Puntos Clave
- Un decreto exige una tarifa de $100,000 por H-1B para peticiones presentadas desde el 21 de septiembre de 2025, aplicable a beneficiarios fuera del país.
- La tarifa debe pagarse al presentar la petición y estará vigente 12 meses, hasta el 20 de septiembre de 2026, salvo extensión.
- Aproximadamente 30% de los residentes médicos en EE. UU. son internacionales; unos 10,000 puestos de residencia están ocupados por titulares H-1B.
El anuncio de un nuevo decreto presidencial que entrará en vigor el 21 de septiembre de 2025 sacude los fundamentos de contratación y formación en el mercado laboral de Estados Unidos, con consecuencias directas para hospitales, clínicas y centros de atención que dependen de trabajadores en condición H-1B. El foco principal recae en una tarifa de 100,000 dólares por cada trabajador H-1B traído desde el extranjero, una cifra que representa un salto radical respecto a los costos previos —en gran medida por debajo de los 5,000 dólares.

Este cargo, vigente por 12 meses desde su inicio y sujeto a posibles extensiones, se aplica únicamente a nuevas peticiones presentadas a partir del 21 de septiembre de 2025 para beneficiarios fuera de Estados Unidos. Los trabajadores ya dentro del país a esa fecha quedan exentos, salvo que viajen al extranjero después del 21 de septiembre y su petición permanezca en trámite; entonces podría volver a aplicarse el cargo. Esta medida, que algunos describen como una transformación de la visa H-1B hacia un sistema de élite orientado a trabajadores de alta remuneración y alto nivel de calificación, se enmarca en políticas que buscan restringir la entrada de trabajadores de menor salario y reforzar la economía de “los mejores y más brillantes”, con mayor escrutinio y cargas administrativas.
Impacto en el sector salud de EE. UU.
La dinámica de costos redefine el cálculo laboral para hospitales y proveedores de atención. Si un hospital firma acuerdos para incorporar a un graduado médico internacional como parte de su equipo, deberá sopesar la inversión de 100,000 dólares por cada nuevo trabajador H-1B frente a las necesidades de servicio y a la disponibilidad local de médicos.
- Según datos públicos, aproximadamente 30% de los residentes médicos en EE. UU. provienen de graduados médicos internacionales.
- Aproximadamente 10,000 de los 43,000 cupos de residencia han sido ocupados por titulares de visa H-1B.
Fuentes oficiales y análisis advierten que, ante un cargo tan elevado, muchos empleadores podrían:
– Replantear planes de contratación.
– Reducir la oferta de vacantes.
– Retirar iniciativas de formación para residentes extranjeros.
En zonas rurales esto es especialmente crítico: ya se han observado impactos en la capacidad de cubrir turnos y en la continuidad de servicios quirúrgicos y de atención primaria. La medida afecta, por lo tanto, a pacientes, familias y comunidades que dependen de médicos, enfermeros y personal clínico formado internacionalmente.
Reacciones del sector
Las reacciones han sido mixtas:
- Responsables de hospitales argumentan que la sostenibilidad de servicios podría verse comprometida, con efectos directos sobre la calidad y la accesibilidad.
- Representantes de ciertas entidades empresariales sostienen que la medida podría fomentar la formación de talentos locales y aumentar oportunidades para médicos estadounidenses.
Ejemplos de opiniones recogidas:
“Si vas a formar a personas, que las formen los estadounidenses”, señalaron algunos ejecutivos.
Otros advirtieron que sin trabajadores extranjeros la red de atención se resiente, agravando listas de espera y complicando la respuesta ante emergencias sanitarias.
Impacto más allá de lo clínico
Los hospitales también dependen de servicios de soporte, investigación y programas de residencia que requieren diversidad de perfiles internacionales para sostener innovaciones y mejoras en el cuidado del paciente.
- La combinación entre la necesidad de un flujo continuo de profesionales y la carga financiera de 100,000 dólares crea un dilema difícil para entidades con limitaciones presupuestarias.
- La política forma parte de un movimiento para reformar la visa H-1B, orientando la entrada de talento hacia criterios de mérito y remuneración.
