Puntos Clave
• Los aranceles de Trump causaron pérdidas de más de 500 millones de dólares a productores de manzanas en Washington.
• Más de 300,000 personas indocumentadas trabajan en la agricultura, base fundamental para la producción del estado.
• Trabajadores agrícolas temen redadas migratorias y separación familiar, profundizando la ansiedad en comunidades rurales.
Los agricultores de Washington están viviendo una de las etapas más inciertas para el sector agrícola estadounidense. Las políticas migratorias de Trump generan preocupación y conversaciones difíciles dentro y fuera de los campos. En este extenso análisis, te mostramos cómo las posiciones de los dueños de granjas y los trabajadores agrícolas son muy diferentes, los miedos latentes en las comunidades migrantes, el efecto de los aranceles, y cómo esto podría cambiar todo el panorama rural del estado en los próximos años.
Tensión en el Campo: Los Agricultores al Límite

Si bien muchas noticias sobre inmigración hablan en general, la realidad de los agricultores de Washington es muy específica. Muchos dueños de granjas que cultivan manzanas, cerezas o uvas, dependen casi totalmente de la mano de obra extranjera; una parte grande de esa fuerza laboral es indocumentada. Según el Instituto de Políticas Migratorias y la Oficina de Administración Financiera del Estado de Washington, hay más de 300,000 personas sin papeles viviendo en ese estado. Esta cifra es vital ya que son muchas manos trabajando en los campos, cosechando y manteniendo la producción.
Pero, ¿qué piensan los agricultores sobre las políticas migratorias de Trump? Hay opiniones encontradas. Para algunos, la mayor preocupación está en la economía –especialmente en el precio de las cosechas y la posibilidad de enfrentar nuevos aranceles– más que en perder su fuerza laboral. Según el Northwest Horticultural Council, la última ronda de aranceles bajo el mandato de Trump significó una pérdida de más de 500 millones de dólares para los productores de manzanas en Washington. Los precios se desplomaron y la respuesta internacional no se hizo esperar: países que antes compraban esta fruta buscaron otros mercados o impusieron impuestos más altos a la manzana de Washington para proteger a sus propios agricultores.
Los Aranceles: Un Golpe Real a la Agricultura Local
El tema de los aranceles es algo que quita el sueño a muchos empresarios del campo. Bill Shibley, conocido prestamista agrícola del Wheatland Bank en Pasco, mencionó una idea que comparten muchos colegas: las guerras comerciales –cuando Estados Unidos y otros países aumentan impuestos a productos importados– traen consigo muchos problemas. Shibley trabaja con agricultores de productos tan variados como heno, papas, manzanas y uvas, así que habla con conocimiento de causa. Desde su experiencia, cada vez que las políticas migratorias de Trump traen consigo conflictos comerciales, el campo sufre.
No son pocas las familias agricultoras que ven cómo las ventas bajan por culpa de los aranceles. Lo que parecía una política alejada de su día a día, acaba afectando el bolsillo de quien cultiva. De esta manera, muchos dueños no solo temen por quién recogerá la fruta, sino también por si lograrán venderla con precios justos.
¿Qué Dicen los Propios Agricultores?
Algunos propietarios sienten menos ansiedad sobre una posible ola de deportaciones masivas. Un agricultor apellidado Roylance compartió un mensaje tranquilizador: “No creo que vayan a deportar familias ni entrar por la fuerza. Si eres un ciudadano respetuoso de la ley, vas a estar bien”. Esta visión, aunque compartida por algunos, no es generalizada y puede responder a experiencias y opiniones personales más que a certezas oficiales. Lo importante es que el ambiente de desconfianza y los rumores se sienten en cada conversación entre agricultores.
El Miedo en los Campos: Palabra de los Trabajadores
Mientras los dueños de las tierras debaten cómo afectarán las leyes o los aranceles sus ganancias, los trabajadores en los cultivos sienten otra clase de miedo: el miedo a la separación familiar y a las redadas migratorias. Una simple conversación con un trabajador del Valle del Columbia, quien pidió no dar su nombre, permite ver la preocupación real que tienen. Él recordó momentos de terror durante operativos migratorios en la década de 1990 y principios del 2000: “En ese entonces había gritos y gente corriendo por los campos”, relató.
