2024. Y el crecimiento siguió: para finales de abril había 579 acuerdos firmados o pendientes, de los cuales 444 se crearon después del 20 de enero de 2025.
¿En qué consisten estos acuerdos 287(g)? Básicamente, permiten a los agentes de policía local actuar como agentes federales en temas de inmigración. VisaVerge.com explica que estos acuerdos pueden tomar varias formas:
– El “modelo de cárcel”, en el que la policía verifica el estatus migratorio de quienes son ingresados a la cárcel.
– El “modelo de fuerza de tarea”, que permite a los agentes de policía hacer cumplir normas de inmigración durante actividades normales como paradas de tráfico.
– El “modelo de oficial de órdenes”, que autoriza a ciertos agentes locales para ejecutar órdenes de arresto federales sobre inmigración.
En la práctica, esto significa que un policía local puede detener a alguien sospechoso de violar leyes migratorias y mantenerlo bajo custodia hasta que ICE lo recoja, o bien emitir avisos de comparecencia ante un tribunal de inmigración.
Nuevas órdenes ejecutivas y el foco en “ciudades santuario”
El 28 de abril de 2025, el presidente Trump firmó dos órdenes ejecutivas que han marcado la agenda de la administración Trump en materia de seguridad pública e inmigración.
La primera orden, “Fortaleciendo y Desatando las Fuerzas del Orden en EE.UU.”, instruye al Fiscal General para:
– Crear mecanismos que ayuden a proteger legalmente a los agentes de policía involucrados en tareas de inmigración.
– Maximizar fondos federales para mejorar el entrenamiento de los agentes y sus salarios.
– Brindar más protección legal a los oficiales.
– Impulsar penas más duras para delitos cometidos contra policías.
– Aumentar la entrega de equipos militares excedentes a la policía local.
La segunda orden, titulada “Protegiendo a las Comunidades Estadounidenses de Extranjeros Criminales”, tiene como objetivo central a las llamadas jurisdicciones santuario. Estas son ciudades o condados que, por decisión propia, limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración. La nueva orden establece que:
– El Fiscal General debe publicar una lista de estas jurisdicciones en 30 días.
– Se puede suspender o eliminar financiamiento federal a las autoridades de ciudades santuario.
– Se autoriza que haya investigaciones criminales contra funcionarios locales o estatales que ayuden deliberadamente a obstruir la ley criminal federal.
– Llama “insurrección ilegal contra la supremacía de la ley federal” a la práctica de proteger inmigrantes indocumentados en santuarios.
Esta línea dura busca poner presión en autoridades locales para que colaboren con el gobierno federal en materia de Inmigración y Control de Aduanas.
Resultados que la administración Trump muestra como logros
ICE asegura que estos cambios han permitido aumentar el número de personas detenidas y expulsadas del país. Según cifras oficiales de los primeros 100 días:
– Se arrestaron 66,463 inmigrantes indocumentados.
– Hubo 65,682 expulsiones o remociones.
– 2,288 presuntos miembros de pandillas quedaron arrestados.
– 1,329 personas acusadas o condenadas por delitos sexuales fueron detenidas.
– 498 personas acusadas o condenadas por homicidio también fueron arrestadas.
La administración Trump afirma que, de todos los arrestados, tres de cada cuatro tenían antecedentes criminales. El director interino de ICE, Todd Lyons, dijo: “Estamos usando todas las herramientas a nuestra disposición para aplicar las leyes de inmigración de nuestro país y proteger nuestras comunidades.”
Estas cifras apuntan, según el gobierno, a una reducción de la delincuencia y a una mayor capacidad para identificar y castigar a quienes consideran un riesgo para la seguridad.
Preocupaciones: ¿a qué precio se obtienen estos resultados?
A pesar de las cifras presentadas, hay muchas voces críticas sobre el rumbo de la política migratoria y el papel de la policía local en colaboración con ICE. Importantes organizaciones civiles alegan que la expansión de los acuerdos 287(g) y el mayor rol policial en Inmigración y Control de Aduanas traen consigo varios riesgos.
- Responsabilidad legal: Una de las principales preocupaciones es que los departamentos de policía locales pueden ser demandados por mantener a personas detenidas sin causa probable de haber cometido un delito penal. Esto podría poner a las ciudades ante costosos procesos judiciales.
- Desconfianza comunitaria: Muchas personas temen que, al ver a la policía como parte del aparato migratorio, los inmigrantes dejen de denunciar delitos o de colaborar con investigaciones. Si quienes viven en comunidades migrantes temen por su estatus legal cada vez que ven a la policía, incluso siendo víctimas o testigos de un crimen, la seguridad general puede verse afectada.
- Uso de recursos: Hay dudas sobre si tiene sentido usar tiempo, dinero y personal policial local para aplicar leyes federales de inmigración en vez de enfocarse en la seguridad local.
- Derechos civiles: Algunos casos han derivado en denuncias de perfilamiento racial o discriminación por color de piel o nacionalidad. Defensores de derechos humanos alegan que estas políticas pueden incentivar prácticas poco justas al momento de detener e identificar personas.
Los críticos sostienen que, al mezclar la labor normal de la policía con acciones de control migratorio, se instala un clima de miedo entre millones de familias inmigrantes, lo que puede debilitar la cohesión social y los lazos entre residentes y autoridades.
¿Cómo responde la administración Trump a estas objeciones?
