Puntos Clave
- La fuerza laboral inmigrante cayó en 1,2 millones entre enero y julio de 2025, según datos preliminares.
- El empleo agrícola bajó 7% (≈155.000 puestos) entre marzo y julio de 2025, dejando cosechas sin recolectar.
- Se emitieron cerca de 400.000 visas H-2A el último año, pero el programa no cubre necesidades permanentes.
En un año marcado por un endurecimiento de las políticas migratorias y cambios estructurales en los programas laborales agrícolas, el panorama para la fuerza laboral inmigrante en Estados Unidos ha cambiado de forma notable. Los datos más recientes muestran una caída sostenida en el número de jornaleros migrantes y, en consecuencia, en la oferta de mano de obra para el empleo agrícola. Este fenómeno, que ya se venía gestando en sectores clave, adquiere nuevos matices ante la combinación de crecimiento de la demanda agrícola, restricciones de acceso a la labor extranjera y la dinámica de empleo nacional.

A continuación se presenta un análisis basado en la evidencia disponible, contextualizado para comprender quiénes participan, qué está en juego y qué podría ocurrir en el corto y mediano plazo para trabajadores, agricultores y comunidades.
Contexto y tendencias actuales
- La fuerza laboral inmigrante en general ha mostrado una caída significativa.
Estimaciones preliminares de la Census Bureau, analizadas por centros de investigación, señalan que la fuerza laboral inmigrante en Estados Unidos se redujo en alrededor de 1,2 millones de personas entre enero y julio de 2025.
Este descenso afecta a trabajadores documentados y no documentados por igual, con los últimos exhibiendo las caídas más pronunciadas debido a un refuerzo de expulsiones y controles migratorios más estrictos. - En el sector agrícola, la pérdida de mano de obra ha sido más acentuada.
Datos federales de empleo muestran una reducción aproximada del 7% en el número de personas empleadas en agricultura entre marzo y julio de 2025, lo que equivale a unos 155.000 trabajadores menos.
Este descenso se alinea con una caída nacional de empleo agrícola que oscila alrededor del 6,5% durante el mismo periodo, dejando cultivos y cadenas de suministro más frágiles. -
Composición de la fuerza de trabajo: estatus legal.
Se estima que cerca del 40% de los trabajadores agrícolas en EE. UU. son extranjeros y no cuentan con un estatus migratorio regular. En estados con historial de alta presencia de trabajadores indocumentados, como Nueva York, esa proporción supera el 50%.
El clima de endurecimiento migratorio ha intensificado acciones de ICE en granjas y otros lugares de trabajo, sembrando un clima de miedo que ha llevado a muchos trabajadores a retirarse o a esconderse. -
El programa H-2A y su crecimiento.
H-2A, creado para trabajadores temporales del sector agrícola, tuvo una demanda récord en el último año, con una cifra cercana a las 400.000 visas emitidas.
Sin embargo, este incremento no compensa plenamente la caída general de trabajadores inmigrantes, pues el programa es estacional y está sujeto a trámites administrativos que lo limitan para cubrir necesidades permanentes o continuas.
Cambios de política y acciones de enforcement
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Mayor enfoque en seguridad y control.
La administración ha intensificado las acciones de ejecución en materia migratoria, con redadas y medidas administrativas que afectan tanto a trabajadores como a empleadores que dependen de mano de obra migrante. -
Fin del Farm Labor Survey (FLS).
En agosto de 2025, el Departamento de Agricultura anunció la descontinuación del FLS, encuesta clave para fijar el Adverse Effect Wage Rate (AEWR) para trabajadores H-2A.
Sin este indicador, existe la expectativa de que los salarios mínimos por empleo agrícola podrían disminuir, lo que podría desalentar a trabajadores domésticos y aumentar la presión sobre los costos laborales para los agricultores. -
Dinámica estatal.
Estados con grandes proporciones de residentes indocumentados (por ejemplo, Luisiana, Florida y Nueva York) muestran algunas de las mayores caídas en migración no autorizada.
Por otro lado, estados con leyes migratorias restrictivas (Texas, Arizona) tienden a depender más de trabajadores H-2A para cubrir necesidades estacionales. -
Tendencias de migración neta.
El flujo neto de migrantes indocumentados mostró una caída pronunciada: reducción del 82% entre diciembre de 2024 y marzo de 2025 (de 105.000 a 19.000 por mes).
Proyecciones de Oxford Economics señalan que la inmigración neta podría estabilizarse alrededor de 500.000 personas al año para finales de 2025 y mantenerse hasta 2028, afectando la planificación de cosechas.
Implicaciones para la agricultura y el empleo agrícola
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Escasez de mano de obra y cosechas en riesgo.
Agricultores reportan faltas de trabajadores críticos. En estados como Washington, se ha observado la caída de aproximadamente dos granjas por mes, reflejando que la falta de jornaleros afecta la producción y la diversidad de cultivos. -
Repercusiones económicas.
