Puntos Clave
• Shaqiong Fung logró la ciudadanía estadounidense a los 97 años, a pesar de su demencia.
• Su hijo Brian fue intérprete y apoyo en todo el proceso de naturalización.
• La ley permite exenciones a exámenes para mayores con condiciones médicas como la demencia.
Para muchas personas, la idea de convertirse en ciudadano de un nuevo país, en especial del United States 🇺🇸, puede parecer lejana y difícil. Pero para Shaqiong Fung, una mujer de 97 años, esa idea siempre estuvo presente, aún cuando su memoria comenzaba a fallar debido a la demencia. La historia de Shaqiong Fung no es solo la de una mujer mayor que logra obtener la ciudadanía en un país extranjero; es sobre la fuerza de la familia, la importancia de los sueños y lo que significa realmente pertenecer a un nuevo lugar, incluso después de una vida entera en otro.
Shaqiong Fung nació y vivió la mayor parte de su vida fuera del United States 🇺🇸. Su relación con este país empezó en los años 90, cuando llegó buscando reunirse con su familia. Sin embargo, la vida en un lugar nuevo, con un idioma distinto y costumbres diferentes, le resultó complicada. Como muchas personas que migran, extrañó todo lo que había conocido, desde el sabor de la comida hasta la forma de hablar. Finalmente, decidió regresar a China 🇨🇳 y continuar su vida en el entorno familiar.

El cambio más grande ocurrió décadas después, en 2017, cuando Shaqiong, casi con 90 años, tomó la decisión de intentarlo de nuevo. Ya no era la misma persona que había tocado suelo estadounidense por primera vez. Ahora, era una madre mayor que quería estar cerca de sus hijos, quienes se habían instalado en el United States 🇺🇸 y hacían su vida allí. Para Shaqiong, la motivación era clara: el deseo de reunir a la familia era más fuerte que cualquier miedo, dificultad o enfermedad.
Su hijo Brian Fung acompañó este proceso de cerca. No solo fue su apoyo emocional, también fue su intérprete durante las entrevistas y los trámites administrativos. “Es un logro para mí también porque hice todo esto por ella”, confesó Brian, mostrando el orgullo y el cariño que siente por su madre. El papel de la familia en procesos migratorios no siempre es visible, pero en este caso, fue fundamental. Brian no solo traducía palabras: interpretaba los sentimientos y deseos de su madre, ayudando a que la voz de Shaqiong Fung se escuchara ante las autoridades.
Uno de los puntos que hizo que el proceso de naturalización fuera un poco más fácil para Shaqiong Fung fue que ella ya poseía la conocida “green card” o tarjeta de residencia. Tener la residencia permanente suele ser un gran paso para quienes desean convertirse en ciudadano de EE.UU., ya que significa que la persona ha demostrado tener lazos sólidos con el país y ha cumplido ciertos requisitos previos de tiempo y buena conducta. Esto no resta valor a lo que Shaqiong logró, ya que el proceso de convertirse en ciudadano de EE.UU. suele incluir varios pasos más, como entrevistas personales, exámenes de historia y gobierno y, finalmente, un juramento de lealtad.
Para Shaqiong Fung, que vive con demencia, algunos de estos pasos podían parecer imposibles. Su familia contó que a veces ella olvida canciones o nombres, pero su sueño de ser ciudadana estadounidense jamás lo olvidó. La demencia, una enfermedad que afecta la memoria y otras funciones mentales, es una de las principales causas de discapacidad entre las personas mayores y puede hacer tareas cotidianas, como recordar instrucciones o fechas, muy difíciles. Sin embargo, el deseo de Shaqiong era más fuerte que su enfermedad, y nunca dejó de recordarle a su familia lo mucho que quería ser, algún día, ciudadana de EE.UU.
Después de años de trámites, entrevistas y espera, el 23 de abril de 2025 llegó uno de los momentos más importantes en su vida: el día de su naturalización. La ceremonia de ciudadanía se llevó a cabo en un acto sencillo pero emotivo, en donde Shaqiong Fung, de la mano de su hijo Brian, tomó el juramento de lealtad. Para ella, ese día fue la confirmación de toda una vida de esfuerzo, paciencia y fe en que su deseo se cumpliría, a pesar de las dificultades.
