Puntos Clave
• Alemania deportó 81 afganos con antecedentes penales el 18 de julio de 2025 bajo el gobierno de Merz.
• Qatar facilitó la deportación por falta de relaciones diplomáticas directas con el régimen Talibán.
• En 2024, Alemania aumentó deportaciones un 25% y disminuyeron las solicitudes de asilo, especialmente de afganos.
El 18 de julio de 2025, Alemania 🇩🇪 llevó a cabo la deportación de 81 nacionales afganos con antecedentes penales hacia Afganistán, marcando el segundo vuelo de expulsión desde que los Talibán retomaron el poder en 2021. Esta operación, la primera bajo el gobierno conservador del canciller Friedrich Merz, refleja un cambio significativo en la política migratoria alemana, con un enfoque más estricto en el control y la expulsión de migrantes con historial criminal.
Detalles clave de la deportación del 18 de julio de 2025

El vuelo que trasladó a estos 81 hombres afganos se realizó tras semanas de negociaciones diplomáticas, principalmente facilitadas por Qatar, país que actuó como intermediario debido a la ausencia de relaciones diplomáticas directas entre Alemania y el régimen Talibán. El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, afirmó que “los delincuentes graves no tienen derecho a residir en nuestro país”, justificando la deportación como parte de una política más amplia para reducir la migración irregular y mejorar la seguridad pública.
El canciller Merz agradeció públicamente al emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, por su papel en la coordinación del operativo. Además, cada deportado recibió hasta 1.000 euros en apoyo financiero para evitar que regresaran en condiciones de pobreza extrema, una medida que responde a las decisiones de los tribunales alemanes que pueden bloquear expulsiones si existe riesgo de indigencia.
Contexto y evolución de la política migratoria alemana
Desde la toma del poder de los Talibán en agosto de 2021, Alemania suspendió las deportaciones hacia Afganistán y cerró su embajada en Kabul. Sin embargo, en 2024, bajo el gobierno del entonces canciller Olaf Scholz, se reanudaron las expulsiones, comenzando con un vuelo que trasladó a 28 afganos con antecedentes penales. La actual administración de Merz ha ampliado esta política, con un aumento notable en las deportaciones y controles migratorios más estrictos.
En 2024, Alemania deportó a 20.084 personas, un incremento del 25% respecto a 2023, y las solicitudes de asilo disminuyeron de 329.120 en 2023 a 229.751 en 2024, con una caída del 42% en las solicitudes de afganos durante el primer trimestre de 2025. Estas cifras reflejan una tendencia clara hacia una política migratoria más restrictiva.
Medidas implementadas por el nuevo gobierno
El gobierno conservador que asumió en mayo de 2025 ha puesto en marcha varias medidas para endurecer el control migratorio:
- Controles fronterizos reforzados, especialmente en las fronteras internas de la Unión Europea.
- Agilización de los procedimientos de deportación para solicitantes de asilo rechazados y personas condenadas por delitos violentos.
- Suspensión de la reunificación familiar para muchos migrantes.
- Mayor cooperación con países terceros para facilitar las deportaciones, como el caso de Qatar en la operación reciente.
Estas políticas buscan reducir la llegada y permanencia de migrantes irregulares y mejorar la seguridad interna, aunque han generado críticas y preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos.
Reacciones y críticas internacionales
Organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y Amnistía Internacional han condenado enérgicamente estas deportaciones, señalando que la situación en Afganistán es “catastrófica” y que los deportados corren riesgos graves, incluyendo torturas, ejecuciones extrajudiciales y detenciones arbitrarias. Grupos de derechos humanos como Pro Asyl han pedido la suspensión inmediata de las expulsiones, argumentando que Afganistán no es un lugar seguro para el retorno.
Estas organizaciones subrayan que, aunque los deportados tengan antecedentes penales, el principio de no devolución —que prohíbe enviar a personas a países donde puedan sufrir daños graves— debe prevalecer. Además, advierten que la falta de reconocimiento oficial del gobierno Talibán complica la protección de los derechos de los retornados.
Procedimientos y criterios para la deportación
Actualmente, solo los nacionales afganos con condenas penales y órdenes legales de expulsión son sujetos a deportación. La coordinación se realiza a través de países terceros, principalmente Qatar, debido a la ausencia de representación diplomática alemana en Kabul. Los tribunales alemanes mantienen la facultad de bloquear deportaciones si se demuestra que el deportado enfrentaría condiciones de extrema pobreza o peligro grave.
Este enfoque busca equilibrar la aplicación de la ley con ciertas garantías legales, aunque la situación en Afganistán sigue siendo motivo de preocupación para defensores de derechos humanos.
