Puntos Clave
• Colorado prohíbe a sheriffs detener personas solo por petición de ICE bajo el programa 287(g).
• La ACLU demanda a condados para limitar la colaboración migratoria local-federal en múltiples estados.
• En diciembre de 2024, ICE tenía acuerdos 287(g) con 135 agencias en 21 estados.
La ACLU ha estado en el centro de una batalla legal que tiene consecuencias directas en la forma en que los condados y oficiales locales de todo Estados Unidos 🇺🇸 se vinculan con la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El debate se enfoca especialmente en el programa 287(g), una política que permite a los oficiales locales actuar como agentes federales de inmigración bajo acuerdos formales con el gobierno federal. El tema es importante porque determina quién tiene realmente el derecho y la capacidad legal de arrestar y detener a personas por temas migratorios, lo que afecta a miles de familias y comunidades.
¿Qué es el programa 287(g) y cómo funciona?

El programa 287(g) fue establecido en 1996 tras la aprobación de la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante. Bajo este programa, el Departamento de Seguridad Nacional firma acuerdos con agencias estatales o locales para darles a algunos oficiales locales ciertas funciones de control migratorio que normalmente solo realiza el gobierno federal. Es decir, pueden entrevistar, detener e incluso facilitar la deportación de personas basándose en su estatus migratorio. Según la información disponible hasta diciembre de 2024, ICE tiene acuerdos 287(g) con 135 agencias de diferentes lugares en 21 estados dentro de Estados Unidos 🇺🇸.
Los agentes locales participantes pueden:
– Entrevistar a personas detenidas sobre su estatus migratorio.
– Consultar bases de datos del Departamento de Seguridad Nacional.
– Emitir detenciones migratorias (“detainers”) solicitando a cárceles locales que mantengan a las personas bajo custodia hasta que ICE pueda recogerlas.
– Redactar Notificaciones de Comparecencia, el primer paso en el proceso de expulsión.
– Recomendar la salida voluntaria para ciertos inmigrantes.
– Transferir directamente a personas bajo su custodia a ICE.
Este nivel de colaboración crea una relación estrecha entre las autoridades locales y el sistema federal migratorio, pero también mucha controversia. La ACLU y otras organizaciones han resaltado muchas veces posibles problemas de derechos civiles y legales que vienen con este tipo de acuerdos.
Argumentos legales de la ACLU en contra del programa 287(g)
La ACLU ha sido clara y consistente al argumentar que los “sheriffs” y fuerzas locales no deben participar en la aplicación de leyes migratorias federales a través del programa 287(g). Según la organización, existen tres razones principales:
1. Restricciones de las leyes estatales
En Colorado, por ejemplo, la ACLU presentó una demanda contra el Sheriff de Teller County, Jason Mikesell, argumentando que su acuerdo 287(g) con ICE representaba una violación de la ley estatal. Se señaló que el sheriff estaba usando recursos y dinero público destinado a tareas locales para hacer cumplir leyes federales de inmigración, lo cual, según la ACLU, es un uso indebido de esos fondos. Los representantes legales de la ACLU defendieron a seis contribuyentes locales que se sentían directamente afectados por lo que veían como una desviación de los propósitos para los que pagan impuestos.
2. Cuestiones constitucionales
La ACLU ha explicado que estas colaboraciones llevan a arrestos y detenciones migratorias sin una orden firmada por un juez. Esto, asegura la organización, viola constituciones estatales que protegen a las personas contra detenciones arbitrarias. En el caso de Teller County, la ACLU insistió en que permitir que un sheriff local detenga a alguien por instrucciones de ICE, sin mandato judicial válido, va en contra de la constitución de Colorado. Como resultado, presentaron la demanda en representación de los contribuyentes para defender la separación de poderes y los derechos individuales.
3. Prohibiciones legales explícitas
En algunos estados, la ley prohíbe expresamente que las fuerzas del orden locales puedan arrestar o detener a personas solo porque ICE lo solicita, si ese documento no viene firmado por un juez. Es decir, no basta con una demanda escrita o una petición simple de ICE; se requiere respaldo judicial. La ACLU ha destacado este requisito en sus demandas, mostrando que muchas detenciones hechas bajo el programa 287(g) son ilegales según los propios estatutos estatales.
