Puntos Clave
- DHS recomendó agregar al menos 10 países, principalmente de África subsahariana, a la lista de veto de viajes.
- La orden de junio de 2025 ya suspende totalmente la entrada de 12 países y restringe parcialmente a 7.
- Las revisiones ocurren cada 180 días, con el primer ciclo a partir del 2 de septiembre de 2025.
(UNITED STATES) El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) ha recomendado ampliar la lista de prohibición de viajar para incluir al menos 10 países adicionales, en su mayoría de África subsahariana, como parte de un esfuerzo más amplio por corregir deficiencias en la verificación de antecedentes, altos índices de sobreestadía de visas y la falta de cooperación de ciertos países para aceptar a sus nacionales deportados. Esta recomendación surge tras la implementación de la prohibición de junio de 2025, que ya restringe por completo la entrada de nacionales de 12 países y restringe de forma parcial a otros 7, y que podría extenderse con hasta 36 países más si no cumplen con los requisitos de verificación y cribado de Estados Unidos en un plazo de 60 días, según el material oficial disponible.

La prohibición de viajar de junio de 2025 fue firmada por el expresidente Donald Trump y establece que la entrada queda completamente suspensa para nacionales de Afganistán, Birmania, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, mientras que la entrada queda parcialmente suspendida para nacionales de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. En el análisis interno de la administración, se indica que si esos países no mejoran sus procesos de verificación de pasaportes, el intercambio de información y la cooperación para aceptar a sus nacionales deportados, podrían agregarse más países—principalmente en África subsahariana—a la lista de prohibición, según el memorando y las recomendaciones citadas en los informes oficiales.
Entre los motivos que sustentarían estas ampliaciones se cuentan la verificación insuficiente y la falta de intercambio de información por parte de ciertos gobiernos, elevados índices de sobreestadía de visas entre nacionales de esos países y la negativa de algunos Estados a aceptar a sus nacionales deportados desde Estados Unidos. La Secretaría de Estado, en coordinación con el Asesor del Presidente para Seguridad Nacional, presentó un informe el 9 de abril de 2025 recomendando estas restricciones con base en esos criterios. La lista de prohibición incluye excepciones para residentes permanentes legales, personas de doble ciudadanía que viajen con pasaportes no prohibidos, familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, refugiados, titulares de visados de inmigrante especial afgano y atletas que viajan para eventos deportivos de gran magnitud. En ese sentido, la administración ha dejado claro que se trata de un marco dinámico, con la capacidad de realizar ajustes a la lista cada 180 días a partir del 2 de septiembre de 2025, permitiendo la adición o retirada de países en función de su cumplimiento con los requisitos de seguridad e inmigración de Estados Unidos.
La necesidad de ampliar la prohibición, según el documento oficial recogido por la Administración, es continuar fortaleciendo los controles de seguridad y la cooperación internacional en materia de cumplimiento migratorio. El propio memorando subrayaría que sin mejoras en ciertos países, la carga de riesgo para el sistema de visas y la integridad de las fronteras podría incrementarse. Este enfoque, que ya dio pasos con la acción de junio de 2025, se presenta como un mecanismo para armonizar las prácticas de verificación, la compartición de información y la responsabilidad de entregar a personas cuyo estatus migratorio está en revisión o en proceso de deportación.
En el plano práctico, la recomendación de ampliar la lista no sólo se apoya en la aspiración de fortalecer las salvaguardas de seguridad nacional, sino también en la necesidad de evitar fallos en la cooperación con terceros países en lo relativo a la aceptación de nacionales devueltos. En la práctica, ello se traduce en un escrutinio más riguroso de las solicitudes de visa provenientes de países con antecedentes de verificación deficiente, mayor incidencia de estancias no autorizadas y complicaciones en la repatriación de personas cuyo estatus migratorio ha sido revertido o cancelado. La mención explícita de ampliar el abanico de países sugiere una atención especial a naciones de África subsahariana que, según el texto, no cumplen con estándares mínimos de compartir información y colaborar en procesos de deportación.