Contexto y respuestas institucionales
La administración ha justificado el aumento con la intención de priorizar trabajadores de alta remuneración y alta calificación, y de reducir el peso de roles de entrenamiento para profesionales extranjeros. Según funcionarios, la reforma pretende liberar recursos y enfocar la entrada de talento hacia puestos que generen mayor impacto económico y tecnológico.
No obstante, los sectores afectados advierten que la reducción de oportunidades de formación para graduados médicos internacionales podría generar un desequilibrio entre la demanda y la oferta de personal sanitario, sobre todo en áreas con escasez crítica.
Preparación práctica para empleadores y hospitales
A nivel operativo, las empresas y hospitales deben prepararse para una nueva fase de cumplimiento:
- Revisar inmediatamente los planes de contratación que dependan de trabajadores extranjeros.
- Evaluar la viabilidad de acelerar programas de desarrollo de talento local.
- Documentar exhaustivamente la necesidad clínica que justifique la contratación internacional.
- Mantener comunicación clara entre recursos humanos y asesoría legal.
- Explorar opciones de financiamiento o incentivos que mitiguen el impacto de la tarifa.
Se recomienda consultar con asesoría migratoria para identificar excepciones, rutas alternativas o ajustes en la estructura de contratación que permitan mantener flujos de talento sin infringir normativas.
Implicaciones de política y antecedentes
- El cambio se alinea con una visión de migración más selectiva, centrada en capacidades de alto valor.
- Históricamente, las políticas migratorias en EE. UU. han oscilado entre restricciones y aperturas; la tarifa de 100,000 dólares representa una aceleración sustancial de esa trayectoria.
- El efecto real dependerá de la respuesta institucional y de posibles ajustes administrativos o legislativos.
Organizaciones del sector sanitario y asociaciones hospitalarias podrían buscar argumentos para:
– Reducir el costo.
– Crear excepciones para áreas de necesidad severa (por ejemplo, ruralidad).
– Proponer reformas que mantengan el flujo de talento en niveles manejables.
Mensaje para el público y actores afectados
Para empleadores, estudiantes y familias vinculadas a graduados médicos internacionales, el costo de traer talento internacional podría volverse un factor decisivo. Esta dinámica afecta no solo a médicos en formación, sino también a hospitales que sostienen programas de residencia y a pacientes que dependen de esta cadena humana para recibir tratamiento oportuno.
- La combinación de costo, incertidumbre y necesidad de personal calificado genera un periodo de transición que demandará soluciones rápidas y coordinadas.
- La coordinación entre empleadores, autoridades migratorias, universidades y comunidades será determinante para sostener la continuidad de la atención médica y la formación de futuros profesionales.
Línea de tiempo y detalles administrativos clave
- Fecha clave: 21 de septiembre de 2025.
- Alcance: cualquier nueva petición para beneficiarios fuera del país presentada a partir de esa fecha deberá incluir el pago de 100,000 dólares.
- Vigencia inicial: 12 meses, con posibilidad de modificación posterior.
- Excepción: quienes ya estén dentro del país el 21 de septiembre de 2025 quedan exentos, salvo que viajen al extranjero y su petición esté pendiente al regresar.
Este detalle administrativo es crucial para planificar contrataciones y entender los impactos en el flujo de graduados médicos internacionales hacia puestos clínicos y académicos.
Recomendaciones prácticas
- Consultar fuentes oficiales (USCIS) para comprender requisitos y estructura de tarifas.
- Buscar asesoría legal especializada en migración para explorar excepciones o rutas alternativas.
- Documentar necesidades clínicas y mantener transparencia ante pacientes y reguladores.
- Revisar presupuestos y fuentes de financiamiento que puedan amortiguar la carga de la tarifa.
- Coordinar entre hospitales, universidades y agencias reguladoras para mitigar impactos en servicios esenciales.