Para calmar algunas inquietudes, el gobierno ha anunciado algunas medidas. Por ejemplo, buscar reducir el tiempo de capacitación para policías que participan en el programa 287(g): de las cuatro semanas habituales a solo una. Además, se busca ofrecer “indemnización total” a los oficiales si enfrentan juicios como resultado de su trabajo colaborando con ICE.
Estas respuestas, según la administración Trump, buscan que los cuerpos policiales locales no vean su trabajo afectado por un aumento en demandas legales o en cargas de trabajo, y apuestan por una capacitación más rápida y ágil de los agentes involucrados.
Algunos defensores de la administración opinan que esto hará más eficiente la aplicación de leyes. Sin embargo, otros ven estas soluciones como intentos de tapar efectos secundarios de una política apresurada, donde se prioriza la cantidad de detenciones sin atender a los posibles daños colaterales en las comunidades.
Cambios estructurales y situación actual
El cambio desde enero de 2025 ha sido profundo. Hace solo unos meses, la aplicación de leyes migratorias dependía en gran medida de los agentes federales. Ahora, cientos de agencias policiales locales tienen un papel central, bajo el respaldo directo de la administración Trump.
Esto marca una ruptura con políticas anteriores, incluidas aquellas que, durante años, evitaron delegar asuntos migratorios a la policía local ante temores de discriminación y pérdida de confianza ciudadana.
Aquí puede consultar detalles sobre el alcance legal de los acuerdos 287(g) y la colaboración con ICE directamente en el sitio oficial de ICE.
El futuro inmediato parece depender de dos factores. Primero, de cuántos estados y municipios acepten firmar más acuerdos 287(g) o resistan la presión federal, defendiendo su condición de “santuario”. Segundo, del curso que tomen los litigios legales presentados por organizaciones civiles o por personas que aleguen haber sido detenidas o discriminadas indebidamente.
¿Cómo afectan estos cambios a diferentes sectores?
- Inmigrantes y sus familias: Quienes no tienen documentos o viven con familiares en esa situación suelen sentir más presión y miedo. El temor puede llevar a evitar la policía aun cuando son víctimas o testigos de delitos.
- Agencias policiales locales: Reciben fondos, equipamiento y apoyo legal extra, pero también enfrentan más presión, posibles demandas y un cambio en su misión tradicional.
- Gobiernos locales y estatales: Deben decidir entre cooperar con la administración Trump —asegurando fondos federales y evitar sanciones— o marcar distancia defendiendo la confianza comunitaria y los límites legales.
- Escuelas, universidades y negocios: Muchos reportan mayor ausentismo, caída de productividad o temor entre estudiantes, clientes y trabajadores migrantes, todo lo cual afecta el tejido social y la economía local.
Además, dentro de muchas fuerzas de policía, algunos agentes consideran que la exigencia de involucrarse en Inmigración y Control de Aduanas puede alterar negativamente la relación con la comunidad, mientras que otros ven la colaboración como una forma de hacer su trabajo más seguro y efectivo.
Opiniones divididas y futuro de la colaboración local-federal
El tema sigue generando posiciones encontradas. Cada cifra y orden ejecutiva de la administración Trump es celebrada por quienes creen que se necesita mano dura para garantizar la seguridad pública, y criticada por quienes temen retrocesos en derechos civiles o crecimiento de prácticas discriminatorias.
Los acuerdos 287(g), antes reservados a un puñado de condados, son ahora una herramienta clave con respaldo presidencial. Sus defensores dicen que permiten sacar del país a personas que pueden suponer un riesgo; sus detractores insisten en que fomentan detenciones sin justificación y el miedo generalizado.
En resumen, la aplicación de acuerdos 287(g) y la colaboración entre policía local e Inmigración y Control de Aduanas representa uno de los mayores cambios en la política migratoria estadounidense en décadas. El debate real —si aumentarán o no la seguridad, y a qué costo social y legal— está lejos de haberse resuelto.
Mientras tanto, la administración Trump continúa usando todos los recursos legales y operativos a su alcance para cumplir su promesa de campaña: aplicar la ley migratoria de manera estricta en cada rincón del país. Sus efectos concretos en la vida diaria, así como su impacto en la relación entre inmigrantes, autoridades y la sociedad en general, seguirán siendo tema de discusión, análisis y lucha en los meses y años por venir.
Aprende Hoy
Acuerdo 287(g) → Permite a la policía local colaborar con ICE en la aplicación de leyes migratorias, mediante modelos específicos autorizados.
Jurisdicción Santuario → Ciudad, condado o estado que limita colaboración con migración para proteger a inmigrantes indocumentados.
Orden Ejecutiva → Directiva del presidente de EE. UU. que tiene fuerza de ley y dirige agencias federales.
ICE (Inmigración y Control de Aduanas) → Agencia federal responsable de aplicar leyes migratorias y deportar personas sin estatus legal.
Aviso de Comparecencia → Documento oficial que convoca a un inmigrante a presentarse ante un tribunal de inmigración para procesos de expulsión.
Este Artículo en Resumen
La administración Trump ha multiplicado los acuerdos 287(g), involucrando a la policía local en Inmigración y Control de Aduanas. Órdenes ejecutivas restringen fondos a ciudades santuario y aumentan recursos policiales. Este rumbo provoca debates sobre derechos civiles, seguridad comunitaria y tensión entre autoridades federales, policías, inmigrantes y gobiernos locales.
— Por VisaVerge.com
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