La angustia es muy concreta: “Pongamos que me deportan a mí y a mi esposa también; nuestros hijos se quedarían solos, porque algunos de nosotros no tenemos ninguna otra familia cerca. Ese es el miedo más grande, que tu familia pueda quedarse sola”, comentó este trabajador. Este sentimiento pone en claro la diferencia abismal entre la visión empresarial y la preocupación por la unidad familiar en las comunidades migrantes.
Los Números que Explican la Crisis de Mano de Obra
La producción agrícola estadounidense está atravesando un declive constante. De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), entre 2017 y 2022 se perdió casi un 7% del total de granjas en el país, una reducción de aproximadamente 142,000. La mano de obra es un recurso cada vez más escaso.
La mayor parte de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos no nacieron en el país. Dos tercios de quienes trabajan recolectando cosechas son extranjeros, y el USDA calcula que un 42% de ellos carece de papeles. Esta realidad hace que toda conversación sobre políticas migratorias de Trump tenga repercusiones directas en el día a día agrícola.
Un trabajador con cuatro décadas de experiencia describió una realidad muy común: “En todo mi tiempo recogiendo fruta, nunca he visto a una persona blanca trabajando a mi lado. Los veo manejando tractores o sellando papeles cuando cosechamos —eso es otro trabajo. Pero recoger bayas, manzanas o cualquier fruta, eso no. Hasta ahora no”. La diferencia en el tipo de tareas que hacen quienes nacieron en Estados Unidos y quienes llegaron de otros países se nota en cada temporada.
¿Qué Pasa si se Endurecen las Políticas Migratorias de Trump?
Si se refuerzan las políticas migratorias de Trump, el campo de Washington puede enfrentar varios problemas al mismo tiempo:
- Menos trabajadores para la cosecha: las deportaciones o el miedo a operativos migratorios puede reducir la fuerza laboral disponible de inmediato.
- Cosechas que se pierden: frutas y verduras que no se recojan a tiempo pueden perderse, lo que significa menos ingresos para los agricultores.
- Familias divididas: muchos trabajadores temen que, si los padres son deportados, los hijos menores quedarán desamparados.
- Baja en los precios de ciertos productos: si Estados Unidos pierde mercados por más aranceles, la producción local encontrará difícil lugar donde vender a buen precio.
- Menos granjas activas: con todas estas presiones a la vez, el temor es que continúe la desertificación del campo y cada vez haya menos granjas funcionando.
Opiniones Elocuentes: El Apoyo Versus el Temor
El sector agrícola muchas veces apoyó a Trump en el pasado, sobre todo por políticas que beneficiaban el acceso al agua en California, según admitió Chris Reardon del California Farm Bureau Federation. Pero la posibilidad de una ola de deportaciones es vista como un riesgo inmenso: “Decir que tendría un impacto en California sería quedarse corto”, afirmó Reardon. Esa idea, según muchos en el sector, encaja también en Washington, donde los problemas son muy parecidos.
Aquí es donde surge un gran dilema: los agricultores que votaron esperando políticas beneficiosas para su trabajo –en temas de exportaciones, subsidios o recursos naturales– ahora enfrentan una situación donde las propias políticas migratorias de Trump pueden dejarles sin la mano que recoge cada fruto.
El Futuro del Campo ¿Y Ahora Qué?
El futuro depende en parte de las decisiones políticas que se tomen. Las comunidades agrícolas necesitan claridad y estabilidad, tanto en las reglas migratorias como en la política comercial. Demasiados cambios repentinos hacen el ambiente inestable para planear inversiones, contratar personal o asegurar la cosecha de la próxima temporada.
Los agricultores de Washington ponen el ojo en las negociaciones internacionales. Si se generan más aranceles, sobre todo para productos donde son líderes como la manzana, pueden perder enormes sumas de dinero y ver cómo países competidores toman su lugar. Por otro lado, la incertidumbre sobre si habrá suficientes trabajadores para cosechar es una espina constante. Nadie quiere invertir en una plantación que luego no podrá llevar al mercado.