El orgullo en la familia era evidente. “Ella se siente muy afortunada, sí, porque no hay muchas personas de su edad que se naturalicen”, dijo Brian. Y es verdad. Si bien no es el primer caso, es raro ver a personas de casi 100 años convertirse en ciudadano de EE.UU.. Un ejemplo similar fue el de America Maria Hernandez, una mujer nacida en Colombia 🇨🇴 que, en 2016, a los 99 años, logró lo mismo. Estas historias demuestran que el sueño de la ciudadanía y la pertenencia no depende de la edad, sino del compromiso de la persona y del apoyo de quienes la rodean.
Shaqiong Fung ahora reside en El Cajon, acompañada de sus hijos y nietos. A pesar de la demencia, conserva el espíritu alegre y la voluntad de seguir compartiendo momentos con ellos. Una de las imágenes más conmovedoras es la de Shaqiong, rodeada de su familia, cantando juntos canciones tradicionales. Aunque a veces olvida las letras, nunca olvida la melodía ni la compañía de sus seres queridos.
La obtención de la ciudadanía tiene varios significados. Más allá de la parte legal —que incluye derechos como votar, pedir la reunificación familiar u obtener un pasaporte estadounidense—, hay un significado emocional y humano. Para naturalizados como Shaqiong Fung, ser ciudadano de EE.UU. es mucho más que un documento: es un símbolo de inclusión y reconocimiento. Según el USCIS’s Citizen’s Almanac, “los ciudadanos naturalizados son una parte importante de nuestra gran democracia, trayendo una riqueza de talento, habilidad y carácter a esta nación”. Esta declaración refleja el respeto y la valoración que el United States 🇺🇸 da a quienes eligen formar parte de la sociedad de manera plena.
El proceso para ser ciudadano de EE.UU. varía de persona a persona, pero generalmente exige demostrar conocimiento básico de historia y gobierno (algo que puede ser opcional o eximido para personas de edad avanzada con ciertas condiciones médicas), mantener residencia por un tiempo determinado, y tomar el juramento ante las autoridades. Para Shaqiong, superar el reto de la demencia fue tan importante como cumplir con los pasos legales.
La historia de Shaqiong Fung también tiene un mensaje claro para muchas familias inmigrantes. A menudo, la migración implica separaciones difíciles, cambios en la dinámica familiar y mucha incertidumbre. En el caso de Shaqiong, la vida familiar fue el motor de todo su proceso. Cuatro de sus hijos habían decidido establecerse en el United States 🇺🇸, y ella vio en la ciudadanía la manera más firme de mantener a la familia unida bajo un mismo techo y con las mismas oportunidades.
El papel de los hijos y nietos también fue importante. No solo ayudaron con trámites y traducción, sino que estuvieron presentes para levantar su ánimo en los días difíciles. Esto marca una gran diferencia porque, como muestra este caso, las personas mayores con enfermedades como la demencia suelen necesitar aún más de ese apoyo y conexión directa.
En muchos trámites migratorios, especialmente cuando se trata de personas mayores o con condiciones médicas, las autoridades pueden ofrecer adaptaciones especiales. Por ejemplo, algunos exámenes pueden ser reemplazados por una declaración de un médico que confirme la imposibilidad de cumplir con ciertas pruebas debido a una condición médica. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración, conocido como USCIS, dispone de información al respecto y puede orientar a las familias sobre los pasos a seguir si existe un diagnóstico de demencia. Más detalles pueden encontrarse en la página oficial del USCIS sobre ciudadanía estadounidense.
Shaqiong Fung pasó varias etapas. Primero, su hijo Brian completó la solicitud de naturalización, recurriendo a la documentación que certifique la residencia permanente. Luego, atendieron juntas a las entrevistas necesarias. Si bien para la mayoría de las personas estos trámites pueden ser engorrosos, para alguien con demencia resultan doblemente complejos. El rol de Brian, como hijo y traductor, fue clave para asegurar que la voz de Shaqiong fuera entendida y respetada por los funcionarios de inmigración.