Resultados legales recientes y lo que significan
La lucha legal de la ACLU ha producido resultados importantes que pueden afectar otras jurisdicciones fuera de Colorado. Esos fallos judiciales, detallados en documentos oficiales y reportes de prensa, marcan nuevos límites sobre qué tan lejos puede llegar la colaboración entre sheriffs locales y la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas.
Victoria en Colorado
En julio de 2024, el Tribunal de Apelaciones de Colorado decidió que la ley estatal prohíbe a los sheriffs arrestar o detener a personas solo por motivos de detenciones migratorias civiles. En otras palabras, las partes del acuerdo 287(g) que permitían este tipo de arrestos en Colorado fueron declaradas no válidas.
Esto preparó el camino para un fallo más fuerte en enero de 2025: el Tribunal de Distrito del Condado de Teller firmó una sentencia en la que el propio Sheriff Mikesell reconoció que su oficina no tiene autoridad para negarse a liberar o retrasar la salida de alguien detenido solo por tener un formulario de ICE. Según VisaVerge.com, este caso se convirtió en el primero a nivel nacional que establece, de forma clara, que un sheriff estatal viola la ley local al cumplir detenciones de inmigrantes basadas en el acuerdo 287(g).
Demandas en otros estados
La ACLU continúa usando el precedente legal de Colorado en otros lugares. En marzo de 2025, por ejemplo, demandaron al sheriff del condado de Carver en Minnesota. Según la demanda, el sheriff mantuvo detenido a un hombre, no ciudadano, para que ICE pudiera recogerlo, aunque ya había pagado su fianza. La organización alegó que esto era ilegal porque la detención no tenía respaldo judicial y el hombre debería haber sido liberado inmediatamente.
Opiniones opuestas
A pesar de las victorias de la ACLU, hay sheriffs y sectores que siguen defendiendo el programa 287(g). El propio sheriff Mikesell, por ejemplo, acusa a la ACLU de querer dañar a oficinas pequeñas como la suya y recalca que él solo está cumpliendo lo que, según su punto de vista, son “leyes claras” del estado de Colorado. Esto muestra que el debate permanece activo y que seguramente seguirán los litigios en todo el país.
¿Por qué importa el programa 287(g) y sus desafíos legales?
Para muchas comunidades, la colaboración entre autoridades locales y ICE puede ser motivo de ansiedad y miedo. Si la policía local puede actuar como agentes federales de inmigración, muchas personas pueden dejar de reportar crímenes o buscar ayuda por temor a ser detenidas y deportadas. Además, los errores en la interpretación o aplicación de los acuerdos 287(g) pueden llevar a que ciudadanos o residentes legales sean detenidos, lo que genera reclamos y preocupa a grupos defensores de derechos humanos.
La ACLU, como organización nacional, no es la única que batalla este tema, pero juega un papel principal al llevar los debates hasta las cortes y presionar por claridad en las normas. La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, por su parte, sigue promoviendo el programa como una herramienta importante para la seguridad pública, indicando en comunicados que los acuerdos permiten remover personas que considera peligrosas para la sociedad.
¿Cómo afectan estos cambios a inmigrantes, familias y la sociedad en general?
Las resoluciones recientes ofrecen cierto alivio a inmigrantes en estados como Colorado y Minnesota. Ahora tienen mayores garantías de que no serán retenidos ilegalmente por una simple petición administrativa de ICE. Para muchas familias, esto significa menos riesgo de separación y deportaciones injustas. Además, los fallos impulsan a otros estados y condados a revisar la legalidad de sus propios acuerdos 287(g).
Para las agencias locales, los fallos requieren cambios en sus procedimientos y colaboraciones con ICE. Algunos sheriffs se enfrentan ahora a la difícil decisión de romper convenios que hasta hace poco se consideraban legales. También surge la posibilidad de futuros litigios en estados donde existen restricciones similares a las de Colorado.
Por el lado de los defensores de políticas estrictas de inmigración, el fin o limitación de acuerdos 287(g) implica una herramienta menos para combatir la inmigración irregular. Estos grupos consideran que los fallos podrían complicar la tarea de identificar y sacar de sus comunidades a personas que consideran peligrosas.
Historia y evolución del programa 287(g)
Desde su inicio en 1996, el programa 287(g) ha evolucionado varias veces. Ha tenido apoyo bajo diferentes administraciones y también ha enfrentado duras críticas. Algunos presidentes han buscado ampliar la colaboración entre ICE y la policía local, mientras que otros han tratado de reducir su alcance.
