Puntos Clave
• India deportó a más de 600 personas a Bangladesh en mayo de 2025, intensificando el conflicto fronterizo.
• Fueron expulsados bangladesíes, musulmanes indios, rohinyás y apátridas sin coordinación adecuada con Bangladesh.
• Bangladesh y la ONU denuncian violaciones legales y humanitarias; exigen canales oficiales y trato digno.
Desde principios de mayo de 2025, las relaciones entre India 🇮🇳 y Bangladesh 🇧🇩 se han visto marcadas por los llamados “push-backs” fronterizos, una forma de deportación acelerada en la que personas son llevadas de regreso al otro lado de la frontera, en este caso, a Bangladesh. Este operativo, que se conoce de manera informal como “Operación Push-Back”, ha aumentado las tensiones diplomáticas entre los dos países, poniendo en el centro del debate la legalidad y el trato a migrantes, la seguridad fronteriza y los derechos humanos.
Inicio y naturaleza de la Operación Push-Back

Todo comenzó a principios de mayo de 2025, cuando medios y autoridades de ambos lados de la frontera reportaron deportaciones de Bangladeshíes, refugiados rohinyás y personas descritas como “hablantes de bengalí sin Estado”. Según los informes, durante el periodo del 4 al 15 de mayo, aproximadamente 318 personas fueron devueltas de India a Bangladesh a través de distintos puntos de entrada, como Khagrachhari, Satkhira, Moulvibazar, Sylhet y Meherpur.
Uno de los incidentes más notables ocurrió el 4 de mayo, cuando dos aviones de Air India trasladaron a 300 migrantes indocumentados a Agartala, en el estado de Tripura, quienes luego fueron llevados al otro lado de la frontera. Solo dos días después, el 6 de mayo, otros 66 individuos fueron devueltos por distintos cruces a la zona de Khagrachhari. El 9 de mayo, 78 personas aparecieron desembarcadas en Mandarbaria Char, una isla remota en el área pantanosa de los Sundarbans. Y para el 14 de mayo, 148 ciudadanos de Bangladesh fueron transportados desde Jodhpur hasta Calcuta, con el objetivo de ser deportados.
Los relatos de los propios afectados y de quienes los han visto indican que los deportados no son solo ciudadanos de Bangladesh 🇧🇩, sino también musulmanes indios, refugiados rohinyás y personas sin nacionalidad reconocida, pero que hablan el idioma bengalí. Muchos de ellos, según fuentes locales, habrían sido vendados de los ojos, tratados de manera dura e incluso, algunos presentaban signos visibles de lesiones físicas.
El punto de vista de India frente a la inmigración ilegal
El gobierno de India justifica la Operación Push-Back alegando la necesidad de proteger sus fronteras y controlar la inmigración irregular. Un funcionario del Ministerio del Interior indio comunicó que el Primer Ministro Modi expresó de forma clara durante la cumbre BIMSTEC en Bangkok que la frontera entre India y Bangladesh 🇮🇳🇧🇩 es “inviolable” y que India “tomará medidas firmes” contra quienes crucen de manera ilegal.
Este énfasis en la seguridad se refleja en una serie de medidas llevadas a cabo por las autoridades indias, incluyendo la identificación y detención de personas sospechosas de ser nacionales de Bangladesh. En Gujarat, por ejemplo, se reportó la detención de 1,000 personas el 26 de abril, mientras que en Rajasthan se identificó a otro millar más de presuntos bangladeshíes.
Para el gobierno de India, estas acciones encajan en una política general de control migratorio, destinada a frenar la llegada de inmigrantes irregulares y reducir las tensiones internas generadas por la presencia de personas sin papeles, una situación que también afecta a estados fronterizos y a otras regiones del país.
La reacción de Bangladesh
Del lado de Bangladesh, la respuesta ha sido de preocupación y rechazo. El gobierno considera que estos “push-backs” son acciones tomadas de manera unilateral por India, lo cual, según argumentan, va en contra del derecho internacional y no respeta los canales diplomáticos establecidos para cuestiones migratorias.
El gobierno bangladesí ha respondido con varias medidas claras:
- La Guardia Fronteriza de Bangladesh (BGB, por sus siglas en inglés) declaró alerta máxima en la zona limítrofe e hizo oficial una nota de protesta a la Fuerza de Seguridad Fronteriza de India.
