Puntos Clave
• Más de 7,000 solicitantes de asilo mozambiqueños llegaron a Malawi después de la violencia electoral de 2024.
• IsraAID Malawi inició en enero de 2025 una respuesta urgente con apoyo en agua, higiene y salud.
• En abril de 2025, el 90% de los solicitantes regresó voluntariamente con coordinación entre Mozambique y Malawi.
Un refugiado es una persona que deja su país porque corre un serio peligro relacionado con su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social o sus ideas políticas. Solicitan ayuda y protección en otro país porque no pueden volver a casa con seguridad. Por otro lado, un solicitante de asilo es alguien que pide ese reconocimiento legal como refugiado. El solicitante de asilo debe esperar una decisión oficial sobre si recibirá esa protección.
En lo que pasó recientemente entre Mozambique 🇲🇿 y Malawi 🇲🇼, muchas personas salieron apuradas de Mozambique después de las disputadas elecciones de octubre de 2024. Miles huyeron porque temían por sus vidas a causa de la violencia y la inestabilidad política. Estos nuevos solicitantes de asilo mozambiqueños llegaron a los distritos de Nsanje y Dedza en el sur de Malawi. Allí esperaban encontrar seguridad mientras brutalmente escaseaban el agua, los alimentos y un lugar seguro donde dormir.

El marco legal internacional que protege a los refugiados es la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Este tratado internacional garantiza ciertos derechos y define quién es un refugiado. También pide que los países no devuelvan a nadie a un lugar donde corran peligro, una regla conocida como principio de no devolución o non-refoulement. Esto es una base fundamental de la protección: los países no pueden enviar a personas de vuelta si allí pueden sufrir daño serio.
Cuando los solicitantes de asilo mozambiqueños llegaron a Malawi, debieron pasar por el proceso de declaración de asilo. Significa que tenían que registrarse ante las autoridades y explicar por qué huyeron. Esto permite que los funcionarios examinen si de verdad necesitan protección internacional. La Oficina de Asuntos de Refugiados en Malawi revisó los casos conforme a reglas nacionales y acuerdos internacionales, tratando de determinar quiénes cumplían con los criterios de refugiado.
En este escenario tan difícil, la intervención de IsraAID Malawi fue clave. IsraAID Malawi puso en marcha una respuesta de emergencia en enero de 2025 cuando vio que el número de solicitantes de asilo mozambiqueños no paraba de crecer. Su equipo especializado se enfocó en necesidades urgentes como higiene y agua limpia. Entregaron baldes para lavarse las manos, baldes para guardar agua y jabón a las familias, ayudando a combatir enfermedades contagiosas dentro y fuera de los centros de evacuación.
El trabajo de IsraAID Malawi no fue solo repartir cosas. El equipo actuó en seis centros de evacuación en Nsanje, uno de los puntos principales de ingreso. También colaboró codo a codo con el gobierno local y con otros grupos de ayuda. Expertos en salud, agua y apoyo psicológico ayudaron a que las personas más vulnerables—niños, ancianos, madres embarazadas—recibieran cuidados básicos y atención emocional.
La respuesta de emergencia usó la experiencia que IsraAID Malawi ya tenía en el país. Desde 2023, la organización había apoyado a Malawi luego del ciclón Freddy y en brotes de cólera. Eso ayudó a que el equipo actuara rápido y se adaptara a lo que iba cambiando día a día en el terreno.
En esos meses críticos, el flujo de refugiados fue tan grande que llegó a haber más de 7,000 personas registradas sólo hasta marzo de 2025. Muchas caminaron largas distancias, algunas cruzaron ríos y soportaron calor y lluvias. Al llegar, la realidad era dura: no sólo faltaba comida y agua limpia, sino que tampoco había suficiente espacio para dormir ni baños adecuados. Esto hizo que el riesgo de brotes de enfermedades fuera muy alto. A todo esto se sumaba otra crisis: Malawi sufría una fuerte sequía por el fenómeno de El Niño, lo que dejó a un cuarto de sus propios habitantes en situación de inseguridad alimentaria.
Con tantos centros llenos y recursos muy limitados, la labor humanitaria se volvió una carrera a contrarreloj. La coordinación fue esencial. IsraAID Malawi trabajó junto a la Cruz Roja y bajo la guía del Fondo de Respuesta a Emergencias por Desastres (DREF), financiado por la Unión Europea. Se entregó desde materiales para refugio hasta kits de higiene y agua segura. Personas de las comunidades anfitrionas también recibieron ayuda porque el reparto estaba pensado para aliviar tensiones entre quienes llegaban y quienes ya vivían allí.
Mientras tanto, los gobiernos de Malawi y Mozambique 🇲🇿 supervisaron este flujo. A medida que las zonas en Mozambique volvían a la calma durante 2025, Malawi empezó a planificar con Mozambique y grupos humanitarios el regreso voluntario de los solicitantes de asilo mozambiqueños. En abril de 2025, el propio gobierno de Malawi informó que habían logrado que alrededor del 90% de las personas retornaran a sus comunidades de origen de forma segura. Ambos gobiernos explicaron que trabajaron juntos para asegurarse de que el regreso fuera seguro y voluntario, en línea con los principios internacionales de protección.
El derecho de los refugiados y solicitantes de asilo implica varios elementos. Primero, tienen derecho a no ser devueltos a un país donde puedan sufrir daños graves (principio de non-refoulement). También tienen derecho, mientras esperan una decisión, a servicios básicos como salud, agua limpia, atención médica y acceso a la educación para los niños. En Malawi, aunque los recursos eran limitados, los esfuerzos de organizaciones como IsraAID Malawi y la propia Cruz Roja ayudaron a asegurar que nadie quedara completamente sin apoyo. Los niños recibieron espacios temporales para clases y juego, mientras las personas con traumas emocionales recibieron asesoramiento psicosocial para sobrellevar la situación.
