Puntos Clave
• El 11 de mayo de 2025, la FAA ordenó una parada en tierra en Newark tras una falla técnica en Philadelphia TRACON.
• Más de 160 vuelos sufrieron retrasos o cancelaciones durante la interrupción, con demoras promedio de más de dos horas y media.
• Escasez de personal, sistemas obsoletos y obras de construcción agravaron la crisis, afectando a pasajeros y trabajadores del aeropuerto.
Un nuevo fallo de equipos en el aeropuerto de Newark provoca una breve parada en tierra ordenada por la FAA
La mañana del domingo 11 de mayo de 2025, el aeropuerto internacional Newark Liberty vivió otro episodio de caos cuando una avería en los sistemas de control de tráfico aéreo obligó a la Administración Federal de Aviación (FAA) a ordenar una parada en tierra para todos los vuelos. Esta interrupción subraya una tendencia preocupante de fallos técnicos que afectan a uno de los aeropuertos más transitados de Estados Unidos 🇺🇸, poniendo en evidencia problemas de infraestructura y recursos humanos que afectan tanto a viajeros como a trabajadores, y generan dudas sobre la fiabilidad del sistema aéreo nacional.

Un fallo inesperado que detuvo el tráfico aéreo
Todo comenzó con una falla en las telecomunicaciones en la instalación Philadelphia TRACON Área C, que juega un papel clave al gestionar aviones que entran y salen del espacio aéreo del aeropuerto de Newark. Según confirmó la FAA, mientras resolvían la situación, “se disminuyó temporalmente el flujo de aviones dentro y fuera del aeropuerto para asegurar que los sistemas de respaldo estaban funcionando correctamente”. Sin embargo, no se han revelado detalles técnicos específicos sobre qué falló exactamente, y los portavoces destacan que la información aún es preliminar.
Parada en tierra: vuelos detenidos y caos para los viajeros
La parada en tierra, que es una orden de suspender todas las salidas de aviones y restringir las llegadas a un aeropuerto específico, duró cerca de 45 minutos en la mañana del domingo. Durante ese periodo, ningún avión pudo despegar desde Newark, y la congestión se sintió tanto en tierra como en el aire. Este tipo de interrupción tiene repercusiones inmediatas para líneas aéreas, tripulaciones y, sobre todo, miles de pasajeros, quienes vieron cómo sus horarios se alteraban sin previo aviso.
Ya para el final de la mañana, el promedio de retraso por vuelo alcanzaba 2 horas y 32 minutos, y se registraron más de 160 vuelos entre cancelados y demorados. Eso refleja cómo un solo problema técnico puede generar una “reacción en cadena” afectando a personas, aerolíneas y conexiones en todo el país. Gracias a la actuación rápida de la FAA, para las 11:00 a.m. hora del este ya se habían reanudado las operaciones en condiciones normales, según los informes del propio organismo.
Repetición de fallos: un patrón alarmante en Newark
Lo que eleva la preocupación es que este no fue un caso aislado. En las dos semanas previas, el aeropuerto de Newark enfrentó al menos otros dos episodios similares. El viernes 9 de mayo, a primeras horas, las pantallas de radar se apagaron durante 90 segundos y, en ese periodo, los controladores perdieron tanto contacto por radio como visibilidad en sus pantallas. Esto dejó a los trabajadores sin forma de guiar ni comunicarse con los aviones, una situación que calificaron como “traumática”.
Algunos controladores tuvieron que ausentarse por razones médicas, pues el estrés y la presión generados por estos fallos los llevaron a tomar licencia laboral. Ya antes, el 28 de abril, ocurrió algo parecido: una caída de los sistemas informáticos, también vinculada a problemas de telecomunicaciones en la misma instalación de Philadelphia TRACON, dejó a la torre sin servicio por minuto y medio. Según las declaraciones de la FAA resaltadas por medios como VisaVerge.com, estos incidentes crean una atmósfera de incertidumbre y fatiga entre los empleados.
Menos personal y vuelos restringidos por seguridad
Debido a estos problemas, los niveles de personal están por debajo de lo habitual. El personal que se ha visto afectado por el estrés o incidentes tiene derecho a licencia médica para recuperarse, y mientras tanto, hay menos controladores trabajando el espacio aéreo de Newark. El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó que se tomarán medidas de prevención, entre ellas, reducir los vuelos mientras se estudian los riesgos en la infraestructura:
“Perdimos varios controladores debido al estrés por la primera desconexión de la semana pasada… así que ahora hay menos personal trabajando en el espacio aéreo de Newark… estamos sufriendo estas fallas en nuestro sistema”.