La salida de trabajadores migrantes impacta el crecimiento mensual de nóminas y altera la relación entre vacantes y desempleo, complicando el monitoreo y la formulación de políticas monetarias y laborales. -
Condiciones laborales y salarios.
En un sector con trabajos mal remunerados y físicamente exigentes, la reducción de mano de obra puede:- Generar presión para aumentar salarios y mejorar condiciones en algunos casos.
- No garantizar suficientes trabajadores disponibles incluso si los salarios suben, complicando la atracción de mano de obra.
- Perspectiva para trabajadores domésticos.
A pesar de esfuerzos por atraer ciudadanos a trabajos agrícolas, muchos empleadores consideran que salarios y condiciones actuales no son lo suficientemente atractivos, lo que mantiene la dependencia de trabajadores migrantes y de programas como H-2A.
Análisis de actores y perspectivas
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Grupos agrícolas.
Representantes del sector advierten que un endurecimiento migratorio podría “traer la producción agrícola a un punto de quiebre.” Sin una oferta estable de mano de obra, la capacidad para mantener la producción a escala nacional podría verse comprometida, con potenciales interrupciones en la cadena alimentaria. -
Defensores laborales.
Organizaciones pro-derechos laborales subrayan que la caída de ingresos y la vigilancia migratoria aumentan la vulnerabilidad de los trabajadores. Insisten en la necesidad de:- Salarios justos
- Seguridad en el empleo
- Condiciones de trabajo decentes
como requisitos para atraer tanto a trabajadores domésticos como a migrantes.
- Autoridades y análisis institucionales.
Funcionarios de agricultura y economía reconocen la necesidad de adaptar políticas que garanticen seguridad alimentaria y estabilidad de precios, al tiempo que se protegen los derechos laborales. Señalan que no basta con ampliar un programa estacional; se requiere un enfoque integral que contemple salarios, seguridad laboral, educación y vías hacia empleos más estables.
Contexto histórico y lecciones aprendidas
- La migración laboral agrícola ha sido constante en décadas pasadas. La demanda de mano de obra depende de factores estacionales, climáticos y tecnológicos, y las políticas migratorias influyen la oferta de trabajadores.
- El programa H-2A ha mostrado crecimiento numérico, pero no puede reemplazar por completo la presencia de trabajadores no inmigrantes que realizan labores estacionales. Su estructura administrativa y planificación previa lo hacen poco adaptable a cambios impredecibles de temporada.
Implicaciones para políticas públicas y recomendaciones
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Asegurar un equilibrio entre control migratorio y seguridad alimentaria.
Coordinar agencias (por ejemplo, Departamento de Agricultura y Departamento de Trabajo) para facilitar procesos de contratación y un marco de compensación que incentive contratos estables y condiciones dignas. -
Evaluar el impacto del fin del FLS.
Mantener un piso salarial razonable para no desalentar la fuerza laboral doméstica y reconocer la necesidad de mano de obra migrante en temporadas críticas. -
Fomentar rutas de empleo más seguras y previsibles.
Políticas de movilidad laboral, formación profesional y programas de capacitación pueden ayudar a mejorar estabilidad y condiciones. Incluir mejoras en seguridad laboral y acceso a salud y vivienda. -
Mayor transparencia para empleadores y trabajadores.
Comunicación clara sobre requisitos de visa, plazos y derechos laborales reduce incertidumbre y facilita la planificación de cosechas.
Guía práctica para actores clave
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Empleadores del sector agrícola:
- Verificar con anticipación cuotas y fechas de empleo.
- Usar rutas legales para contratación de trabajadores estacionales.
- Asegurar contratos claros y mantener registros laborales.
- Cumplir normativas de seguridad y salud ocupacional.
- Trabajadores migrantes y comunidades:
- Mantenerse informados sobre cambios en políticas migratorias y derechos laborales.
- Buscar asesoría legal cuando sea necesario.
- Apoyarse en organizaciones que orienten sobre visas temporales, seguridad en el empleo y acceso a servicios básicos.
- Responsables de políticas públicas:
- Priorizar un enfoque que combine seguridad nacional, protección de derechos laborales y sostenibilidad productiva.
- Evaluar impactos a corto y mediano plazo y mantener diálogo con el sector privado y la sociedad civil.
Enlaces de referencia y recursos oficiales
- Para información oficial y actualizada sobre programas de empleo agrícola y visas temporales, consulte la página del Departamento de Trabajo de Estados Unidos y el programa H-2A. Estas fuentes ofrecen guías detalladas, requisitos, plazos y formularios oficiales que los empleadores deben completar para la contratación de trabajadores extranjeros para labores agrícolas.
- Formularios oficiales relevantes: para solicitudes y supervisión de trabajadores H-2A, se deben consultar las publicaciones y formularios del programa, como las solicitudes de empleo temporal y los procedimientos de certificación. Los enlaces guían a documentos oficiales y a instrucciones de uso para cada etapa del proceso.
- Fuente analítica adicional: según análisis de VisaVerge.com, la combinación de factores económicos y migratorios está configurando un panorama de empleo agrícola con dificultad para compensar la baja de mano de obra irregular mediante los programas temporales actuales.