Una herramienta usada por muchos en la región es el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, conocido como H-2A. Este programa permite traer trabajadores de otros países para empleos temporales en agricultura, pero incluso con este sistema, la demanda supera las vacantes y no cubre todas las necesidades. Para más información sobre cómo funciona esta alternativa, puedes consultar el sitio oficial del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos.
Consecuencias a Largo Plazo: Más Allá del Campo
Si la situación sigue igual, o empeora, el resultado podría ser una menor producción nacional de frutas y verduras. Esto afectaría directamente los precios en las tiendas, haciendo que los consumidores paguen más y dificultando el acceso a alimentos frescos. También puede aumentar la dependencia de productos importados, trasladando aún más la producción agrícola fuera del país.
Además, la falta de certidumbre en las políticas migratorias –y la sombra de nuevos aranceles– hace que muchos jóvenes en familias agrícolas duden si seguirán trabajando la tierra como lo hicieron sus padres. La posibilidad de ver menos granjas activas preocupa a las comunidades rurales y puede cambiar la vida en pequeñas poblaciones del estado.
Voces de la Experiencia
La experiencia directa de quienes trabajan en el campo es, quizás, el mejor reflejo de lo que puede ocurrir. Como señala un veterano de 40 años en la agricultura, el trabajo de cosecha sigue siendo mayoritariamente un esfuerzo de migrantes. La imagen del campo estadounidense depende de miles de personas que, en la mayoría de los casos, nacieron en otros países. La situación puede cambiar rápidamente si las políticas migratorias de Trump se implementan de manera más estricta.
VisaVerge.com sugiere, mediante su análisis de estas tendencias, que el futuro de la agricultura en Washington necesita de políticas migratorias y comerciales estables y bien coordinadas. Mantener el flujo de trabajadores, asegurar condiciones de trabajo dignas y proteger el acceso a los mercados internacionales son puntos clave para no dejar caer el motor agrícola del estado.
Resumiendo y Mirando al Futuro
En conclusión, los agricultores de Washington enfrentan una verdadera encrucijada. Por un lado, necesitan mano de obra extranjera para mantener su producción; por el otro, temen a los efectos negativos de los aranceles y las políticas migratorias de Trump en sus negocios. Los dueños de granjas y los trabajadores tienen preocupaciones legítimas, pero muy distintas, lo que hace urgente un diálogo sincero y políticas que realmente entiendan la compleja realidad del campo.
Para los agricultores de Washington, el siguiente paso debe ser actuar juntos para pedir reglas claras y una política que asegure tanto la producción como el bienestar de las familias que trabajan la tierra. Queda en manos de los responsables políticos, y sobre todo de quienes forman parte del sector agrícola, seguir luchando por un futuro más seguro para todos.
Aprende Hoy
Aranceles → Impuestos que el gobierno aplica a productos importados o exportados, clave en la rentabilidad de la agricultura de Washington.
Redadas migratorias → Operativos de las autoridades para detener y deportar personas sin estatus legal, temidos por trabajadores agrícolas.
Mano de obra extranjera → Personas nacidas fuera de EE.UU. que trabajan en la agricultura, fundamentales para la cosecha estatal.
Instituto de Políticas Migratorias → Organización de investigación que analiza datos migratorios, incluyendo cifras de indocumentados en el sector agrícola.
Programa H-2A → Sistema de visas estadounidense para emplear trabajadores extranjeros temporales en agricultura cuando falta mano de obra local.
Este Artículo en Resumen
Los agricultores de Washington afrontan incertidumbre por las políticas migratorias y aranceles de Trump. Más de 300,000 trabajadores indocumentados mantienen el sector, mientras las pérdidas superan los 500 millones de dólares. Propietarios y trabajadores buscan soluciones estables y justas para asegurar la producción, el empleo y la unidad familiar en el futuro.
— Por VisaVerge.com
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