Mientras ICE afirma que el programa ayuda a mantener a las comunidades seguras, grupos como la ACLU insisten en que promueve prácticas injustas y puede llevar a la discriminación. En el pasado, el Departamento de Seguridad Nacional ha publicado informes donde defiende la transparencia y legalidad de estos acuerdos. Puedes encontrar los acuerdos de 287(g) publicados directamente en la página oficial del Departamento de Seguridad Nacional.
Este debate de fondo sobre la seguridad pública versus los derechos individuales y las competencias estatales sigue encendiendo el diálogo nacional. Cada nueva sentencia o demanda puede tener efectos más allá del condado o estado en que ocurre, ya que las decisiones judiciales pueden servir de guía para otros tribunales y legisladores.
Controversia y diferentes puntos de vista
No todos ven el tema de la misma manera. Para algunos sheriffs, como Jason Mikesell de Teller County, colaborar con ICE es parte de su deber de proteger a la comunidad y hacer cumplir la ley. Sostienen que los acuerdos 287(g) solo se usan con personas que están en el país sin permiso y que han cometido delitos.
Por otro lado, organizaciones como la ACLU ven que incluso una colaboración limitada puede llevar a abusos y errores, sobre todo si no hay vigilancia ni claridad sobre los límites legales. Insisten en que la detención sin orden judicial es un riesgo para todos los habitantes, ya que sienta un precedente peligroso de detenciones arbitrarias.
Es importante resaltar que, en algunos casos, los propios tribunales han dado la razón a la postura de la ACLU, reinterpretando los acuerdos estatales a la luz de nuevas leyes y realidades sociales. Aun así, el debate sigue y seguramente más estados enfrentarán demandas y cambios parecidos a los ya vistos en Colorado y Minnesota.
¿Qué sigue en el futuro?
La lucha sobre el programa 287(g) y el papel de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas en la cooperación con agencias locales no parece concluir pronto. Con cada nuevo fallo judicial, se marcan nuevos límites sobre cómo y cuándo las autoridades locales pueden trabajar con ICE.
Probablemente veamos que más estados discutan y modifiquen sus leyes para aclarar — o restringir — la posibilidad de firmar nuevos acuerdos 287(g). A medida que el tema siga en los tribunales y en los medios, será importante que comunidades, oficiales y grupos como la ACLU sigan informando y defendiendo sus puntos de vista.
En conclusión, el programa 287(g) representa una intersección compleja entre la ley federal y estatal, la aplicación local y la protección de derechos fundamentales. Lo que pasa en Colorado y Minnesota puede marcar el rumbo para el resto del país. Para conocer los detalles oficiales sobre los acuerdos 287(g), revisa la información pública de ICE, que publica datos y documentos necesarios para comprender todo el proceso.
La importancia de este tema es grande para cualquier persona interesada en inmigración o en el funcionamiento de la justicia en Estados Unidos 🇺🇸. Las acciones de la ACLU, las decisiones judiciales recientes y la respuesta de los sheriffs demuestran que los temas migratorios no solo impactan a individuos, sino que también definen cómo las comunidades entienden la ley, la justicia y la seguridad. Mantente informado y participa en la conversación, porque lo que está en juego es el futuro de muchas familias y el equilibrio de poderes entre los diferentes niveles de gobierno en el país.
Aprende Hoy
Programa 287(g) → Acuerdo federal que permite a policías locales colaborar con ICE en la aplicación de leyes migratorias.
Detención Migratoria/Detainer → Solicitud de ICE a autoridades locales para retener a una persona tras resolver sus asuntos locales.
Notificación de Comparecencia → Documento oficial obligando a un inmigrante a presentarse ante un tribunal para procesos de deportación.
Restricciones Estatales → Leyes que limitan o prohíben que agentes locales ejecuten ciertas funciones migratorias federales.
Derechos Civiles → Garantías legales de igualdad y libertad, fundamentales en debates y demandas sobre inmigración.
Este Artículo en Resumen
El programa 287(g) permite a autoridades locales actuar como agentes federales migratorios, pero recientes fallos en Colorado y Minnesota restringen esta colaboración. La ACLU lidera demandas que imponen nuevos límites legales, alterando cómo los sheriffs interactúan con ICE. Esto redefine los derechos migratorios, la confianza comunitaria y el equilibrio de poderes estatales y federales.
— Por VisaVerge.com
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