Puntos Clave
- El 29 de octubre de 2025, una bala perdida impactó el Boeing 737-800 N801XT de ICE en Phoenix-Mesa Gateway.
- La policía de Mesa confrontó a Cameron Oberlin tras una denuncia de intrusión; Oberlin murió y un oficial fue atendido.
- ICE dijo que la bala rebotó sin daños, pero registros muestran un despegue abortado al día siguiente; la aeronave sigue grounded.
(PHOENIX, ARIZONA) Un avión de deportación de ICE fue alcanzado por una bala perdida durante un tiroteo entre la policía de Mesa y un sospechoso en el Aeropuerto Phoenix-Mesa Gateway en las primeras horas de la mañana del 29 de octubre de 2025. El jet, un Boeing 737-800 operado por Avelo Airlines y utilizado para vuelos de deportación hacia Centroamérica, estaba estacionado en la plataforma cuando se produjo el incidente, según las autoridades y los registros disponibles. La sala de operaciones de ICE indicó que la aeronave no estaba programada para un vuelo ese día y que su aeronavegabilidad no se vio afectada, pero los datos de tráfico de vuelos muestran que el aparato intentó despegar al día siguiente, un intento que fue abortado minutos después de salir, y desde entonces no ha abandonado el aeropuerto.

El hecho ocurrió cuando la policía de Mesa respondió a una denuncia de “intrusión” en una propiedad privada cercana al aeropuerto. Allí encontraron a Cameron Oberlin, de 34 años, quien ya había sido requerido por un guardia de seguridad privado para abandonar la zona. Según las autoridades, Oberlin huyó en su vehículo al llegar los agentes y terminó inmovilizado por un dispositivo de grappler, lo que originó un enfrentamiento en el que ambas partes intercambiaron disparos. En el intercambio de disparos, una de las balas impactó el avión de ICE. Las autoridades no reportaron arrestos de los ocupantes del aparato, ni se ha confirmado ningún detenido entre el personal de ICE o de la aerolínea.
En cuanto a Oberlin, la policía de Mesa indicó que murió por lo que describen como una “herida de arma de fuego autoinfligida en la cabeza”. Por su parte, un oficial resultó herido en el lado derecho y fue dado de alta del hospital tras recibir tratamiento. Estos son los hechos que la cadena de acontecimientos ha dejado en claro: se produjo un tiroteo de gran intensidad que terminó con la muerte del sospechoso y una intervención que dejó a una autoridad policial herida, estable y fuera de peligro.
Con respecto al avión de ICE, la propia portavoz de la agencia ofreció una explicación explícita sobre lo ocurrido.
“The bullet bounced off the plane, and no damage was reported. The incident was reported to the Mesa Police Department. The aircraft was not scheduled for a flight on the day of the incident, and its airworthiness was not affected. Operations were not impacted.”
Estas palabras, registradas por la cadena Arizona Mirror y citadas por la fuente, ofrecen un resumen directo de la posición oficial de ICE: la bala rebotó en la aeronave, no se reportó daño, el incidente se comunicó a la Policía de Mesa, la aeronave no tenía programada una misión ese día y su aeronavegabilidad no se vio afectada, por lo que las operaciones no se vieron impactadas. Aún así, el vuelo siguiente del aparato fue objeto de controversia, porque los registros de tráfico muestran que el avión intentó despegar al día siguiente, pero el despegue fue abortado en los minutos posteriores y, desde entonces, la aeronave no ha salido del aeropuerto.
Las autoridades de Mesa han sido poco elocuentes respecto al origen de la bala que impactó la aeronave, y no han respondido a preguntas de seguimiento sobre el vuelo abortado. En el parte oficial, se indica que no se conoce de manera concluyente quién abrió la ráfaga que terminó por impactar al avión de ICE. La falta de claridad en torno a la procedencia de la bala ha alimentado las dudas sobre la seguridad y la transparencia en el centro de operaciones de los vuelos de deportación, que ha sido identificado por residentes y críticos como un nodo de actividad de ICE conocido popularmente como “ICE Air.” Este aeropuerto ha cobrado protagonismo en los últimos años por su papel como hub de vuelos de deportación y ha albergado instalaciones de detención asociadas y un incremento de la actividad durante la segunda presidencia de Donald Trump, de acuerdo con la narrativa que ha circulado entre comunidades cercanas.