- El 9 de mayo, Bangladesh envió una carta diplomática de protesta al gobierno indio, dejando claro su desacuerdo y exigiendo el respeto a los procedimientos formales.
- La BGB ha solicitado reuniones de bandera a distintos niveles con la contraparte india, como es tradición en la gestión de crisis fronterizas.
- En algunos lugares, como el sector de Bijoynagar upazila en Brahmanbaria, pobladores locales ayudaron a la BGB para impedir que continuaran los push-ins, es decir, los ingresos forzados de personas en territorio bangladesí.
Mohammad Asrafuzzaman Siddiqui, General de División y director de la BGB, calificó las acciones de India como “una desgracia” y “una violación a los derechos humanos.” Por su parte, el Asesor de Seguridad Nacional de Bangladesh, Khalilur Rahman, insistió en que toda deportación debe hacerse por los canales legales, es decir, a través de acuerdos y procesos reconocidos, no de modo abrupto.
Repercusiones internacionales y la voz de la ONU
Frente a este contexto, organizaciones internacionales y autoridades en derechos humanos han alzado la voz. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) mostró preocupación, especialmente por el destino de los refugiados rohinyás, una comunidad perseguida en su país de origen, Myanmar 🇲🇲, y que ha buscado refugio tanto en Bangladesh como en India.
Un experto de la ONU inició una investigación tras recibir reportes según los cuales refugiados rohinyás fueron obligados a bajar de un barco de la marina india en el mar de Andamán, calificando el hecho como un “acto inaceptable”. Otra declaración de este experto fue aún más contundente al señalar que las expulsiones de los rohinyás por parte de India eran un “escándalo”.
Mientras tanto, la tensión se siente en ambas fronteras de India: además de la Operación Push-Back en el este, en el oeste también se implementa otra estrategia llamada “Operación Sindoor”, con diferentes objetivos pero igualmente relacionada con la gestión migratoria.
¿Quiénes son los migrantes afectados?
No todos los que cruzan la frontera entre India y Bangladesh son iguales. De acuerdo con reportes de VisaVerge.com, el grupo de deportados incluye cuatro perfiles principales:
- Ciudadanos de Bangladesh 🇧🇩 que se encontraban en India de manera irregular.
- Indios musulmanes, posiblemente confundidos con migrantes extranjeros debido a similitudes culturales o idiomáticas.
- Refugiados rohinyás, que huyeron de la violencia y persecución en Myanmar 🇲🇲 y han buscado alternativas en ambos países.
- Personas apátridas que hablan bengalí y que, muchas veces, quedan atrapadas entre políticas restrictivas y la falta de documentación.
Estos perfiles muestran que la Operación Push-Back afecta a grupos con necesidades muy distintas. Algunos buscan trabajo o mejores condiciones de vida; otros, como los rohinyás, huyen del peligro y no cuentan con un Estado que los defienda. Esta mezcla hace que la situación sea aún más delicada y que los errores en la identificación tengan consecuencias graves.
Métodos y condiciones de los deportados
Distintos grupos de defensa de los derechos humanos denuncian que las deportaciones se están llevando a cabo de manera rápida y a menudo con el uso de la fuerza. Los testimonios citados en los medios hablan de personas llevadas al límite, vendadas o maniatadas, y algunas con lesiones. Llaman la atención incidentes como el desembarco masivo en Mandarbaria Char, donde la falta de infraestructuras y servicios básicos deja a los recién llegados en un estado de abandono.
De igual manera, se han reportado casos en los que ni siquiera se comprueba la nacionalidad de las personas, por lo que algunas terminan quedando en una especie de “limbo”, lejos de sus familias y sin posibilidad de volver fácilmente a su país de origen.
Reacciones en la frontera y en la sociedad
Los empujes forzados no solo afectan a los deportados, sino también a las comunidades fronterizas. En distintos puntos, como Bijoynagar, la población local se ha unido a las patrullas de BGB para evitar que grupos grandes de personas sean abandonados repentinamente en aldeas bangladesíes sin previo aviso.
Esto genera temor y desconfianza, pues a menudo los recursos locales ya son limitados y el ingreso inesperado de grupos nuevos implica retos en términos de alimentos, salud y seguridad. A la vez, el flujo irregular también puede alimentar rumores y tensiones entre ambas naciones.
Impacto a largo plazo y el futuro de la Operación Push-Back
Por ahora, la situación es tensa y no parece que vaya a calmarse pronto. Reportes indican que India podría estar preparando más deportaciones, mientras Bangladesh refuerza sus patrullas y mantiene el nivel de alerta máxima en toda la franja limítrofe.