El acceso a servicios era un desafío diario. El apoyo de la respuesta de emergencia significó más que solo entregar artículos básicos. Representó también el esfuerzo de cientos de personas para que familias completas no sintieran sólo el temor, sino también esperanza de volver a empezar. Los centros de evacuación trataban de dar un ambiente seguro y respetar los derechos de cada persona refugiada. Al mismo tiempo, el equipo de IsraAID Malawi prestó atención a la salud física y la estabilidad emocional, ayudando con espacios tranquilos, actividades para niños y consultas de salud.
En cuanto al derecho a trabajar, muchos refugiados y solicitantes de asilo tienen restricciones hasta que se apruebe formalmente su estatus. En la mayoría de casos en Malawi, quienes entraron por la crisis reciente no tenían permiso para trabajar fuera de los centros de acogida. Sin embargo, recibieron formación en higiene y pequeñas tareas relacionadas con la comunidad. Esto no solo ayudó a mantener la salubridad del entorno, sino que dio sentido a los días y ayudó a algunos a prepararse para regresar a sus vidas cuando pasara la crisis.
Una de las necesidades más sentidas en cualquier situación como esta es la reunificación familiar. Muchas familias se separan al huir y luego quieren reencontrarse. En la respuesta de emergencia hubo apoyo puntual para ayudar a reconectar a familiares que llegaron en distintos momentos o por diferentes puntos de ingreso.
Las medidas de protección temporal son comunes cuando hay una oleada inesperada de personas desplazadas, como ocurrió con los solicitantes de asilo mozambiqueños en Malawi. Estas acciones permiten que los recién llegados estén protegidos durante el tiempo que dure la emergencia, hasta encontrar una solución más estable. En este caso, las autoridades de Malawi se coordinaron con agencias humanitarias para adaptar rápidamente sus normas y así facilitar la protección en medio de la crisis.
El proceso para determinar el estatus de refugiado implica entrevistas individuales, recolección de datos y un examen sobre si la persona realmente cumple con la definición internacional de refugiado. Para quienes reciben una respuesta negativa, existe el derecho a apelar y volver a explicar sus motivos. El sistema de apelaciones es fundamental porque, a veces, detalles importantes pueden faltar o malinterpretarse en la primera entrevista.
En cuanto a la integración, para quienes logran el reconocimiento como refugiados en Malawi o cualquier otro país, hay proyectos que buscan ayudarles a adaptarse. Estos programas incluyen acceso a clases de idioma, formación en oficios y orientación cultural. Aunque en este caso la mayoría de los solicitantes de asilo mozambiqueños regresaron a su país, quienes quedaron podían pedir ayuda a través de servicios ofrecidos por ONG y agencias de la ONU.
Un ejemplo claro de todo este proceso se vio en el campamento Nyamithuthu, un centro principal que acogió a muchos de los que lograron cruzar la frontera. Allí, una familia mozambiqueña compuesta por abuela, hija y tres nietos recibió artículos de higiene, atención médica para la nieta enferma y seguimiento psicosocial por parte del equipo de IsraAID Malawi. Gracias al apoyo, pudieron sobrevivir a los peores meses de incertidumbre y, cuando llegó la oportunidad de volver, partieron a casa sintiéndose más preparados y menos temerosos.
La labor de coordinación fue indispensable. Sin alianzas, el apoyo nunca habría alcanzado para todos. La Cruz Roja, los organismos de Naciones Unidas y organizaciones como IsraAID Malawi fueron ejemplo de cómo la colaboración internacional puede salvar vidas y abrir caminos hacia soluciones duraderas para personas desplazadas.
VisaVerge.com ha destacado cómo, en estos casos, la combinación de ayuda internacional y compromiso local hace posible que incluso países con recursos limitados, como Malawi 🇲🇼, enfrenten crisis de esta magnitud. En su análisis, refuerzan que la clave estuvo en la rapidez de la respuesta de emergencia y la adaptación constante a las necesidades cambiantes de los solicitantes de asilo mozambiqueños.
Para quienes busquen más información o ayuda legal sobre asilo, el sitio ACNUR Malawi es la fuente oficial más importante. Allí se encuentran datos actualizados, requisitos, formularios y contactos útiles para personas en situación de necesidad o para quienes desean saber cómo apoyar.
En resumen, la experiencia vivida en Malawi durante el flujo de solicitantes de asilo mozambiqueños demuestra la gran importancia de una respuesta de emergencia efectiva, basada en solidaridad, coordinación y respeto a los derechos humanos. Aunque la mayoría de las personas pudo regresar a Mozambique en condiciones seguras, la historia deja claro que la protección de refugiados exige esfuerzo conjunto constante. Si te encuentras en una situación similar o necesitas ayuda, busca apoyo de agencias oficiales y cuida siempre tus derechos.
Aprende Hoy
Refugiado → Persona que huye de su país por guerra, violencia o persecución y no puede regresar seguro.
Solicitante de asilo → Quien pide protección en otro país sin haber sido reconocido oficialmente como refugiado.
Principio de no devolución → Norma que impide enviar a refugiados a lugares donde puedan sufrir daños graves.
Determinación de estatus de refugiado → Proceso que evalúa si un solicitante cumple criterios internacionales de refugiado.
Repatriación → Retorno voluntario y seguro de refugiados a su país cuando mejoran las condiciones.
Este Artículo en Resumen
Tras la violencia electoral en Mozambique en 2024, miles huyeron a Malawi. IsraAID Malawi respondió rápido brindando agua, salud e higiene, ayudando a que el 90 % regresara seguro en 2025.
— Por VisaVerge.com
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