Entre las dinámicas de implementación, el documento señala que la administración puede proponer ajustes a la lista de prohibición cada 180 días, con la posibilidad de sumar o retirar países. Esta previsión apunta a una agenda de revisión continua que podría llevar, a medio plazo, a cambios significativos para comunidades y personas que buscan entrar a Estados Unidos, ya sea por trabajo, estudio o reunificación familiar. En el mismo marco, se mantienen las exenciones para ciertas categorías, que permiten a individuos con vínculos estrechos con Estados Unidos, o con motivos humanitarios, mantener una vía para evitar una entrada total vedada por el veto de viaje.
La identidad de los actores y las cifras clave también están claramente descritas en el material oficial. El propio memorando, firmado por funcionarios de alto rango de la administración, ha fundamentado la necesidad de ampliar el alcance de las restricciones, sin perder de vista las excepciones que permiten la libertad de movimiento de ciertos grupos. En este sentido, se mencionan nombres institucionales y roles, como la Secretaría de Estado en coordinación con la Secretaría de Seguridad Nacional, y se citan las fechas relevantes para la toma de decisiones y la revisión de la política. Aunque el texto no detalla nombres individuales fuera de las categorías institucionales, su peso recae en la capacidad de las agencias para implementar medidas de verificación más estrictas y coordinar mejores prácticas con los socios internacionales.
La decisión de ampliar la prohibición de viajar, además, se inscribe en un periodo en el que la seguridad de las fronteras y la verificación de antecedentes han vuelto a cobrar protagonismo en el debate político y migratorio de Estados Unidos. En junio de 2025, el gobierno ya implementó un cambio sustancial que afecta a decenas de miles de personas que aspiran a entrar o permanecer en territorio estadounidense. Para muchos, estas medidas tienen un impacto directo en su vida: estudiantes que esperan estudiar en universidades estadounidenses, trabajadores temporales que buscan oportunidades laborales, familias que esperan reunirse con parientes que ya viven en Estados Unidos, y refugiados que buscan protección. En el lenguaje oficial, el objetivo es claro: reforzar la capacidad de Estados Unidos para evaluar con rapidez y fiabilidad quién entra al país y bajo qué condiciones.
La magnitud de la decisión es notable en números: la prohibición de junio de 2025 suspende por completo la entrada de nacionales de 12 países y la restringe de forma parcial para otros 7. A partir de ahí, la posibilidad de añadir más países—hasta 36, según las estimaciones internas—en un plazo de 60 días, genera incertidumbre y preocupación entre comunidades afectadas y organizaciones defensoras de derechos humanos que observan de cerca el proceso de revisión de estas políticas. Este marco, que combina la prohibición de viajar con un sistema de revisión periódica, sugiere una política migratoria que se mantiene en constante evaluación y reajuste, un rasgo que podría prolongar la presión sobre familias y negocios que están vinculados a movimientos migratorios y a flujos de personas entre Estados Unidos y países extranjeros.
Para quienes estudian o trabajan en áreas sensibles, como la seguridad fronteriza y la cooperación internacional, estas decisiones tienen consecuencias tangibles. Las autoridades han subrayado que, a través de las revisiones y adiciones, se pretende garantizar que Estados Unidos no quede expuesto a riesgos de seguridad que podrían derivarse de la entrada de personas de países con deficientes procesos de verificación. En paralelo, las comunidades de inmigrantes y sus aliados observan con atención cómo evolucionará la lista en los próximos meses, y qué impactos prácticos podría tener en la vida cotidiana: desde la posibilidad de viajar para reunirse con familiares hasta la capacidad de realizar trámites de emergencia o responder a convocatorias de trabajo que demanden una presencia física en el país.
En el plano internacional, la expansión de la prohibición de viajar podría renovar tensiones y provocar respuestas diplomáticas en países de África y de otras regiones. Los gobiernos de los países involucrados, así como las organizaciones internacionales que vigilan derechos humanos y procesos migratorios, podrían exigir verificación de criterios, transparencia y mecanismos de revisión. Mientras tanto, desde la Administración, se insiste en que estas medidas están dirigidas a salvaguardar la seguridad nacional sin negar, por completo, la oportunidad de viajes en condiciones excepcionales. La narrativa oficial sigue siendo de un equilibrio delicado entre la necesidad de proteger las fronteras y la responsabilidad de no afectar desproporcionadamente a personas que buscan una vida mejor o una oportunidad legítima de reunificación familiar.