El aparato en cuestión pertenece a Avelo Airlines y, antes de este incidente, había estado volando con normalidad hacia otros centros de detención de ICE y a países como Honduras y Guatemala. En medio de las tensiones generadas por el uso de aeronaves de deportación, la flota de la empresa ha estado siendo repintada de blanco para obscurar su identidad ante protestas y expresiones de opinión pública, un detalle que ha atraído la atención de reportes y observadores que siguen la evolución de estas operaciones. A pesar de las declaraciones de ICE de que la aeronave no estaba programada para vuelo ese día y de que la aeronavegabilidad no se vio afectada, la información disponible sugiere un día siguiente de actividad irregular: el avión intenta despegar y luego aborta, lo que plantea preguntas sobre protocolos y seguridad operativa en un entorno tan sensible.
El incidente ha generado un escrutinio sobre la seguridad de las operaciones de las deportaciones y sobre la forma en que se comunican estos eventos a la ciudadanía. ICE ha señalado que su aeronave no estuvo en operación ese día y que las operaciones no se vieron afectadas, pero los datos de vuelo que muestran un intento de despegue al día siguiente introducen una dimensión de incertidumbre. Organismos civiles y defensores de derechos humanos han pedido mayor transparencia y una revisión independiente de las circunstancias que rodean el tiroteo, así como de las medidas de seguridad vigentes en el campus y en la plataforma de carga, así como de la posible presencia de público o personal civil cercano a las aeronaves en momentos de tensión.
El contexto de Phoenix-Mesa Gateway se rememora con claridad en la conversación pública: es un centro de operaciones para ICE Air, que concentra un flujo constante de vuelos hacia centros de detención y hacia países de origen, y que ha sido objeto de críticas por su manejo de situaciones de seguridad y por la percepción de opacidad en las comunicaciones oficiales. El incidente ha puesto en relieve la tensión entre seguridad pública y operativa de ICE en una instalación que, según las características que emergen de este suceso, funciona como un enclave crucial para la ejecución de políticas de detención y deportación.
No se informó de heridos entre detenidos o personal de ICE a raíz del tiroteo, y la aeronave permanece en las instalaciones del aeropuerto, fuera de servicio por ahora, mientras las investigaciones continúan. Las autoridades continúan trabajando para determinar el origen exacto de la bala y para reconstruir el timeline de los hechos que llevaron al tiroteo y a la posterior muerte de Oberlin. En medio de este proceso, surgen preguntas sobre la seguridad de las operaciones de deportación y sobre la responsabilidad de las autoridades frente a incidentes que pueden poner en riesgo no solo a los actores involucrados sino también a la comunidad aledaña.
La realidad es que el aeropuerto ha sido escenario de una actividad creciente de deportaciones durante la administración actual y, como consecuencia, ha captado la atención tanto de comunidades que protestan contra estas políticas como de funcionarios que buscan equilibrar la necesidad de seguridad con la transparencia y la rendición de cuentas. ICE ha insistido en que la aeronave no sufrió daño y que las operaciones no fueron interrumpidas, una afirmación que debe contrastarse con la evidencia de la jornada siguiente y las conclusiones de las investigaciones oficiales, que todavía están en curso. En el plano humano, el choque de hechos y declaraciones ha dejado a la familia de Oberlin y a la comunidad del área con preguntas sobre lo que ocurrió, sobre la seguridad de las operaciones de deportación y sobre el acceso a información clara y precisa en torno a un incidente que ha expuesto, de manera cruda, los límites entre seguridad pública y logística de deportaciones.
ICE mantiene que la aeronave no fue dañada y que no se programaba un vuelo para ese día, pero la pregunta de por qué el avión intentó despegar al día siguiente, solo para abortar minutos después, sigue sin aclararse por completo. En el ámbito oficial, la versión de la Policía de Mesa se mantiene cautelosa, sin confirmar el origen de la bala ni la identidad del tirador, mientras los investigadores trabajan para reconstruir la secuencia de eventos. En el vecindario cercano, residentes y trabajadores de la zona observan con cautela cómo se desenvuelven estas operaciones, temiendo por su seguridad pero también buscando comprensión ante un fenómeno de gran complejidad que combina seguridad, política de migración y logística aeronáutica de verdad.
