Puntos Clave
- La soldado Sarah Beckstrom falleció el 27 de noviembre de 2025 tras ser baleada cerca de Farragut West.
- El sospechoso Rahmanullah Lakanwal supuestamente condujo desde Washington y disparó con un revólver .357 Smith & Wesson.
- La administración ordenó revisar los green cards de inmigrantes de más de una docena de países tras el ataque.
(Washington, D.C.) Un tiroteo cerca de la Estación Farragut Square dejó este jueves, según informó el presidente Donald Trump, a la soldado de la Guardia Nacional Sarah Beckstrom con mortal herida y desató una respuesta de seguridad y política migratoria que ya está en curso en la capital de Estados Unidos. Beckstrom, de 20 años y oriunda de Summersville, West Virginia, falleció el 27 de noviembre de 2025 a causa de las heridas recibidas el día anterior, cuando fue atacada junto a otro miembro de la Guardia Nacional en las cercanías de Farragut West, en lo que el propio Trump describió como un asalto dirigido. El hecho ocurrió el 26 de noviembre alrededor de las 2:15 p.m., según las autoridades, y provocó una respuesta rápida de los compañeros de la unidad que lograron someter al sospechoso, que luego recibió disparos durante la consiguiente intervención.
Beckstrom y el sargento mayor Andrew Wolfe, de 24 años, se encontraban de servicio cuando fueron emboscados en la zona delimitada por la estación de metro de Farragut West. El fiscal federal Jeanine Pirro confirmó que el atacante, Rahmanullah Lakanwal, de 29 años y nacional afgano, supuestamente condujo desde Washington state para perpetrar el tiroteo, abriendo fuego con un revólver Smith & Wesson calibre .357 sin provocación aparente. Según Pirro,
“Lakanwal abrió fuego con un .357 Smith & Wesson revolver sin provocation, striking one guardsman who went down, then striking that guardsman again, and striking the other guardsman several times.”
En las inmediaciones, otros guardias respondieron con rapidez y lograron someter al sospechoso tras ser herido por un miembro de la Guardia Nacional.
La muerte de Beckstrom, que ingresó a la Guardia Nacional de West Virginia el 26 de junio de 2023 y servía como soldado de policía militar en la 863ª Compañía de Policía Militar, llega en un momento tenso para la capital, donde el despliegue de la Guardia Nacional se intensificó como parte de un esfuerzo de seguridad encabezado por la administración para reforzar el control en el centro de la ciudad. Su padre, Gary Beckstrom, habló con un reportero del New York Times mientras ella permanecía hospitalizada con una herida mortal:
“I’m holding her hand right now. She has a mortal wound. It’s not going to be a recovery.”
En ese momento, Col. Larry Doane, comandante de la Joint Task Force District of Columbia, señaló:
“This is a devastating loss to our National Guard family. Spc. Sarah Beckstrom came to the District from West Virginia to make our nation’s capital safe and beautiful. She is a hero and we mourn her passing.”
Sus palabras resaltan el peso humano de la tragedia para una unidad que había llegado desde fuera de la ciudad para apoyar lo que el gobierno denomina un esfuerzo de seguridad al que se sumaron refuerzos.
El sospechoso Rahmanullah Lakanwal, quien ingresó a Estados Unidos en 2021 tras la retirada estadounidense de Afganistán, y que según la CIA había trabajado previamente con una fuerza paramilitar anti-Talibán en Afganistán, es objeto de una investigación en curso. Las autoridades de Seguridad Nacional indicaron que Lakanwal recibió asilo en 2025 por motivos humanitarios, lo que añade una dimensión compleja sobre el manejo de casos de asilo y la seguridad en la capital. La investigación es descrita por el director del FBI, Kash Patel, como una “investigación continua de terrorismo.” Aunque el motivo del agresor permanece sin esclarecer por completo, los funcionarios señalaron que podría estar lidiando con problemas de paranoia. Los investigadores registraron en su domicilio de Bellingham, Washington, y realizaron entrevistas en San Diego, mientras que el sospechoso será imputado por varios cargos, entre ellos asalto con intención de dañar y posesión criminal de un arma, con posibles cargos que podrían variar según el estado de los heridos.