En suma, DHS ha recomendado ampliar la prohibición de viajar para incluir al menos 10 países más en la lista, concentrándose en naciones de África subsahariana que no cumplen con los estándares de seguridad y cooperación migratoria de Estados Unidos. Este movimiento se enmarca dentro de la expansión de la política de junio de 2025 y se mantiene sujeto a revisiones periódicas cada 180 días a partir del 2 de septiembre de 2025, con la posibilidad de añadir hasta 36 países si no se satisfacen los criterios de verificación y cooperación. El efecto directo de estas medidas recaerá en las personas que buscan entrar o permanecer en EE. UU., en sus familias y en las comunidades que dependen de flujos migratorios legales y de la capacidad de las instituciones para gestionar de manera eficiente y segura los procesos de visa, deportación y asilo. Para el público hispanohablante interesado en comprender estas dinámicas, la Comisión, el Departamento y las agencias asociadas mantienen un marco de información que, a medida que se acerca junio de 2025 y se suceden las revisiones, debe permanecer disponible a través de canales oficiales para explicar cambios, excepciones y procedimientos.
Para aquellos que deseen revisar la fuente oficial de estas medidas, la batería de políticas y el estado de la lista de prohibición pueden consultarse en el sitio del DHS y en comunicados de la Casa Blanca que acompañan la implementación de estas medidas. En particular, los interesados pueden consultar detalles sobre las fases de implementación, las excepciones y los criterios de verificación y cooperación en los comunicados oficiales emitidos por las autoridades correspondientes. Una vía de referencia pública y autorizada para información adicional y para entender las bases legales y operativas de la prohibición de viajar es la página oficial del DHS dedicada a la seguridad migratoria y a las políticas de ingreso, accesible para el público interesado. Aquellos que requieran orientación sobre trámites específicos de visa o residencia pueden dirigirse a los recursos oficiales para entender el alcance de las restricciones y las rutas permitidas de entrada, incluso en escenarios de excepciones, para lo cual se proporcionan enlaces y referencias oficiales a Formularios y procesos pertinentes.
Para el lector general, es crucial recordar que estas decisiones no se presentan como un marco estático. A partir de junio de 2025, ya se observó un cambio significativo con un conjunto de países bajo prohibición total y otro conjunto con restricciones parciales; y la posibilidad de ampliar esa lista—con ejemplos oscuros de países africanos—implica un ciclo de revisión cada 180 días, con el horizonte de junio de 2025 como punto de referencia para nuevas evaluaciones y adaptaciones. En ese recorrido, la seguridad nacional, la cooperación internacional y la protección de derechos humanos, junto con la necesidad de una migración ordenada y legal, siguen siendo los polos alrededor de los cuales se negocian estas políticas. Este marco de trabajo, al tiempo que genera incertidumbre para algunas comunidades, también ofrece un canal para la rendición de cuentas y la actualización de prácticas con miras a un sistema de migración más seguro y eficiente.
Para aquellos que buscan entender la vía legal de entrada a Estados Unidos ante estas políticas, la documentación oficial continúa subrayando las excepciones específicas para ciertos grupos y casos. En la práctica, los cambios de junio de 2025 y las propuestas de expansión subrayan la importancia de mantenerse informado a través de fuentes gubernamentales y de buscar asesoría experta cuando se planifique un viaje o un traslado a Estados Unidos. En este sentido, la comunicación oficial también resalta la naturaleza provisional de las medidas y la necesidad de un seguimiento constante de las actualizaciones, ya que el calendario de revisiones indica que la prohibición podría variar con el paso de los meses.
