Puntos Clave
- El aeropuerto Harry Reid registró 4,45 millones de pasajeros en septiembre de 2025, una caída del 6,4% anual.
- Hasta septiembre, el total 2025 fue 41,45 millones de pasajeros, 4,7% menos que en 2024.
- Las Vegas recibió cerca de 30 millones de visitantes en 2025 hasta septiembre, una baja del 8%.
(LAS VEGAS) Las Vegas ha visto otro mes de caída en la llegada de viajeros, con el aeropuerto Harry Reid International reportando 4,45 millones de pasajeros que llegaron o partieron en septiembre de 2025, una caída de 6,4% frente a septiembre de 2024, cuando la instalación gestionó 4,76 millones de viajeros. El descenso encadena ya seis meses consecutivos de menor movimiento, y se suma a una tendencia a la baja que atraviesa todo 2025, afectando tanto al turismo como a la economía local. El dato puntual llega en momentos en que Las Vegas intenta recuperar dinamismo tras la pandemia, pero la ciudad enfrenta una mezcla de costos más altos, demoras y una demanda turística que parece moderarse frente a años de repunte.

A nivel anual, el recuento de pasajeros para 2025 hasta septiembre se sitúa en 41,45 millones, lo que representa una caída del 4,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Los números de agosto de 2025—the mes anterior—también reflejan la frialdad de la curva: 4,56 millones de pasajeros, casi un 6% menos frente a agosto de 2024. Este patrón de menor tránsito se acompaña de señales visibles en la ciudad: las calles y los hoteles muestran menos ocupación y menos actividad en las zonas de ocio y restauración. Hasta septiembre de 2025, Las Vegas recibió aproximadamente 30 millones de visitantes, un descenso del 8% frente al año anterior, según las cifras citadas. El panorama lo describe con claridad la cobertura local y expertos consultados: seis meses consecutivos de caída en la llegada de visitantes, y junio, en particular, fue testigo de una reducción de casi 400.000 personas respecto a junio de 2024.
En el frente humano, las historias de quienes trabajan en el corazón del Strip ofrecen una visión contundente de lo que significa esa caída para la vida cotidiana. Shaleah Taylor, una empleada de limpieza en la zona de hoteles y casinos, describe el verano como
“realmente lento,”
y señala:
“July, August, September, we are never slow in Las Vegas. We get a lot of overtime right now, we’re not getting none of that.”
Sus palabras muestran cómo la menor llegada de turistas se traduce en menos horas extra y mayor incertidumbre para quienes sostienen la experiencia diaria de la ciudad. Otros trabajadores de turismo —dealers, bartenders y conductores— han observado una energía menor en vestíbulos de hoteles y en restaurantes, en contraste con el bullicio al que estaban acostumbrados.
Entre los analistas, la advertencia sobre posibles impactos a más largo plazo llega desde la academia. Nic Irwin, profesor de economía en la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), advierte que una continuación de la inestabilidad presupuestaria podría agravar la situación:
“If that air traffic gets impacted in any way by a continued shutdown… that means longer lines, delays, and that could shift some people’s interest in coming here.”
Sus palabras subrayan que no solo se trata de números; se trata de la experiencia de viaje, de tiempos de espera y de la capacidad de Las Vegas para sostener su ritmo turístico ante presiones externas. En esa misma línea halla eco el análisis de Reed Yadon, experto en aviación, quien señala que la escasez de personal podría derivar en una reducción del 25% a 30% en vuelos, sin comprometer la seguridad.
“Flight schedules could be trimmed as staffing tightens,”
dijo Yadon, insistiendo en que la seguridad no estará en juego, pero la disponibilidad de rutas sí podría verse afectada si las condiciones laborales persisten.
Entre las causas que los expertos señalan para el actual enfriamiento del turismo destacan los costos más altos. Hoteles, restaurantes y boletos de avión han aumentado, lo que, según los analistas, impulsa estancias más cortas y menor gasto por visitante. Estos factores, combinados con un frenazo en la demanda internacional —con más tiempo de espera para visas y controles fronterizos más estrictos— hacen que los viajes a Estados Unidos sean menos atractivos para algunos turistas extranjeros. En particular, los visitantes canadienses han reducido su tránsito hacia Las Vegas, citando medidas comerciales recientes, titulares agitados y cambios en políticas fiscales. Aerolíneas como Air Canada y WestJet han reportado una caída en el tráfico de pasajeros con destino a Las Vegas, según la lectura de las cifras.
Además, las empresas de aerolíneas están ajustando su presencia en el aeropuerto Harry Reid. Spirit Airlines ha recortado vuelos dentro y fuera de este aeropuerto, redujo su flota y despidió a aproximadamente un tercio de sus auxiliares de vuelo, una acción que, según observadores, podría encarecer los viajes de temporada alta y reducir la conectividad de la ciudad durante periodos de gran demanda como la temporada de fin de año. Este conjunto de dinámicas, desde la menor ocupación de hoteles hasta la reducción de vuelos, se traduce en una experiencia en la que hay más asientos disponibles en los hoteles, y una percibida disminución en las colas y la afluencia en los puntos de interés.