A medida que se desarrollan las investigaciones, organismos civiles, defensores de derechos y comunidades afectadas exigirán respuestas claras sobre qué ocurrió exactamente, qué medidas se adoptan para prevenir incidentes similares y qué tipo de supervisión y transparencia gubernamental se implementarán en torno a ICE Air y a los vuelos de deportación. El incidente, en última instancia, no solo aborda la pregunta de si una bala puede impactar un avión sin consecuencias graves, sino también si la respuesta institucional a un tiroteo y a una muerte por autolesión es suficiente para garantizar la seguridad de las personas involucradas y de la población que vive cerca de los centros de operaciones de deportación. Para ICE, para la Policía de Mesa y para la comunidad, queda por delante una tarea crítica: convertir un episodio de crisis en una revisión que fortalezca las prácticas de seguridad, la claridad en la comunicación y la responsabilidad pública que rodea a las operaciones de deportación en un enclave como el Aeropuerto Phoenix-Mesa Gateway.
Para quienes siguen la historia, las preguntas siguen abiertas: ¿qué impacto tendrá este incidente en la confianza de las comunidades locales respecto a ICE y las operaciones de deportación? ¿Cómo se fortalecerán los protocolos para evitar incidentes similares en el futuro sin comprometer la efectividad de las medidas de ejecución migratoria? Y, lo más inmediato, ¿cuál será el siguiente paso de la aeronave N801XT dentro de la red de vuelos de ICE y qué lecciones dejará esta experiencia para las operaciones del aeropuerto, para las agencias involucradas y para la seguridad de las personas que circulan por ese dinámico hub de deportaciones? Estas son las incógnitas que ahora capturan la atención de los investigadores, los periodistas y, sobre todo, de las comunidades que conviven con un centro de operaciones de deportación que, a fin de cuentas, es también un punto de convergencia entre la ley, la seguridad y la vida cotidiana de las personas que habitan en la región. Para quienes buscan respuestas, las respuestas deben venir de informes transparentes y detallados, de las conclusiones oficiales y de un compromiso continuo con la seguridad y la responsabilidad pública en un tema tan delicado como la deportación y la gestión de las aeronaves asociadas a ICE.
Notas finales: el incidente, reconocido por ICE a través de su vocero, ha dejado claro que hay una narrativa de seguridad que debe equilibrarse con la necesidad de claridad y rendición de cuentas. El peso humano de la historia —la muerte de Cameron Oberlin, las heridas del oficial de Mesa, y la incertidumbre que rodea a la bala que golpeó un avión de deportación— subraya la urgencia de una vigilancia más rigurosa, de una información más precisa y de un debate público informado sobre el papel de ICE Air en la política migratoria de Estados Unidos. Para ICE, para las autoridades locales y para las comunidades afectadas, la conversación apenas comienza, y la pregunta de fondo es si se puede mantener la eficacia operativa sin perder de vista la seguridad, la transparencia y la dignidad humana que deben guiar cualquier política de migración. Véase más información de ICE en su página oficial ICE.
Aprende Hoy
ICE → Agencia federal de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU., responsable de las deportaciones y transferencias de detenidos.
Boeing 737-800 → Modelo común de avión de fuselaje estrecho usado aquí para vuelos chárter de deportación y traslados.
Dispositivo grappler → Artefacto para inmovilizar el eje trasero de un vehículo en fuga y terminar una persecución de forma controlada.
Phoenix-Mesa Gateway → Aeropuerto en Mesa, Arizona, que funciona como centro de operaciones para vuelos comerciales y chárter de ICE.
Este Artículo en Resumen
El 29 de octubre de 2025 un disparo en un enfrentamiento con la policía de Mesa alcanzó el Boeing 737-800 N801XT de ICE en Phoenix-Mesa Gateway. El incidente siguió a una denuncia de intrusión contra Cameron Oberlin, quien huyó, fue detenido con un grappler, intercambió disparos y murió; un oficial resultó herido y fue dado de alta. ICE dijo que la bala rebotó sin daños ni impacto operativo, pero los registros muestran un despegue abortado al día siguiente y la aeronave permanece en tierra mientras continúan las investigaciones.
— Por VisaVerge.com