¿Qué significa esto para los viajeros y para quienes dependen del aeropuerto de Newark?
– Vuelos menos frecuentes, esperas más largas y mayor probabilidad de retrasos inesperados.
– Respuestas lentas ante emergencias o cambios imprevistos, dada la menor cantidad de personal calificado.
– Más presión sobre quienes sí están trabajando, lo que puede aumentar el riesgo de errores humanos.
– Cambios en las condiciones laborales para los propios trabajadores, quienes buscan protegerse ante eventos traumáticos.
Retrasos y cancelaciones: números que muestran el alcance del problema
El domingo del último incidente, más de 160 vuelos sufrieron demoras o cancelaciones. A media mañana, cada vuelo demoraba en promedio más de dos horas y media. Al restablecerse el servicio después del mediodía, los retrasos de llegada se redujeron a menos de 15 minutos por vuelo. Aunque la normalidad regresó poco a poco, las secuelas se sintieron todo el día entre pasajeros atrapados en terminales y aerolíneas que debieron reorganizar operativas.
Factores adicionales que agravan los problemas en Newark
No solo las fallas técnicas han jugado en contra últimamente. El aeropuerto de Newark está en medio de obras de construcción que a menudo dejan fuera de servicio una de las pistas principales, lo cual limita la capacidad de recibir y enviar vuelos. Cuando esto ocurre, se reduce mucho la posibilidad de absorber cualquier “imprevisto” técnico o clima adverso.
A esto se suman dos cuestiones de fondo:
– Un déficit de personal histórico en los servicios de control de tráfico aéreo, que no solo afecta a Newark sino a muchos otros puntos de entrada al país.
– La antigüedad y falta de modernización de los sistemas tecnológicos de control aéreo, donde incluso los mecanismos de respaldo presentan debilidades.
Como resultado de estos elementos, la fiabilidad del aeropuerto de Newark se encuentra bajo escrutinio. No es casualidad que haya habido varias paradas en tierra en tan poco tiempo, con consecuencias que repercuten en la economía local y en la reputación del aeropuerto ante viajeros internacionales.
El papel de la FAA: respuestas y límites
Frente a estos sucesos, la FAA ha seguido un protocolo claro: detener operaciones cuando la seguridad lo requiere y reiniciarlas solo cuando los sistemas críticos y sus “plan B” están funcionando correctamente. En todos los casos recientes, la FAA ha informado de la situación a las aerolíneas y al público tan rápido como ha podido, y ha publicado actualizaciones en su página sobre las condiciones del aeropuerto de Newark y demás terminales afectados.
Sin embargo, estos eventos sugieren la necesidad de revisar las normas de mantenimiento y modernización de equipos, así como la urgencia de invertir más en infraestructura y en la contratación de personal especializado. En definitiva, los procedimientos actuales pueden evitar un accidente, pero no resuelven el fondo del asunto: la fragilidad creciente de la red de control aéreo.
Testimonios y consecuencias para los trabajadores
Hay que subrayar el impacto humano detrás de estas crisis técnicas. Los controladores aéreos describieron la pérdida simultánea de radar y radio como “traumática”, y algunos optaron por tomarse licencia médica siguiendo los protocolos. Este aumento de bajas por estrés genera una especie de círculo vicioso: menos personal significa más trabajo para quienes quedan, y eso puede aumentar la presión y la fatiga, reduciendo aún más los márgenes de seguridad.
Para quienes piensan viajar a través del aeropuerto de Newark en los próximos días, es recomendable revisar constantemente el estado de los vuelos y prepararse para posibles demoras. La FAA mantiene información actualizada en su sitio web oficial sobre tiempos de llegada y partida.
Interrogantes sobre la seguridad y el futuro
Estos incidentes recientes elevan preguntas importantes:
– ¿Están los sistemas actuales lo bastante preparados para manejar grandes cantidades de tráfico y responder a fallas inesperadas?
– ¿Serán suficientes los refuerzos temporales y la reducción de vuelos para garantizar la seguridad y la continuidad de los viajes?