Entre los heridos se encuentra Andrew Wolfe, de 24 años, quien permanece en condición crítica tras el ataque. Trump afirmó:
“The other young man is fighting for his life. He’s in very bad shape. He’s fighting for his life.”
Sus declaraciones subrayan la prolongada incertidumbre médica que rodea a la escena y la tensión emocional que viven familiares y compañeros de la Guardia Nacional.
El ritmo de la respuesta oficial no se limitó a las acciones policiales en el lugar. En respuesta al ataque, la administración de Trump ordenó una revisión a gran escala de todos los permisos de residencia (green cards) para inmigrantes provenientes de más de una docena de países de preocupación, según declaró el Director de USCIS, Joe Edlow. Aunque la medida se presentó como una revisión amplia de políticas migratorias internas, su anuncio se dio en el marco de un debate más amplio sobre la seguridad y el control de fronteras, que ha marcado la agenda gubernamental desde el inicio de las operaciones para reforzar la seguridad en Washington. Además, se anunció el despliegue de 500 tropas de la Guardia Nacional adicional para la ciudad, una cifra que refleja la magnitud de la respuesta de seguridad del gobierno ante el incidente.
Sarah Beckstrom, quien se había unido a la Guardia Nacional de West Virginia en 2023, estaba asignada a la capital como parte de un despliegue federal que, en agosto, inició una campaña de seguridad orientada a restablecer el orden y la seguridad en el centro de la ciudad. La tragedia ha encendido un debate público sobre la seguridad en las zonas urbanas claves y la protección de quienes velan por el orden público en ciudades con alta concentración de presencia federal. En la mañana siguiente al tiroteo, el presidente Trump reiteró su reconocimiento a Beckstrom y a Wolfe, enfatizando la necesidad de respuestas contundentes ante actos violentos que afectan a quienes trabajan para mantener la seguridad de la gente en Washington.
En las primeras declaraciones oficiales, la administración y las fuerzas de seguridad establecieron que la investigación seguirá su curso para esclarecer motivaciones y posibles vínculos del atacante con redes extremistas. La policía federal, junto con el FBI, la CIA y agencias de seguridad interna, trabajaron para trazar la trayectoria de Lakanwal, con especial atención a su historial migratorio y a sus interacciones con las autoridades de asilo de Estados Unidos. El foco de la investigación, además de la identificación de cualquier posible célula o red que pudiera haber inspirado el ataque, se centra en los factores personales del sospechoso que podrían haber contribuido a la decisión de atacar a miembros de la Guardia Nacional que se encontraban de servicio.
Este episodio sacude la narrativa de seguridad en la capital, donde la vida cotidiana de los residentes y de los trabajadores del gobierno queda marcada por un tiroteo que, según los voceros oficiales, podría haber tenido consecuencias aún más graves si no hubiera sido por la respuesta rápida de los guardias presentes en el lugar. La familia de Beckstrom y su unidad han pedido oraciones y apoyo a las comunidades que la conocían, mientras las autoridades insisten en que seguirán trabajando para garantizar que los servicios de seguridad puedan operar en condiciones de máxima alerta sin sacrificar la humanidad de quienes sirven al país. En el contexto de las secuelas, la noticia llega en un momento en que la ciudad ha estado recibiendo un flujo constante de fuerzas de seguridad para garantizar que la capital pueda seguir funcionando con normalidad, aun cuando las tensiones pueden estar al alza tras un incidente que pone en el centro del debate público la seguridad, la migración y la respuesta institucional ante la violencia.