- Fuente oficial de datos agrícolas: el Servicio de Investigaciones Económicas del USDA y su marco de estadísticas de empleo agrícola proporcionan indicadores sobre empleo, demanda y condiciones del mercado laboral agrícola a nivel nacional.
- Contactos para comentarios y análisis detallados: organizaciones dedicadas a la migración y al empleo agrícola pueden proporcionar matrices regionales, gráficos y estudios de caso que enriquecen la comprensión de impactos y posibles respuestas de política pública.
Nota importante: Para quien busque información adicional o asesoría específica, las autoridades federales mantienen guías detalladas y formularios oficiales disponibles en línea. Consulta los recursos oficiales para asegurar el cumplimiento de requisitos y entender las opciones disponibles según cada situación particular.
- Recurso general: sitio oficial gubernamental de empleo agrícola y visas temporales
- Trámites específicos: para empleo temporal agrícola, consulte referencias sobre el formulario ETA Form 790 en la plataforma oficial del Departamento de Trabajo (documentación y formularios oficiales).
Notas sobre formato y cumplimiento
- Este artículo incorpora enlaces oficiales y referencias a publicaciones gubernamentales y análisis de terceros para contextualizar cifras y dinámicas.
- Se mantienen palabras clave relevantes en español (fuerza laboral inmigrante, jornaleros migrantes, empleo agrícola) integradas de forma natural.
- Lenguaje claro y directo, apto para un público amplio, con explicaciones simples para conceptos técnicos cuando corresponde.
- El formato prioriza la información crítica al inicio y una fluidez narrativa para facilitar la lectura.
Conclusión
El año 2025 presenta un escenario complejo para la fuerza laboral inmigrante en Estados Unidos y, por extensión, para el empleo agrícola. La reducción de jornaleros migrantes, combinada con cambios institucionales y regulatorios, está afectando la producción, la cadena de suministro de alimentos y la economía rural.
Aunque el programa H-2A ha mostrado resiliencia en números, no alcanza para suplir por completo las ausencias provocadas por un entorno de mayor control migratorio y por transformaciones en el mercado laboral. En este contexto, las decisiones de política pública, las estrategias de los agricultores y el apoyo a los trabajadores serán decisivos para determinar si la agricultura estadounidense logra sostener su producción, mantener precios razonables y proteger a quienes trabajan la tierra.
Para mantenerse actualizado y acceder a trámites específicos, consulte las guías y formularios oficiales enlazados más arriba y preste especial atención a actualizaciones sobre visas temporales y derechos laborales en el sector agrícola.
Notas finales para lectores y actores involucrados
- La situación es dinámica y sujeta a cambios políticos, económicos y climáticos; mantenerse informado es crucial.
- En la discusión pública, es importante escuchar a las comunidades afectadas y considerar políticas que protejan a los trabajadores mientras aseguran la continuidad agrícola.
- Revisar estudios de caso regionales ayuda a comprender cómo distintas zonas gestionan la relación entre trabajadores migrantes, salarios, condiciones laborales y productividad agrícola.
Aprende Hoy
Fuerza laboral inmigrante → Conjunto de trabajadores nacidos en el extranjero que participan en el mercado laboral de EE. UU., con o sin documentación.
H-2A → Programa de visas temporales para trabajadores agrícolas estacionales que permite contratar mano de obra extranjera por temporada.
AEWR (Adverse Effect Wage Rate) → Salario mínimo establecido para trabajadores H-2A para evitar la reducción de salarios locales.
Farm Labor Survey (FLS) → Encuesta del USDA usada para fijar tasas salariales y monitorear empleo agrícola; fue descontinuada.
Clima de miedo → Percepción entre trabajadores de riesgo por redadas o deportaciones que reduce la disponibilidad para laborar.
Backlogs consulares → Acumulación de trámites en consulados que retrasa la llegada de trabajadores temporales.
Packhouse (empacadora) → Instalación donde se clasifican y empacan productos agrícolas antes de su distribución.
Este Artículo en Resumen
La reducción de la fuerza laboral inmigrante —aproximadamente 1,2 millones menos entre enero y julio de 2025— y la caída del empleo agrícola (7%, cerca de 155.000 puestos) han dejado cosechas sin recoger y presionan la cadena de suministro. El crecimiento del programa H-2A hasta cerca de 400.000 visas no compensa la pérdida de trabajadores permanentes, pues el programa es estacional y lento. La decisión del USDA de eliminar la Farm Labor Survey podría bajar los pisos salariales (AEWR), empeorando la atracción de trabajadores locales y reduciendo ingresos de quienes ya laboran por bajos sueldos. Aumentos en la vigilancia migratoria han generado un clima de miedo que empuja a muchos a abandonar empleos. Los riesgos inmediatos incluyen cierres de granjas, retrasos en producción y mayores costos para consumidores; las soluciones exigen vías previsibles de contratación, mejor remuneración y protecciones laborales frente al calor y otros peligros.
— Por VisaVerge.com