Cooperación europea y perspectivas futuras
La deportación del 18 de julio coincidió con una cumbre europea sobre migración organizada por el ministro Dobrindt, que reunió a representantes de Francia, Polonia, Austria, Dinamarca, República Checa y la comisaria europea de Migración. El objetivo fue coordinar respuestas comunes a los desafíos migratorios, incluyendo la gestión de deportaciones y el control de fronteras.
Alemania ha señalado su intención de continuar con las deportaciones de afganos con antecedentes penales y de implementar medidas adicionales para restringir el acceso a servicios sociales y reforzar la vigilancia fronteriza. Sin embargo, esta postura enfrenta una creciente presión internacional y debates sobre el equilibrio entre seguridad y derechos humanos.
Implicaciones para los nacionales afganos y sus familias
Para los afganos afectados, estas deportaciones representan un golpe duro, especialmente en un país donde muchos han buscado refugio huyendo de la violencia y la inestabilidad. La suspensión de la reunificación familiar limita aún más las opciones para quienes desean reconstruir sus vidas en Alemania.
Aunque existen vías legales para apelar las órdenes de expulsión, el proceso puede ser complejo y largo. La provisión de apoyo financiero busca mitigar el impacto inmediato, pero no resuelve los riesgos a largo plazo que enfrentan los deportados en Afganistán.
Perspectiva del gobierno alemán
El gobierno alemán sostiene que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad pública y mantener la integridad del sistema migratorio. El ministro Dobrindt ha declarado que “la seguridad de nuestros ciudadanos es una prioridad” y que la expulsión de delincuentes es parte de un esfuerzo más amplio para controlar la migración irregular.
El canciller Merz, por su parte, ha destacado la importancia de la cooperación internacional para llevar a cabo estas operaciones, subrayando que Alemania no reconoce oficialmente al gobierno Talibán pero mantiene contactos técnicos para gestionar cuestiones prácticas.
Recomendaciones para quienes enfrentan procesos de deportación
- Consultar con abogados especializados en inmigración para explorar todas las opciones legales disponibles, incluyendo apelaciones y solicitudes de protección internacional.
- Buscar apoyo en organizaciones como Pro Asyl, que ofrecen asesoría y asistencia legal a solicitantes de asilo y deportados.
- Mantenerse informado a través de fuentes oficiales, como el Ministerio Federal del Interior y la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF), que publican actualizaciones y guías sobre procedimientos migratorios.
Para acceder a información oficial y actualizada sobre políticas migratorias y procedimientos de deportación en Alemania, se recomienda visitar la página del Ministerio Federal del Interior y Comunidad.
Conclusión
La deportación de 81 nacionales afganos con antecedentes penales el 18 de julio de 2025 marca un punto clave en la política migratoria alemana bajo el gobierno de Friedrich Merz. Este evento refleja un giro hacia medidas más estrictas para controlar la migración y expulsar a quienes cometen delitos, en un contexto complicado por la situación en Afganistán y la falta de relaciones diplomáticas directas con los Talibán.
Mientras el gobierno defiende estas acciones como necesarias para la seguridad pública, organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos advierten sobre los riesgos que enfrentan los deportados en su país de origen. La tensión entre la aplicación de la ley y la protección de los derechos humanos seguirá siendo un tema central en el debate migratorio alemán y europeo.
Los nacionales afganos afectados deben estar atentos a sus derechos legales y buscar apoyo para enfrentar estos procesos, mientras que la comunidad internacional observa con atención cómo evolucionan las políticas y sus impactos en las vidas de miles de personas. Según análisis de VisaVerge.com, esta tendencia hacia deportaciones más frecuentes y estrictas podría intensificarse, lo que subraya la necesidad de un diálogo equilibrado que tome en cuenta tanto la seguridad como la dignidad humana.
Aprende Hoy
Deportación → Expulsión oficial de una persona extranjera por razones legales o administrativas.
Principio de no devolución → Norma que prohíbe enviar personas a países donde corran riesgos graves.
Talibán → Grupo político que controla Afganistán desde agosto de 2021, conocido por estrictas políticas y violaciones de derechos.
Vuelo chárter → Vuelo especial organizado para fines específicos, como deportaciones, distinto de vuelos comerciales regulares.
Reunificación familiar → Proceso migratorio que permite a familiares unirse a parientes residentes legales en otro país.
Este Artículo en Resumen
El 18 de julio de 2025, Alemania deportó a 81 afganos con antecedentes penales, mostrando un endurecimiento migratorio bajo Merz. La operación, coordinada con Qatar, genera preocupación por violaciones de derechos humanos ante la situación en Afganistán y la caída en las solicitudes de asilo.
— Por VisaVerge.com