Entre las voces que han salido a la luz, la del padre de Beckstrom y la de las autoridades castrenses han subrayado la dimensión humana de la tragedia, recordando que detrás de cada cifra hay una historia de servicio y sacrificio. La familia Beckstrom y la comunidad de Summersville, West Virginia, quedaron de luto por la pérdida de una joven soldado que, según sus superiores, había llegado a la capital para contribuir a una misión considerada crucial en un momento de tensión política y social. En la escena pública, la sentencia de los responsables de la seguridad y la dirección de la política migratoria quedará, en gran medida, a la espera de la evolución de la investigación y del desarrollo de los cargos contra Rahmanullah Lakanwal, así como de las medidas que tome la Casa Blanca para reforzar la seguridad en el centro de la ciudad y gestionar, de manera más amplia, las implicaciones de la reforma migratoria y el tratamiento de solicitudes de asilo en un panorama de seguridad nacional cada vez más exigente.
Todos estos elementos se entrelazan con las voces de quienes conocían a Beckstrom y a Wolfe, de sus compañeros que combatían el miedo mientras aseguraban la escena y de los familiares que esperan respuestas con la esperanza de que una tragedia así no vuelva a repetirse. En este marco, Estación Farragut Square emerge como símbolo de un día en que la vida cotidiana de una ciudad vibrante se detuvo ante un acto de violencia, y en que la memoria de Sarah Beckstrom queda inscrita en la historia de la Guardia Nacional y en la conciencia de quienes, desde la seguridad pública, trabajan para mantener la ciudad en pie. Para quienes siguen la historia, la pregunta no es solo quién cometió el crimen, sino cómo la nación responderá para proteger a quienes sirven y a las comunidades que los rodean, a la vez que se abordan con rigor las cuestiones migratorias que, en este entorno, se entrelazan con la seguridad y la vida diaria de millones de personas.
Para el público hispanohablante, el relato de Beckstrom y de Rahmanullah Lakanwal —incluidos nombres como Sarah Beckstrom y Rahmanullah Lakanwal, y lugares como Estación Farragut Square— ofrece una ventana clara a la compleja intersección entre servicio público, migración y seguridad nacional. A medida que la investigación avanza, la atención se mantiene en el costo humano de estas tragedias y en la responsabilidad de las instituciones para responder con precisión, transparencia y compasión. En un país que observa con tensión cada movimiento ocurrido en la capital, la historia de Beckstrom y sus compañeros se suma a un legado de servicio que, para muchos, define la esencia de la Guardia Nacional y de la seguridad pública en un momento de desafíos continuos.
Para más información sobre procesos migratorios y permisos de residencia, la referencia oficial de USCIS ofrece una visión general de las políticas y procedimientos vigentes: USCIS. En particular, quienes necesiten explorar cuestiones relacionadas con permisos de residencia o formularios específicos pueden encontrar recursos oficiales y actualizados en el portal de la agencia.
Aprende Hoy
Guardia Nacional → Fuerza militar de reserva disponible para misiones estatales o federales, incluida la seguridad urbana y emergencias.
Asilo → Protección legal concedida a una persona que huye de persecución o peligro en su país de origen.
USCIS → Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU., agencia que gestiona solicitudes de asilo y permisos de residencia.
Farragut West → Estación del Metro de Washington D.C. cerca de Farragut Square, un área con oficinas y gran tránsito de personas.
Este Artículo en Resumen
Un tiroteo cerca de Farragut West dejó a la soldado Sarah Beckstrom muerta y al sargento Andrew Wolfe gravemente herido. El sospechoso, Rahmanullah Lakanwal, habría conducido desde Washington state y disparado con un revólver .357 antes de ser sometido. La CIA confirma que trabajó con fuerzas anti‑Talibán y obtuvo asilo en 2025. La administración ordenó una revisión masiva de green cards de más de una docena de países y desplegó 500 tropas adicionales en la capital.
— Por VisaVerge.com