¿Podrían continuar estos push-backs? Si no hay un acuerdo diplomático entre India y Bangladesh, es posible que la fricción aumente, haciendo más difícil la cooperación en otros temas importantes, como la lucha contra el tráfico de personas, la gestión de recursos compartidos y la seguridad regional.
Analistas y observadores internacionales sugieren que las deportaciones masivas y no coordinadas pueden crear problemas humanitarios serios, ya que personas vulnerables son abandonadas en zonas remotas, sin documentos ni ayuda, y en muchas ocasiones sin posibilidad de regresar a su país de origen o de obtener un estatus legal. Esto no solo dificulta la vida de los migrantes, sino que también presiona los servicios básicos de las comunidades receptoras.
Como resalta el análisis de VisaVerge.com, el tema de los push-backs ilustra la complejidad de la movilidad en Asia del Sur, donde la pobreza, la violencia y la falta de documentos impulsan a miles a cruzar fronteras en busca de oportunidades o protección.
Cuestiones legales y derechos humanos
Legalmente, Bangladesh sostiene que las expulsiones deben realizarse a través de canales oficiales y tras comprobar la identidad de los afectados. Los push-backs violan, según el gobierno bangladesí, no solo las normas diplomáticas, sino también varios convenios internacionales sobre protección de migrantes y refugiados.
Por su parte, India argumenta que se reserva el derecho de proteger sus fronteras y que los movimientos masivos y no controlados pueden suponer riesgos de seguridad y carga para sus recursos estatales.
La ONU y otras organizaciones llaman a ambas partes a buscar un enfoque más humano y cuidadoso, recordando que los tratados internacionales obligan a proteger, sobre todo, a quienes buscan refugio por razones de persecución, como los rohinyás. Para más información sobre las normativas vigentes y los derechos de las personas migrantes, es recomendable consultar el portal oficial de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, donde se detallan los compromisos y obligaciones en materia de migración forzada y protección de refugiados.
Mirando hacia adelante
Mientras India continúa con la Operación Push-Back, y Bangladesh mantiene una postura de rechazo, la región sigue enfrentando el reto de gestionar flujos migratorios en condiciones difíciles. Es probable que nuevos incidentes pongan a prueba la relación bilateral y sigan llamando la atención internacional, especialmente si el trato a las personas deportadas implica riesgos para su salud y su seguridad.
En conclusión, los recientes push-backs en la frontera entre India 🇮🇳 y Bangladesh 🇧🇩 ponen de manifiesto la intrincada relación entre seguridad nacional, derechos humanos y la realidad cambiante de las poblaciones que viven y cruzan estas fronteras. Resolver esta situación requerirá diálogo, coordinación y, sobre todo, respeto por la dignidad de todos los involucrados. Si quieres saber más sobre este tema y los procedimientos oficiales relacionados con la protección de migrantes y refugiados, puedes visitar el sitio web oficial de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: https://www.ohchr.org/es.
La historia de la Operación Push-Back seguirá evolucionando en las próximas semanas y meses, y su desarrollo afectará no solo a los gobiernos de India y Bangladesh, sino, sobre todo, a miles de personas que solo buscan un lugar seguro y digno para vivir.
Aprende Hoy
Push-back → Devolución forzosa y rápida de migrantes hacia su país de origen, frecuentemente sin procedimientos legales completos o acuerdo bilateral.
Rohinyás → Minoría musulmana perseguida en Myanmar; muchos son refugiados y enfrentan riesgos de apatridia en la región.
Guardia Fronteriza de Bangladesh (BGB) → Cuerpo militar encargado de proteger la frontera y vigilar entradas y salidas en territorio bangladesí.
Operación Sindoor → Operativo paralelo en la frontera occidental india, enfocado también en cuestiones de seguridad e inmigración.
Reuniones de bandera → Encuentros formales entre fuerzas fronterizas de países vecinos para resolver disputas o incidentes en la frontera.
Este Artículo en Resumen
La Operación Push-Back, implementada por la India desde mayo de 2025, forzó la devolución de cientos de migrantes, incluidos bangladesíes y rohinyás. Bangladesh rechaza la medida, la ONU muestra preocupación y la situación evidencia tensiones fronterizas, desafíos humanitarios y la urgencia de diálogo diplomático y respeto a los derechos humanos.
— Por VisaVerge.com
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