– ¿Qué se puede esperar del proceso de modernización de las instalaciones, dado que la construcción ya agrava la capacidad de respuesta ante imprevistos?
Acciones y próximos pasos
Según las autoridades y la propia FAA, por ahora lo principal es mantener la seguridad por encima de la eficiencia; por eso, seguirán reduciendo vuelos y reforzando los sistemas de respaldo mientras se investiga la causa raíz de los fallos recientes. Las expectativas están puestas en que estos cambios ayuden a evitar nuevas interrupciones, pero los expertos advierten que sin una renovación más profunda de la tecnología y mejores condiciones laborales, los problemas podrían repetirse.
Recomendaciones para usuarios y viajeros
Si tienes programado un viaje por el aeropuerto de Newark, toma en cuenta lo siguiente:
– Consulta hasta el último momento el estado de tu vuelo, en plataformas oficiales como la de la FAA, donde puedes ver alertas en tiempo real sobre demoras y condiciones en terminales específicas.
– Llega al aeropuerto con tiempo adicional y prepárate para posibles cambios de puerta o cancelaciones.
– Ten a mano información de contacto de tu aerolínea para resolver dudas o reprogramar boletos lo más pronto posible si surge una nueva parada en tierra.
– Considera alternativas de transporte, especialmente si tu itinerario es flexible o si hay otras terminales cercanas.
Normalidad temporal, desafíos persistentes
Después de la última parada en tierra, los retrasos disminuyeron rápidamente a cifras menores a los quince minutos, y el resto de la jornada se desarrolló sin mayores incidentes. Sin embargo, tanto la experiencia de los viajeros como los antecedentes recientes recuerdan que este regreso a la normalidad puede ser frágil mientras no se aborden de raíz los principales desafíos que enfrentan el aeropuerto de Newark y el sistema de control aéreo nacional.
Las autoridades, por su parte, se comprometen a seguir comunicando cualquier cambio a través de canales oficiales. Si quieres consultar el estado de los aeropuertos y los tiempos de espera, puedes acceder a esta página de la Administración Federal de Aviación, fuente directa de datos y alertas para el público.
Un panorama que exige atención inmediata
Por ahora, el aeropuerto de Newark sigue funcionando, aunque bajo presión y con el escrutinio público puesto sobre su operación. La combinación de fallos técnicos, menos personal y obras en curso crea una situación que tus usuarios deben tener en cuenta si planean viajar o si dependen de esta terminal para sus actividades laborales o familiares. Lo más probable es que continúen las revisiones y los recortes temporales en la cantidad de vuelos, mientras se buscan soluciones definitivas.
El mensaje claro para quienes trabajan o transitan por el aeropuerto de Newark es uno: la seguridad es la prioridad, incluso si eso significa enfrentar más demoras mientras se ajustan los sistemas y el personal disponible. Mientras tanto, sigue siendo esencial mantenerse informado con fuentes confiables y prepararse para cambios hasta último momento.
Como han mostrado los reportes de VisaVerge.com, la situación pone en relieve la importancia de un control aéreo robusto, bien equipado y suficientemente dotado de profesionales bien cuidados. De la respuesta que den las autoridades en este momento puede depender la experiencia y la seguridad de millones de usuarios en los próximos meses.
Aprende Hoy
Parada en tierra → Orden de suspender todas las salidas de aviones en un aeropuerto por motivos técnicos o de seguridad.
Philadelphia TRACON → Centro regional de control que gestiona el tráfico cercano a Philadelphia y es crucial para Newark.
FAA → Administración Federal de Aviación, responsable de regular y supervisar la aviación civil en Estados Unidos.
Redundancia → Sistemas de respaldo que evitan paradas totales cuando falla un equipo principal, clave para la seguridad aérea.
Control de tráfico aéreo → Servicio encargado de dirigir aviones en vuelo y en tierra, vital para la seguridad y organización aeroportuaria.
Este Artículo en Resumen
El aeropuerto de Newark enfrentó otra parada en tierra por fallos en sistemas de control aéreo, afectando a más de 160 vuelos. Problemas recurrentes en Philadelphia TRACON, falta de personal y tecnología anticuada generan caos y dudas sobre la seguridad y fiabilidad del sistema. Modernización e inversión se vuelven urgentes en Newark.
— Por VisaVerge.com
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