Recursos y referencias oficiales
- Sitio oficial de USCIS sobre H‑1B y peticiones: USCIS H-1B Information
- Formulario I‑129, Petición para Trabajador No Inmigrante: Form I-129
- Material de análisis y contexto adicional: VisaVerge.com
Nota: La referencia institucional clave es el portal de USCIS, donde se actualizan las condiciones de presentación de peticiones H-1B y la estructura de tarifas. La asesoría legal especializada es indispensable, ya que el proceso, las responsabilidades y las fechas límite pueden cambiar con rapidez.
Conclusión
La tarifa de 100,000 dólares por cada nuevo trabajador H-1B, vigente desde el 21 de septiembre de 2025, configura una política de gran envergadura con potencial impacto significativo en el sector salud de EE. UU., especialmente en áreas rurales y en servicios que dependen de graduados médicos internacionales.
- La medida apunta a reforzar una economía orientada a perfiles de alto valor y remuneración, pero genera inquietudes sobre el acceso a la atención médica y la continuidad educativa de médicos en formación.
- En este nuevo panorama, la atención a graduados médicos internacionales debe equilibrar la necesidad de talento con la urgencia de mantener servicios médicos esenciales.
- Los actores del sector y las autoridades migratorias deberán trabajar coordinadamente para mitigar impactos y explorar soluciones que protejan tanto el acceso a la atención como la formación de futuros profesionales.
Notas finales y recomendaciones:
– Consultar el portal de USCIS para requisitos actualizados y tarifas.
– Buscar asesoría de abogados especializados en migración para entender excepciones o rutas alternativas.
– Revisar la guía sobre el formulario I-129
en el sitio oficial del Gobierno.
– Continuar monitoreando análisis de políticas (por ejemplo, VisaVerge.com) y la experiencia de hospitales en zonas desatendidas como indicadores clave del impacto real.
Fuentes gubernamentales y análisis de políticas migratorias destacan que, a corto plazo, la implementación se centrará en nuevos casos presentados a partir de septiembre de 2025, con excepciones para personas ya dentro del país que no viajen fuera durante el proceso. A medida que haya más claridad, las entidades de atención médica y empleadores deberán adaptar sus planes, revisar presupuestos y comunicar de forma transparente cualquier consecuencia para pacientes y estudiantes.
Aprende Hoy
H-1B → Visa no inmigrante para trabajadores en ocupaciones especializadas que requieren formación universitaria o equivalente.
Beneficiario → La persona extranjera para la que se presenta la petición H-1B por parte del empleador.
Formulario I-129 → Formulario de USCIS que usan los empleadores para solicitar autorización de trabajadores no inmigrantes, incluido H-1B.
J-1 → Visa de intercambio que suele usarse para formación médica; con frecuencia exige un retorno al país de origen por dos años.
Cap-subject (sujeto al cupo) → Peticiones H-1B sujetas al límite numérico anual de visas disponibles.
Cap-exempt (exento de cupo) → Peticiones H-1B que no se cuentan dentro del límite anual, típicamente para instituciones sin fines de lucro o de investigación.
Graduado médico internacional (IMG) → Médico que se graduó fuera de Estados Unidos o Canadá.
Pago por adelantado → Requisito de abonar la tarifa de $100,000 al presentar la petición; sin pago la petición no avanza.
Este Artículo en Resumen
El decreto presidencial establece una tarifa de $100,000 para peticiones H-1B presentadas desde el 21 de septiembre de 2025, aplicable solo a beneficiarios fuera de Estados Unidos al momento de presentar la solicitud. La tarifa debe pagarse por adelantado y estará vigente por 12 meses, hasta el 20 de septiembre de 2026, salvo cambios. La medida prioriza empleos de alta remuneración y reduce la viabilidad de puestos de formación y entrada. En el sector salud, aproximadamente 30% de los residentes son internacionales y cerca de 10,000 plazas están ocupadas por titulares H-1B, por lo que hospitales—especialmente rurales y de seguridad social—enfrentan una carga financiera significativa. Las instituciones deben mapear peticiones según la ubicación del beneficiario, coordinar recursos humanos, finanzas y asesoría legal, y explorar alternativas como la visa J-1 o peticiones exentas del cupo. El resultado probable es una menor entrada de profesionales internacionales en etapas tempranas de carrera y presión en el acceso local a la atención médica.
— Por VisaVerge.com