El debate continúa, y la conversación pública se centra no solo en la seguridad, sino en el impacto humano de estas políticas. A medida que se acerca junio de 2025, la atención se desplaza a cómo estas medidas afectarán a estudiantes, trabajadores y familias que esperan una oportunidad en Estados Unidos, y a las comunidades que trabajan para facilitar procesos de migración regular en un marco de mayor controles. DHS ha subrayado que se mantendrá en contacto con otras naciones para buscar mejoras sustantivas que permitan reducir la necesidad de ampliar la lista, pero la realidad es que, por ahora, la expansión de la prohibición de viajar está en escena, con la posibilidad de que más países sean añadidos en los próximos meses si no cumplen con los estándares de verificación y cooperación.
Para lectores y observadores, la historia es clara: las políticas migratorias de Estados Unidos están en un punto de inflexión, con una prohibición de viajar que ya se ha extendido en junio de 2025 y que podría ampliarse significativamente si los países no demuestran mejoras en verificación, intercambio de información y cooperación para aceptar a sus nacionales deportados. El DHS, en coordinación con otras dependencias, apunta a un marco de revisión constante, con ajustes cada 180 días y un horizonte de posibilidad de hasta 36 países nuevos dentro de un periodo de 60 días, como parte de una estrategia integrada para reforzar la seguridad, la integridad del sistema de visas y la gestión de las deportaciones. En un contexto donde las cifras y los criterios técnicos importan tanto como las vidas humanas que quedan fuera o dentro de la posibilidad de viajar, la historia continúa desarrollándose, y la gente, los gobiernos y las instituciones siguen esperando las próximas decisiones que podrían reconfigurar quién puede entrar a Estados Unidos y bajo qué condiciones. Para quienes deseen profundizar, la referencia oficial del gobierno ofrece el marco para entender cuál es la posición actual y qué cambios podrían estar a la vista en los próximos meses, siempre dentro del marco de la prohibición de viajar y sus excepciones.
Para quienes buscan información adicional y específica sobre las políticas y las listas de países, la fuente oficial de DHS está disponible con actualizaciones sobre la política de verificación, cooperación y excepciones, así como con instrucciones para trámites de visa que no queden directamente cubiertos por la prohibición. La conversación pública continuará, y las comunidades migrantes esperan claridad y predictibilidad en un sistema que, por su propia naturaleza, debe equilibrar la seguridad con la dignidad y las oportunidades para millones de personas.
Notas para el lector: este resumen recoge la información publicada sobre la expansión de la prohibición de viajar y las recomendaciones del DHS para añadir al menos 10 países más, con énfasis en África subsahariana, dentro del marco de la prohibición de junio de 2025. Los datos sobre las fechas y los mecanismos de revisión quedan expresados tal como figuran en los comunicados oficiales y memorandos asociados, y los números exactos de países y plazas de revisión están sujetos a cambios conforme se publiquen nuevas actualizaciones. Para quienes deseen revisar la documentación oficial y las directrices actuales, el DHS mantiene canales de información y enlaces a recursos gubernamentales confiables, que incluyen detalles sobre excepciones y procedimientos de visa. En particular, puede consultarse la documentación oficial a través de la página de DHS dedicada a las políticas de ingreso y seguridad migratoria, y, si corresponde, a través de formularios oficiales como Form I-485 u otros trámites que sean aplicables según el estatus migratorio y las categorías permitidas. Visitar sitio oficial del DHS.
Aprende Hoy
DHS → Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, responsable de seguridad fronteriza e inmigración.
Prohibición de viajar (junio de 2025) → Orden ejecutiva que restringe la entrada desde países señalados por deficiencias en vetado y cooperación.
Sobreestadía de visa → Cuando una persona permanece en EE. UU. más allá del tiempo autorizado por su visa.
Verificación de pasaportes → Procesos para comprobar la autenticidad del pasaporte y la identidad del viajero.
Este Artículo en Resumen
DHS recomendó ampliar la prohibición de viajar de junio de 2025 para incluir al menos 10 países más, principalmente de África subsahariana, debido a fallas en la verificación de pasaportes, intercambio de información y aceptación de deportados, además de altos índices de sobreestadía. La orden ya suspende totalmente a 12 países y restringe parcialmente a 7; la lista puede revisarse cada 180 días desde el 2 de septiembre de 2025 y hasta 36 naciones podrían añadirse si no cumplen.
— Por VisaVerge.com