El entorno se observa con una mezcla de realismo y cautela. En un plano más inmediato, los conteos de capacidad y ocupación destacan que los vuelos van menos llenos y que los hoteles tienen más habitaciones disponibles, lo que facilita la movilidad de visitantes que antes hubieran llenado las habitaciones. Los locales lo describen como una “frescura” o “cooling” de la demanda, una desaceleración que marca el tránsito hacia un “nuevo equilibrio” económico y social para la ciudad, distinto al auge de los años anteriores. No obstante, advierten que la bajada no es necesariamente una caída catastrófica:
“cooling, not a crash,”
dicen algunos; es un ajuste que podría estabilizarse a medida que Las Vegas se adapta a nuevas condiciones globales y de mercado.
El futuro inmediato también trae riesgos prácticos para eventos emblemáticos de la ciudad. Si las disrupciones en el tráfico aéreo persisten, grandes citas podrían registrar caídas en la asistencia. El Gran Premio de Las Vegas, que se espera atraiga a unos 300.000 aficionados, y la celebración de Año Nuevo, con un visitante estimado de unas 400.000 personas, podrían enfrentar caídas en la asistencia si la capacidad aérea local se ve comprometida por el descenso de pasajeros o por restricciones de vuelo. Esa observación se suma a la atención de las autoridades y las empresas, que vigilan de cerca el comportamiento de la demanda a la luz de un clima económico cauteloso y de cambios en las políticas migratorias y de visados que influyen en el flujo internacional de turistas.
A nivel institucional, el patrón de números de viaje 2025 —con una caída sostenida de la demanda turística— está impulsando debates entre autoridades locales y representantes del sector sobre estrategias para mantener la vitalidad económica de la ciudad. La dirección de los aeropuertos y los organismos de turismo han señalado que se buscan soluciones para preservar conectividades clave, ajustar la oferta de servicios y facilitar experiencias que convivan con un entorno de costos elevados y menor demanda internacional. En ese marco, las relaciones entre servicios, seguridad y experiencia del visitante siguen siendo el eje de la conversación para mantener a Las Vegas como un destino de referencia a pesar de las presiones de 2025.
Las cifras de septiembre, que sitúan al aeropuerto Harry Reid International en 4,45 millones de pasajeros y marcan una caída de 6,4% con respecto a septiembre de 2024, aparecen como un recordatorio claro de que la caída de pasajeros no es un fenómeno aislado: es parte de un patrón que se ha ido consolidando a lo largo del año. La combinación de mayor costo de vida, demoras por capacidad y un mercado internacional más selectivo está poniendo a prueba la resiliencia de una ciudad cuyo motor siempre ha sido la movilidad de personas. En esas semanas, el ranking de visitantes ha mostrado menos presión en ciertos sectores; las señales son mixtas, con experiencias más tranquilas para algunos turistas que buscan ocio sin las multitudes de años pasados, pero con la conciencia de que el otoño y el invierno serán decisivos para la dinámica de la temporada alta.
Las autoridades y los actores de la industria mantienen un tono de pragmatismo. Por un lado, señalan la necesidad de adaptarse a un escenario de demanda más moderada y de costos más altos, y por otro lado, enfatizan que Las Vegas continúa siendo un imán turístico a nivel mundial, con la capacidad de volver a capturar el impulso si las condiciones macroeconómicas y de movilidad se alinean favorablemente. En ese sentido, los analistas señalan que la ciudad podría encontrar un nuevo equilibrio, empujando a una mayor eficiencia y a una oferta que se ajuste a la demanda real, sin perder la atracción que ha hecho de Las Vegas un símbolo de entretenimiento y turismo en Estados Unidos. Y mientras el horizonte 2025 —con números de viaje 2025 bajo presión— sigue desarrollándose, la conversación pública se centra en cómo la ciudad puede sostener su identidad y su economía frente a una coyuntura que, si bien no es inédita, se presenta como un desafío que podría redefinir la forma en que Las Vegas recibe y convierte a sus visitantes en ingresos y empleo para el año por venir.
Aprende Hoy
Aeropuerto Harry Reid → Principal aeropuerto comercial de Las Vegas que maneja pasajeros entrantes y salientes de la región metropolitana.
YTD (acumulado anual) → Suma de la actividad desde el inicio del año hasta una fecha determinada, aquí hasta septiembre de 2025.
Recortes de capacidad → Reducción en asientos o vuelos disponibles debido a problemas como falta de personal o disminución de flota.
Este Artículo en Resumen
En septiembre de 2025, Harry Reid International manejó 4,45 millones de pasajeros, una caída del 6,4% frente a septiembre de 2024. El total acumulado hasta septiembre fue 41,45 millones, 4,7% menos que el año anterior, y la ciudad recibió alrededor de 30 millones de visitantes, un 8% menos. Expertos atribuyen la caída a mayores costos, retrasos en visados, controles fronterizos y recortes de rutas por aerolíneas como Spirit, lo que reduce capacidad y puede elevar tarifas. Trabajadores y negocios ajustan horarios y promociones mientras vigilan la temporada alta de fin de año.
— Por VisaVerge.com