Durante el desarrollo de todo este proceso, la familia enfrentó momentos de duda y nerviosismo, especialmente porque la demencia hace que el tiempo y los recuerdos se pierdan con facilidad. Las jornadas de espera, los papeles y las citas médicas pueden generar estrés. Sin embargo, el apoyo mutuo dio su fruto. Cuando llegó el día de la ceremonia, Shaqiong Fung saludó a sus seres queridos con una sonrisa y una postura alegre. El orgulloso hijo remarca que “no muchos a su edad consiguen esto”.
Al llegar a la ceremonia, Shaqiong recibió un certificado que la reconoce como ciudadana estadounidense y se sintió feliz de haber alcanzado ese sueño que nunca se borró de su mente, ni siquiera por la demencia. En esas ceremonias, las emociones de los nuevos ciudadanos y sus familias suelen ser intensas. Para alguien como Shaqiong, acostumbrada a salir adelante ante la adversidad, fue el punto máximo en una vida llena de grandes retos y logros.
En cuanto a adaptación cultural, Shaqiong tuvo que aceptar nuevas costumbres, aprender palabras en inglés y compartir tradiciones con sus hijos y nietos. La nostalgia por su tierra natal no desapareció, pero se hizo más liviana gracias a la cercanía de sus familiares. Lo que más valora ahora es el tiempo compartido y los pequeños momentos cotidianos.
El caso de Shaqiong Fung subraya una verdad importante: no hay una edad límite para perseguir sueños o para rehacer la vida en otro país, incluso cuando la salud ya flaquea. El deseo de pertenecer y ser aceptado es universal y no entiende de fechas en el calendario. Como muestra el informe Citizen’s Almanac del USCIS, los naturalizados enriquecen el país con su historia y diversidad, aportando nuevas ideas y fuerza a la comunidad.
Al mirar atrás, la familia Fung siente que todo esfuerzo valió la pena. Shaqiong Fung sigue luchando contra la demencia, pero ese día de abril de 2025 quedará en su memoria —y, más importante aún, en la de sus hijos— como prueba de que los sueños pueden cumplirse, sin importar la edad. Hoy vive más tranquila, rodeada de sus seres queridos, con la satisfacción de haber cumplido su mayor anhelo.
Como análisis final, Shaqiong Fung representa la esperanza para muchos inmigrantes. Su experiencia muestra la importancia de la persistencia, el valor de la familia y el apoyo necesario cuando la salud se debilita. La historia también refleja una tendencia más amplia en la comunidad inmigrante, donde personas de todas las edades y de diferente estado de salud buscan cerrar ciclos familiares y legales, convirtiéndose en ciudadanos plenos.
Para quienes enfrentan situaciones similares, buscar información en portales oficiales como el del USCIS es el primer paso. Además, aprender de historias como la de Shaqiong Fung ofrece ánimo y perspectiva. Tal como reporta VisaVerge.com, los casos de naturalización de adultos mayores, aunque poco frecuentes, están creciendo, inspirando a familias de todo el país.
En resumen, la vida de Shaqiong Fung enseña que los sueños pueden cruzar cualquier frontera. La ciudadanía no solo cambia estatus legal: significa pertenencia, dignidad y la realización de un profundo anhelo personal y familiar. La edad, la distancia, ni siquiera la demencia, pudieron evitar que Shaqiong se volviera parte del país donde sus hijos y nietos han construido su hogar. Esta historia invita a quienes comparten un sueño semejante a no rendirse y a seguir buscando la oportunidad de encontrar su lugar, sin importar las dificultades del viaje.
Aprende Hoy
Naturalización → Proceso legal mediante el cual un extranjero adquiere la ciudadanía de un nuevo país, como Estados Unidos.
Green Card → Tarjeta de residencia permanente que acredita a una persona como residente legal en EE.UU.
Demencia → Condición médica que afecta la memoria y otras capacidades mentales, dificultando actividades y trámites legales.
Juramento de lealtad → Promesa formal que los nuevos ciudadanos estadounidenses hacen para comprometerse con las leyes y valores del país.
Formulario N-648 → Documento que permite al médico solicitar exenciones de exámenes migratorios por discapacidad médica.
Este Artículo en Resumen
La vida de Shaqiong Fung, quien se naturalizó a los 97 años pese a la demencia, demuestra que los sueños no tienen edad. Su familia fue clave en el proceso legal y emocional, superando trámites y desafíos médicos. Ejemplo de unión y esperanza para mayores y migrantes en Estados Unidos.
— Por VisaVerge.com
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